Las enfermedades vasculares provocan 120.000 muertes al año en España. De hecho, en 2019 fueron la primera causa de fallecimientos entre las mujeres y la segunda entre los hombres. La pandemia de SARS-CoV-2 no solo no ha cambiado esta situación, sino que la ha agudizado porque muchos de los pacientes no han sido atendidos o diagnosticados. Es parte de la factura que pasa la pandemia a la sociedad.
Así se ha puesto de manifiesto en el VII Simposio Internacional de Cirugía Endovascular que ha organizado la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) cuyo Capítulo de Cirugía Endovascular está presidido por la doctora Mercedes Guerra Requena, jefa del servicio de esta especialidad en el Hospital Universitario de Guadalajara.
Estos profesionales ponen el foco en las otras enfermedades que han sido “olvidadas” a causa de la pandemia y piden “preservar” la actividad quirúrgica. ¿Con hospitales de pandemias para relajar las listas de espera? Sí, pero con redistribución de recursos humanos.
La COVID-19 también afecta a nuestras venas y arterias. El virus desmonta “cada día una teoría” a estos especialistas que abogan por implementar y dotar de recursos a la telemedicina porque el coronavirus “no espera” y ni siquiera se sabe cuántas olas quedan por llegar.
En 2019 las enfermedades vasculares fueron la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres. ¿La pandemia ha cambiado algo?
En absoluto, pero parece que eso se ha olvidado. Es algo que hemos querido sacar a la luz en el Simposio Internacional. No ha dejado de haber infartos, problemas vasculares, ictus…Eso no ha desaparecido. Lo que pasa que no sale a la luz porque todos hablamos de la COVID.
Usted ha hablado de la paradoja de las UCI llenas y los quirófanos vacíos o transformados en UCI. ¿Qué consecuencias ha tenido?
Las que ha tenido y las que tiene. Como el resto de cirujanos, los vasculares hemos visto convertidas nuestras salas de quirófano o de reanimación post quirúrgica en UVI. No hemos podido operar y se puede imaginar lo que ha ocurrido con las listas de espera clásicas.
Se comenzó por reducir el número de quirófanos en función de la ocupación de zonas. Se fueron reduciendo los recursos quirúrgicos a patologías oncológicas o no oncológicas, de forma preferente, según la situación. Llegó un momento de parada absoluta y solo pudimos operar de urgencia.
Esa fue la realidad de la primera ola. Entramos a formar parte de los equipos COVID, en otras especialidades cuando hizo falta. Se hará siempre que sea necesario pero lo que decimos es que necesitamos operar.
Desde marzo, “nunca se ha llegado a retomar la actividad quirúrgica al 100% en España”
¿Esto se está repitiendo según nos adentramos en la segunda ola? ¿La gestión político-sanitaria ha aprendido de lo ocurrido?
Sí, se sigue repitiendo y nuestra sensación es que no se ha aprendido. Con un verano por medio deberíamos haber tenido planes hechos en función de cómo está cada fase de la pandemia y tomar decisiones para preservar la actividad quirúrgica siempre que se pueda.
Obviamente no se va a someter al paciente a un riesgo quirúrgico y no hablamos de patologías que pueden ser demoradas, pero hay otras que no pueden esperar y no me refiero solo al cáncer.
En patología vascular podemos tener a un señor, sin dolor, con un aneurisma de aorta que puede crecer y romperse. La función del cirujano vascular es desactivar esa bomba antes de que explote. Si no tengo quirófanos, no puedo darle respuesta y cuando estos pacientes aparecen vía urgencia, entonces hay que buscar el recurso.
Sabemos ya cómo va la pandemia, cómo sube la curva. A lo mejor tenemos, segunda, tercera ola…luego nos estabilizamos…Habrá que planificar para que, en momentos de bajada, operemos todo lo posible.
¿Eso no se está haciendo?
Hemos estado operando en verano con disminución de recursos, que es lógico. Lo normal hubiera sido retomar la actividad habitual en septiembre. No se ha podido hacer en ningún hospital de España. No se retomado nunca al 100% la actividad quirúrgica. Los mejores están al 60% o 70%.
