Cuando Ángela Zarzoso llegó a Talavera de la Reina, hace ya doce años, no había ningún colectivo o asociación de apoyo u orientación para el colectivo LGTBI. “Sólo Triángulo”, explica. “Era muy fácil no sentirse identificada con nada y marcharte a Madrid”, reflexiona. “Cuando esta Junta Directiva dio el paso en 2018 fue principalmente por los menores que siempre están deseando ser mayores de edad para poder marcharse a otra capital o a otra comunidad autónoma. No por evolución profesional, sino simplemente del colectivo”, lamenta.
Crean entonces LGTBora, en sintonía también con el feminismo juvenil talaverano. La perspectiva feminista, recalca, es inmensamente importante dentro de la defensa de las personas gais, lesbianas, trans o bisexuales, como ella. “Necesitábamos constituirnos como una asociación, sino no seríamos tomadas en serio. A partir de ahí, no hemos parado de trabajar, aunque el trabajo se haya paralizado por la COVID-19”, recalca. La asociación “ha hecho historia” en Talavera, con la primera marcha del Orgullo, por ejemplo, y también de manera “desgraciada”, defendiendo muchas agresiones a personas dentro del colectivo.
“Estamos remontando en fechas en las que volvemos a ser visibles con el Orgullo, es algo que no me satisface del todo, porque la sociedad está muy acostumbrada a vernos en estas celebraciones, pero lo que nosotras hacemos es trabajar desde la educación, la igualdad y la diversidad. Especialmente la educación”, recalca Zarzoso.
Educación también en el feminismo. “Hablaba el otro día con Mar Cambrollé y me comentaba que las presidentas de asociaciones o plataformas sólo somos un 3%, normalmente son hombres gays”, explica. Es un trabajo también pendiente dentro del colectivo, asegura. “Intentamos quitarnos los rasgos patriarcales, porque en el colectivo estamos criados en la misma educación y también hay rasgos machistas, incluso dentro de los hombres trans porque al final lo tienen más allanado al hacer la transición”, reflexiona Zarzoso.
Este año, el lema elegido por la FELGTB es 'Feminismo, igualdad y derechos humanos'. El feminismo, recalca Zarzoso, es también un trabajo pendiente dentro del colectivo. “”Es que nos pasa lo mismo, parece que existe esa orientación hacia la tutela del hombre gay, pero masculinizado, que no tenga pluma, que parezca que está dentro del estereotipo heterosexual. Parece que ya puede una mujer romperse los cuernos por el colectivo, que no va a ser lo mismo“, reflexiona. ”La 'L' ha peleado y se ha hecho un hueco muy importante, pero las mujeres lesbianas siguen invisibilizadas, no por falta de espacio, sino por la inercia cultural machista“, explica. Y lo señala desde la visión de una mujer bisexual, remarca.
Y vuelve entonces también a la idea de la educación y su importancia por crear igualdad dentro de la lucha por la igualdad en derechos. También lamenta en este sentido lo que ha ocurrido en relación a la Ley trans, un colectivo que recalca necesita especial atención por su vulnerabilidad en la sociedad. “No es que el feminismo esté en contra de las mujeres trans, se trata de una parte muy pequeña”, afirma. “Hay mucha discusión interna entre los colectivos, porque esta dinámica debe cambiar”, afirma.
Política de los cuidados
“Tenemos que analizar qué es lo que pasa para que las mujeres sigamos pasando por esto, incluso dentro del colectivo. Siento que también es verdad que la política de cuidados sigue cayendo en nuestras espaldas y tenemos menos espacio de tiempo para dedicarnos al asociacionismo”, reflexiona. Y es que el cargo de presidenta, en su caso, también acaba agotando y se necesitan energía y recursos. “No todas las asociaciones funcionamos como la FELGTB o la Fundación Triángulo. Muchas no tenemos ninguna economía y lo hacemos de forma altruista”, recalca.
“Pero las políticas del cuidado siguen cayendo en nosotras y eso se ve en cada crisis”, afirma haciendo alusión a la pandemia del coronavirus. “El 50% de las población necesita que sean mujeres quienes las orienten, apoyen o enseñen. Sí que existe una carencia, porque llevamos ya suficientes años de esta inercia. Por eso tenemos que pegar el grito y decir que nos queremos representar a nosotras mismo, que no queremos que nos sigáis invisibilizando; basta de invisibilizar a las mujeres bisexuales, a las mujeres trans, a nosotras los gays tampoco nos representan”, recalca.
El trabajo por la igualdad LGTBI desde una perspectiva local
“La problemática que nos hemos encontrado en Talavera de la reina es la cercanía con Madrid. Es muy fácil desaparecer de Talavera y ser tú misma en Madrid, y por eso estamos intentando que no se pierda la población joven. Que sea por una carrera, por un trabajo, no por ser parte del colectivo. Es una pelea constante y muy educativa, muy a largo plazo que vamos realizando con pasitos muy firmes”, explica Zarzoso. Las personas que componen LGTBora son voluntarias y acompañan cada uno de los casos de forma individual.
“Las personas tienen todo el derecho a elegir, si denuncian o no. La gran mayoría por desgracia son menores que no han querido denunciar, muchas veces por vivir en un mundo más pequeño, el rural, en el que todos se conocen y resulta cada vez más difícil demostrar quien ha sido el que ha cometido la agresión”, afirma Ángela. Por eso, la asociación basa su trabajo en la educación, para crear una ciudad y una comarca seguras. “Nuestro pilar es la igualdad, la diversidad y el respeto. Que todas las semanas sean del Orgullo para hacernos más visibles y también poder disfrutar el trabajo”, recalca.
“Hemos decidido ser muy ambiciosas y locales, porque desde el punto de vista local, la visión siempre ha sido desde la asociación una de derechos humanos”, concluye.