Desde hace varios días, las redes sociales se han llenado de mensajes pidiendo a la Real Academia Española (RAE) un Diccionario “más igualitario”. Se trata de la primera acción, dentro de la campaña #FemiRAE, llevada a cabo por la Plataforma Feminista de Guadalajara para avanzar en la igualdad lingüística, y que han decidido bautizar con el nombre “María Moliner sabría lo que hacer” #MaríaMolinerSabríaLoQueHacer, en referencia al diccionario del uso del español creado por esta bibliotecaria y lexicógrafa, y que se basa en la costumbre, las expresiones y el uso correcto de nuestra lengua en todas sus variantes y con cercanía a la cultura popular.
Coincidiendo con el Día Europeo de la Justicia que se celebra este 25 de octubre, varios colectivos se han sumado a esta petición surgida desde Guadalajara, que reivindica cambios encaminados a que el Diccionario de la Real Academia sea más igualitario, con ocho puntos concretos que, consideran, son peticiones “realistas” y que contarían con el visto bueno de la mayoría de los miembros de la Academia.
Según explica Paloma Gavilán Bouza, de la Plataforma Feminista de Guadalajara, los colectivos que han impulsado la campaña son conscientes de que, tal y como figura en el Informe que la RAE elaboró el pasado mes de enero, dentro de sus tareas no está la de “impulsar, dirigir o frenar cambios lingüísticos de cualquier naturaleza”, ya que los cambios “que han triunfado en la historia de nuestra lengua no han sido dirigidos desde instancias superiores, sino que han surgido espontáneamente entre los hablantes”. Precisamente, por esa espontaneidad, reivindican ocho puntos que ya están presentes en el idioma hablado: “Solo falta que sean reconocidos y queden registrados en el Diccionario”.
Así, llaman la atención sobre la necesidad de incluir las etiquetas de “sexista”, “despectivo”, “en desuso” o “discriminatorio”, especialmente en los duales aparentes (como zorra/o o lagarta/o); revisar los más de 150 sinónimos de la palabra “prostituta”, añadiendo esas mismas etiquetas; ponderar definiciones asimétricas como “mujer pública/hombre público”, e incluir palabras con perspectiva de género y amplio uso, como “lenguaje sexista” o “violencia de género”.
“Trapos”, definición de “hombre” y nuevas incorporaciones
De igual forma, sus peticiones también se centran en revisar los ejemplos desde una perspectiva de género para evitar casos como el de “Trapos”, definido como “Prendas de vestir, especialmente de la mujer” y con ejemplos como “Todo su caudal lo gasta en trapos.”
Por este mismo motivo, proponen revisar la definición de “hombre”, que actualmente incluye “mujer”, lo que da lugar a frases como “Mi madre es un hombre listo”. Asimismo, consideran que debe ordenarse la aparición de palabras alfabéticamente, como por ejemplo “maestra/o”, y no al revés.
Paloma Gavilán precisa que es de lo más natural que la RAE incluya en su Diccionario palabras que considera válidas por la enorme extensión de su uso, como ocurrió recientemente con “casoplón” o “sororidad”, por ejemplo. Por eso considera que los colectivos feministas no piden forzar los cambios o las revisiones, sino asumirlos porque muchas expresiones y definiciones mencionadas están desuso y otras como “violencia de género”, “trata de mujeres” o “techo de cristal” puede reconocerlas cualquier hispanohablante.
“Con esto queremos animarles a actualizar el diccionario para hacerlo más igualitario. Sabemos que son permeables a los cambios y que terminarán por aceptar estas peticiones. Estamos todas y todos en el mismo barco, en ese camino hacia la igualdad, y es muy importante conseguirlo también en la lengua que hablamos”, subraya.
La campaña ha congregado a casi un centenar de colectivos feministas de todo el país, que se han hecho eco de las demandas. Ahora, desde la Plataforma Feminista de Guadalajara esperarán a ver cómo reacciona la RAE y si no recoge estas propuestas, “como somos insistentes, volveremos sobre ello en un tiempo, incluyendo cada vez más peticiones”.