Se habla mucho de la utilidad o no de los hospitales de pandemias por ejemplo en Madrid o en Castilla y León para liberar las listas de espera. ¿Qué opina?
Mi opinión personal es que para eso hace falta recursos de personal. No podemos construir un hospital de la noche a la mañana y después con qué lo llenamos. Las plantillas vienen siendo cortas desde hace años y en situación de pandemia se pone más de manifiesto.
En la historia tenemos experiencia de otras pandemias, aunque no las viviéramos, como la tuberculosis. Entonces se crearon hospitales dedicados a ella. Más allá de la connotación de la época de estigmatización de esos pacientes, la COVID es diferente porque no atiende ni a clases sociales ni a recursos de higiene. Todos somos susceptibles de contagio.
Si consiguiéramos aislar en un centro específico a los pacientes COVID, sea en hospital de pandemias o no, y que el personal que atiende COVID en el hospital se traslade allí…Si no, ya me dirá cómo doblamos plantillas para cubrir dos hospitales.
Así dejaríamos circuitos limpios. Si hacemos convivir ambas cosas, la COVID se come todos los recursos. Habría que hacer redistribución de recursos humanos si se crea este tipo de centros.
En todo caso hay que hacer un plan gradual de recursos según el momento en el que estemos y con el objetivo de preservar la atención a las otras patologías.
“Hay que trabajar muy rápido, la pandemia no espera a que montemos la telemedicina”
¿Qué peaje están pagando los pacientes vasculares? Se ha hablado de empeoramiento de patologías como el pie diabético o del retraso en el diagnóstico. ¿Hasta qué punto es grave la situación?
Hace muchos años que se ha demostrado que hay que trabajar en la prevención y en diagnóstico precoz. Será menos costoso y más eficiente y si no, volveremos a la medicina del siglo pasado.
Y para eso hay que tener consultas abiertos. Si no podemos tener a los pacientes juntos en una sala, con sus familiares, entramos en un problema de espacio físico. Nuestros hospitales no están diseñados para esto. ¿Cómo hacer el seguimiento a los pacientes? Tenemos un problema.
Por eso sugerimos la telemedicina, pero es que nos pilla sin tener un sistema instaurado, testado y sobre todo homogéneo en toda España. Eso ya es rizar el rizo. Pedimos medios porque los pacientes tienen miedo a venir, no saben cómo hacerlo o si es mejor quedarse en casa. Tampoco pueden acceder a nosotros. No conocen los cauces, el teléfono no para de comunicar…Hace falta trabajar muy rápido, la pandemia no espera a que nosotros montemos la telemedicina.
Y en el hecho de no acudir a consulta, ¿pesa más el miedo al contagio o las dificultades para contactar con los profesionales sanitarios?
Es algo que hemos intentado contrastar durante el simposio a través de la participación de pacientes en el encuentro.
Hemos salido al paso como hemos podido. Nosotros en Guadalajara damos el teléfono de contacto con la consulta por si empeoran, hay guardia de vascular y además hemos hablado con Primaria para que a través de un correo electrónico nuestro pudieran enviar fotos de lesiones para ver las heridas de los pacientes para saber quién tiene que venir antes.
Hoy en día tenemos más medios para que no sea tan rudimentario, pero hay que implementarlos.
Pedimos medios porque los pacientes tienen miedo a venir, no saben cómo hacerlo o si es mejor quedarse en casa. Tampoco pueden acceder a nosotros. No conocen los cauces, el teléfono no para de comunicar...
¿Los pacientes, están preparados para asumir el uso de la tecnología? Hay regiones como la nuestra donde ni siquiera podemos hablar de un 100% de cobertura en internet o en teléfono según los sitios
En Castilla-La Mancha se empezó a trabajar en junio a instancias de la Dirección General de Asistencia Sanitaria que nos solicitó opinión a las sociedades científicas sobre la implantación de la telemedicina. El Capítulo de Cirugía Endovascular elaboró un documento sobre cómo aplicarla a las áreas de consulta o quirófano. Todo eso hay que ponerlo en marcha y coordinarse con mucha gente incluyendo informáticos y protección de datos.
