Miguel Casado, vallisoletano pero afincado en Castilla-La Mancha hace varias décadas, es uno de los poetas más conocidos de la región. Recientemente, presentó su última obra, ‘El sentimiento de la vista’, con la que rompe once años de silencio en la poesía. El tema, lo cotidiano, las imágenes que nos acompañan a todos en la vida diaria, pero también cine, viajes y reflexión política. “Nos han acostumbrado a pensar que la política va aparte, pero en realidad la política se refiere a todo lo que nos pasa y de alguna manera cuando pensamos sobre las cosas ese sustrato ese pensamiento está ahí”, señaló Casado en la presentación de la Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha.
¿Cómo ve la situación de la poesía en España?
Creo que es muy parecida a la de los últimos años. Nunca ha sido fácil la difusión de la poesía, ni publicar. Se han cerrado bastantes editoriales con la crisis, se han abierto otras, valientemente. Han desaparecido los espacios públicos más grandes, como cuando hablamos del círculo de Bellas Artes o la Residencia de Estudiantes que ya apenas tienen casi actividad. A cambio nacen espacios nuevos, librerías, sedes de asociaciones, clubs de lectura, el movimiento en la poesía a mí me parece que es continuo. Siempre con mucho entusiasmo y dificultad a la vez.
Pero creo que hay muy buenos poetas y no hay muy buena recepción o difusión en los medios, más bien pequeña, pero todo como ha sido en los últimos 30 y 35 años.
¿Dentro del panorama cómo entra esta obra que presenta?
La obra de cualquier poeta no obra en ningún panorama, sino que es personal. El que escribe poesía lo que pretende es crear un espacio personal que sea a la vez una lengua y un mundo que son inseparables entre sí. En ese sentido del panorama, tendrían que hablar los críticos. En mi caso, para mí es un libro muy importante, he estado once años sin publicar poesía, sino ensayo y crítica. En este sentido es una vuelta a lo que me parece fundamental de la escritura.
¿A qué se debe la vuelta a la poesía?
Siempre me he dedicado a la teoría y la poesía. Me parecen dos aspectos que me interesan muchos, al igual que la traducción, pero la escritura ces como el núcleo de todo para mí. Si no he publicado es simplemente porque no podía, porque no escribía lo suficiente o no veía claro el libro que quería hacer. Esto forma parte de la discusión con uno mismo que tenemos todos constantemente. En este sentido, sacar el libro es una buena sensación, que también va acompañada de inquietud, que responde también a lo que andabas buscando.
¿El libro tiene algún tema en concreto? ¿Cómo lo definiría?
Siempre digo que la poesía no es un trabajo de temas, sino de la lengua, la construcción de un mundo. No se trata esto o lo otro, sino que va haciendo camino. Es una escritura, que veo muy de diario, en el sentido de que está al hilo de las cosas de cada día. Esto es variadísimo, es lo que vemos, la ciudad, el campo cuando viajamos, las cosas que nos pasan, lo que nos dicen, oímos, pensamos, soñamos... Es una reconstrucción de ese espacio vital, de este flujo en el que se van mezclando infinidad de cosas. Ahí hay un poco todo lo que he dicho: paisaje, viajes, reflexión política, pensamiento sobre la poesía, hay películas y lectura.
No se está tomando desde un lado temático, sino desde ese discurrir de las cosas, fuera y también por la cabeza.
¿Cuál es su apreciación del panorama en Castilla-La Mancha?
Publiqué hace una docena de años una antología de poetas de Castilla-LA Mancha, con poetas nacidos desde el 39. En este sentido, es una poesía muy amplia e interesante, pero a la vez tengo la sensación de que no hay un verdadero circuito de intercambio y difusión que sea común a la región. Todo está fragmentado en provincias y ciudades, no hay espacio común de intercambio. Hay más de lo que había, pero es muy endeble. Los poetas merecen mucho la pena.
¿Se sufre también esta falta de espacios públicos que ha mencionado?
Sí y siempre estaría bien que hubiera lugares que sirvieran como un circuito de difusión. Pero hay cosas, está Vive Voix, la sala de Matadero... La misma biblioteca. Todo es necesario y es bueno. Pero creo que de ninguna de estas cosas se acaba de circular de una forma suficientemente general, extendida, no acaban de romper estas burbujas. No llega siquiera a lo especializado.