Ambas coinciden en mucho, y más que en el nombre. Desde Ciudad Real y Cuenca relatan cómo han participado en movimientos sociales desde muy jóvenes, y ambas inciden en el movimiento feminista. Y ahora coinciden, también, en Podemos. María Romero y María Ángeles García salieron elegidas en las primarias de la formación de Pablo Iglesias para participar en la lista para las elecciones autonómicas. ¿Por qué en Podemos? ¿Y qué es lo que trae a estas mujeres a participar tan activamente en la política?
“Llevo participando en colectivos sociales desde los 18 años”, señala Romero desde Ciudad Real. La joven de 24 años menciona la PAH, asambleas feministas, que finalmente la llevaron a Podemos. Pero antes pasó por Izquierda Unida, mientras combina trabajos precarios y su segundo máster en Educación. “Me pasé a Podemos porque considero que tiene una capacidad de incidencia en la sociedad, participativa y abierta, en la que creo”, asegura Romero. Es esta incidencia, o la falta de ella, la que la alejó también de Izquierda Unida, aunque asegura traer buenos recuerdos desde la formación política.
¿Qué puede aportar una chica tan joven a la formación política o a la región? Para empezar, Romero asegura que se parte de la base de la pluralidad que ha garantizado una elección abierta de quienes son ahora mismo los candidatos. “Siempre tiene que cumplirse la pluralidad en un partido político”, recalca. Y su pluralidad viene de sus experiencias previas, si bien no cree que sea en un contexto muy diferente al de sus compañeros. Sin embargo, recalca que lo que sí es necesario es que haya mujeres con formación en igualdad de género. “Es importante ser mujer, tener perspectiva de género y formación en el asunto”, asegura, lamentando, por ejemplo, que no se haya podido trabajar de manera total en ella en la elección de los cabezas de lista autonómicos de Podemos en España.
El otro tema de especial interés para Romero es el tema del paro juvenil. “Yo vivo con mi madre de hecho. Es desolador”, asegura, mientras se apresura en señalar que no es que falten los recursos en Castilla-La Mancha, sino una gestión eficaz de los mismos. “Es la falta de esta voluntad política, la que acabamos pagando los jóvenes”, señala, mientras enumera otras consecuencias, como el envejecimiento poblacional, o el exilio “obligado”. Puntos a tener en cuenta para Romero: falta de servicios que se aportan a la juventud y un impulso al desarrollo de proyectos de emancipación, vivienda, empleo o acceso a la educación.
“Entiendo Podemos como la manera que tiene la ciudadanía para organizarse”
María Ángeles García también ha participado en movimientos sociales desde que era joven, más tiempo que Romero, aunque no ha querido desvelar su edad. Llegó a Cuenca desde Granada hace 28 años y se ocupó de montar el servicio de Neurofisiología en el Hospital Virgen de la Luz de la capital conquense. Ahora, sin embargo, debe lidiar con condiciones “peores que con las que llegué” tras los recortes que ha sufrido el servicio y las plantillas orgánicas en el centro sanitario. “Esto ha sido un ataque personal por mi participación en la Plataforma”, señala García, refiriéndose a la Plataforma por la Sanidad Pública de Cuenca, en la que trabaja desde su nacimiento, hace tres años. “Igual que mi nieta”, sonríe.
Nunca ha participado en partidos políticos o, incluso sindicatos, si se exceptúa Comisiones Obreras, pero sólo por la necesidad de un abogado. “Me considero comprometida con los problemas de la sociedad, pero desde los movimientos ciudadanos”, asevera. La experiencia viene desde Granada, y pasa por asambleas feministas, Federación de Padres y Madres, Colegio de Médicos y también, por supuesto, la lucha por la sanidad pública en Cuenca. ¿Y cómo pasa a Podemos? “Estar en un partido me cuesta, pero creo que Podemos es algo nuevo, y tiene ventajas y problemas, tal como ocurre con esto. Pero lo entiendo como la manera que tiene la ciudadanía para organizarse”, señala García.
Debido a ser una de las caras visibles de los movimientos sociales en Cuenca, donde se le conoce, y mucho, Podemos decidió llamarla de forma personal a participar en el proyecto que se estaba gestando en Castilla-La Mancha. Y ella decidió decir que sí, debido a su experiencia como profesional sanitaria, que se acerca ya a los treinta años como médico. “Aparte de mi experiencia, también puedo aportar el punto de vista de los pacientes y las denuncias que hacen de forma constante”, señala. Y todo esto va al programa que se confecciona en la formación, actualmente.
¿Expectativas? “No soy vieja, pero tengo una edad. Cuando ya tienes más experiencia, las perspectivas cambias”, señala sonriente García, Además, señala que lo que frustra a tantos, para ella no es una novedad, porque ha pasado por ello en muchas ocasiones. “La responsabilidad me llevó a decir que sí a Podemos. Llevo tanto tiempo protestando para que las cosas cambien, y ya es hora de asumir la responsabilidad y participar”, asegura García. Además, señala, se ha sentido cómoda con la acogida del partido y aportará todo lo que tenga para dar, pero sin mayores expectativas a futuro. “Los conflictos no me agobian, porque la experiencia te hace entenderlo mejor”, finaliza.