Entre nuestros pacientes destaca una franja de edad en la que no se manejan con la tecnología al margen de la disponibilidad económica para acceder a ordenadores o tablets. Hay parte de esta telemedicina para la que consideramos que se necesita al Centro de Salud. Será el médico de cabecera el que tenga que contactar con nosotros vía telemedicina si el enfermo no sabe.
Nos ha pasado en la pandemia: la gente no sabía hacerse una foto y enviarla por correo electrónico y no tenía a nadie.
Hay parte de la telemedicina para la que consideramos que se necesita al Centro de Salud. Será el médico de cabecera el que tenga que contactar con la sanidad especializada vía telemedicina si el enfermo no sabe
En este Simposio se ha puesto sobre la mesa el Libro Blanco de la especialidad con una radiografía de la cirugía vascular en España. ¿Cuál es su finalidad?
Muy concreta. Esperamos seguir recogiendo datos, al menos cada dos años. Es una especialidad desconocida. Nos encontramos con pacientes tratados con técnicas endovasculares fuera de nuestra especialidad y sin la formación MIR necesaria, aunque uno sea habilidoso en la técnica.
Ha habido una revolución. Hemos pasado de las grandes incisiones a las técnicas endovasculares, con ingreso de 24 horas y mínima incisión. Hacemos una proyección de la evolución y de los recursos en el país. No son homogéneos. Los pacientes no tienen la misma oferta en función de donde vivan.
1,3 cirujanos vasculares por cada 100.000 habitantes en España. ¿Es suficiente? Sobre la mesa también se ha puesto la falta de médicos…
Recibimos constantes oferta de trabajo. Se buscan en muchos sitios de España y no hay nadie en paro. Faltan.
Por un lado, hablamos de que no hay plazas MIR para cirujanos vasculares, pero también miramos los números clausus de las facultades muy altos y no entendemos por qué la gente que tiene recursos puede entrar en las privadas y quien no puede pagarlo se queda fuera. Además está la realidad de que los médicos se van a otros países y no vuelven porque sus condiciones laborales son muchísimo mejores.
Quirófanos híbridos en Castilla-La Mancha
¿Cómo estamos en cuanto a tecnología?
Los cirujanos vasculares hacemos soluciones integrales para el paciente a través de cirugía clásica, mediante catéter endovascular o combinando ambas técnicas. Necesitamos trabajar en quirófano y se están desarrollando los quirófanos híbridos con equipación radiológica para tener la posibilidad de hacer TAC durante las intervenciones.
En el Hospital de Guadalajara, que da cobertura a Cuenca, está proyectado uno de estos quirófanos híbridos para usar mañana, tarde y noche. También los tendrá el nuevo Hospital de Toledo para varias especialidades.
Sabemos poco de la COVID y aprendemos sobre la marcha. Cada día nos desmonta teorías. Sí que parece que produce inflamación en el sistema vascular y una gran carga de formación de trombos
Sistema Vascular y COVID. ¿Qué sabemos? En estos meses se han relacionado mucho ambas cuestiones e incluso se debate si la COVID es una enfermedad vascular o no
Sabemos poco de esta enfermedad y aprendemos sobre la marcha. Cada día nos desmonta teorías. Sí que parece que produce inflamación en el sistema vascular y una gran carga de formación de trombos.
Al principio se hablaba trombosis venosas, de fallecimientos súbitos por tromboembolismos pulmonares masivos, hicimos muchos TAC de detección en pacientes en UVI con cargas virales muy altas y con analíticas muy elevadas.
Después aparecieron en el sistema arterial, en la aorta, donde el flujo es muy alto y no son habituales. Lo estamos viendo en pacientes jóvenes sin arterioesclerosis y que presentan trombos. Es muy llamativo encontrarse esa imagen. Han provocado infartos de riñón, de bazo…
Además, se ha desatado la alarma por pacientes COVID que han debutado con obstrucciones en los stents (prótesis vasculares) que habíamos puesto o en los baipás de las arterias.
Se estaba disparando y por eso nos cuestionamos ahora si cuando nos llega un paciente sin perfil de riesgo cardiovascular, deberíamos saber si ha pasado la COVID como posible causa cuando no nos cuadra en el perfil de un enfermo. El problema es que no hay medios, pero bueno, lo estamos incorporando.