José García Molina lo tiene claro. Para renegociar los presupuestos la llamada debe venir de Emiliano García-Page. Así lo señaló el secretario general de Podemos en una entrevista con la Cadena Ser, así como la secretaria de Organización del partido, María Díaz. Molina señalaba que el partido siempre ha dicho que están dispuestos a negociar “hasta la extenuación si hace falta” pero por unas cuentas que den un giro políticos.
En cuanto a una posible “abstención técnica” Molina ha cuestionado que el Gobierno no quiera negociar con el PP. “No sé por qué escribieron la misma carta si no tienen la misma intención de negociar. Suena raro, quizás planea en el ambiente la abstención técnica”, señalaba el secretario general. Por su parte, María Díaz señala que “por un lado” se envía una misma carta a todos los grupos parlamentarios, pero “por otro” se oyen declaraciones en las que niegan que quieran negociar con el PP. “Entonces, ¿por qué envían la misma cartas a ambos grupos?”, cuestiona.
En cuanto a la posible “abstención técnica”, Díaz ha declinado valorar la posibilidad, señalando que es algo que debe hacer el Gobierno, pero sí ha admitido que es lícito y también “parlamentariamente fiable”. “No nos extrañaría que haya una especie de devolución de favores.Si se han aprobado los presupuestos a nivel estatal aunque sea prestando un diputado, quizás ahora hay que devolverse los favores”, aventura. En este sentido advierte al PSOE de que “ellos sabrán que condiciones van a poner y con quién van a negociar”.
En cuanto a la carta, ha criticado, al igual que el PP, que no “concreta absolutamente nada” y por eso ha pedido que para iniciar una “buena negociación” se debe tener también “una buena comunicación”. “Creemos que se ha perdido ya demasiado tiempo”, afirmó, a la vez que lamenta que los grupos parlamentarios todavía no sepan los presupuestos que pretende presentar el Gobierno. “Son ellos los que deben marcar la hoja de ruta y negociar y decir cómo debe ser. Otra cosa es adelantarse”.
Para esta negociación sentencia que la comunicación “debe ser de secretario general a secretario general”, pero concede que las cartas han sido un procedimiento “lícito”. Sin embargo, desde Podemos también defienden que es parte de las cuestiones que deben darse entre partidos, no sólo entre los grupos. “En este caso, además, coincide que el secretario general es también diputado”, afirma.