Coinciden en el día de hoy varias resoluciones y circunstancias en torno a las macrogranjas, una de las polémicas que ha protagonizado la actualidad en Castilla-La Mancha durante el pasado año. Por una parte, el Diario Oficial de la región publica la decisión de la Viceconsejería de Medio Ambiente de denegar la solicitud de autorización ambiental para la explotación porcina en Cincovillas (Guadalajara), uno de los proyectos más controvertidos en este sentido. Al mismo tiempo, se publica otra resolución que da luz verde medioambiental a otra macrogranja, en este caso apícola, en la localidad toledana de Santa Olalla, que albergará a más de 48.000 pollos para engorde.
En primer lugar, el DOCM ha publicado la decisión de la Junta de echar abajo la polémica explotación de Guadalajara, cuyo titular es Daniel Barahona, y que incluía 3.120 plazas de cebo. Fue en el pasado mes de junio cuando el empresario remitió al Ayuntamiento de Cincovillas la notificación para someter el proyecto a información pública, iniciándose en paralelo el trámite para el Estudio de Impacto Ambiental. Ese mismo mes, la Delegación del Gobierno regional en Guadalajara remitió 1.543 firmas de particulares en contra de la instalación y en defensa de la conservación medioambiental del valle y saladares del río Salado.
Posteriormente, a las alegaciones recibidas por el Ayuntamiento y otros colectivos se sumaron las presentadas por los consistorios de Atienza y Riofrío del Llano, así como las de agricultores y ganaderos de Cincovillas y varios particulares de forma conjunta. Finalmente, la Consejería de Medio Ambiente ha decidido tumbar el proyecto por considerar que no es viable desde el punto de vista ambiental y le deniega la autorización.
Este era el último caso conocido sobre la instalación de macrogranjas porcinas en la región. Cincovillas tiene apenas 23 habitantes y ya dispone de una explotación a unos 140 metros del casco urbano con unos 2.000 ejemplares. La particularidad es que el hijo de la alcaldesa del PP, Carmen Martín, es el que ha querido poner en marcha la instalación. Antes lo había intentando en la localidad de Riofrío del Llano, sin éxito.
48.000 pollos de engorde en Santa Olalla
Por otra parte, el Diario Oficial también ha publicado resolución de la Dirección Provincial de Medio Ambiente en Toledo por la que resuelve que la explotación avícola de 48.000 pollos de engorde, para su cría intensiva, en el término municipal de Santa Olalla, cuyo promotor en José Luis Collado, no requiere de evaluación ambiental por “no tener efectos significativos sobre el medio ambiente”. A unos 50 kilómetros de Santa Olalla se encuentra la pedanía talavera de Gamonal donde una empresa ha intentando instalar dos macrogranjas extensivas, con 7.200 cerdos cada una.
El proyecto está previsto para el paraje denominado El Barillal, parcela que es suelo rústico de reserva y con cuatro hectáreas de superficie. La distancia a suelo urbano más próximo es mayor de dos kilómetros al municipio de Santa Olalla, uno de los requisitos para la instalación de estas macrogranjas que quiere decretar el Gobierno castellano-manchego.
Constará de dos naves que se construirán en paralelo. Esta nueva iniciativa ha recibido consultas de Ecologistas en Acción, WWF/España, Agrupación Naturalista Esparvel, entre otros colectivos, que apuntan que la ubicación inicial del estercolero, después modificada por el empresario, podía afectar al dominio público hidráulico debido a un arroyo intermitente que atraviesa la parcela. Además, se ha excluido como zona de acopio de cualquier tipo de material las zonas más próximas a cauces o aquellas que puedan drenar hacia él, utilizando en todo caso, las zonas agrícolas existentes. En la resolución tampoco se aprecian posibles afectaciones a la salud humana por ninguno de los organismos o instituciones consultadas.
1.980 plazas de debo en La Pueblanueva
Finalmente, otra resolución del mismo organismo de la Junta también estipula que no requiere evaluación ambiental el proyecto de explotación porcina de 1.980 plazas de cebo en el término municipal de La Pueblanueva, cuyo promotor es Carlos Manuel Mejías Correas. Este caso se trata de una parcela en el paraje de La Monja con 39.000 metros cuadrados de superficie en suelo rústico no urbanizable. También serán dos naves y se proyecta igualmente una balsa de purines en tierra impermeabilizada por compactación de arcillas naturales.
Se da la circunstancia de que, desde la provincia de Cuenca, la Plataforma Stop Macrogranjas Pueblos Vivos ha afirmado que la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente ha abierto un expediente sancionador a la macrogranja de Cañete por un “presunto incumplimiento” de la declaración de impacto ambiental (DIA) y ha criticado que esta es “otra irregularidad más” de una de estas instalaciones. El colectivo incide en que esta nueva instalación “tiene el rechazo de los vecinos de la localidad”, manifestando que su puesta en marcha supondría “un tremendo quebranto económico y una pérdida de puestos de trabajo” para las empresas dedicadas al turismo rural.
“La Plataforma estará atenta para que la Consejería sea diligente con este expediente y, en caso de que se confirme este incumplimiento, se sancione a los promotores con acuerdo a la norma”, ha añadido. Además, el portavoz de Stop Macrogranjas Pueblos Vivos, Carlos Gómez, ha asegurado que un vecino de la localidad conquense ha recibido amenazas “por oponerse a este proyecto”, mostrando su “solidaridad con la víctima y repulsa a estos hechos”.