El balance del fin de una legislatura nunca es fácil, pero en especial para un hombre que ha sido el único de un color diferente en una región dominada por el Partido Popular, aún más. De este modo Nemesio de Lara no descarta que este sea su último año en la política, pero sí está seguro de que, a pesar de estar muy orgulloso de su labor, cree que no ha sido suficiente.
¿Cómo es la experiencia de haber sido el único socialista en las diputaciones de la región?
El ‘Llanero Solitario’, sí. Primero sentí decepción. Sientes decepción al perder el Gobierno regional con una escasa diferencia. También fuimos la única lista de provincia en la que ganó el PSOE, la única en la que perdió la señora De Cospedal. Está la sensación de soledad, de intranquilidad, pero luego también la satisfacción de haber ganado. Es una de las ocho que existen en España ahora mismo gobernadas por el PSOE. Es saber también que cuentas con un buen equipo, pero también que no hemos sido capaces de alcanzar una mayoría que nos permitiera gobernar.
¿Cómo ha sido el diálogo que has llevado a cabo con la Junta de Comunidades?
Prácticamente no ha existido. A lo mejor en lo personal, pero traducidas en programas de gobierno conjuntos, convenios que sí han ocurrido en épocas pasadas, realmente ha sido cero. Es más, hemos tenido contenciosos con la Junta que podrían haberse evitado, como es el caso del Hospital del Carmen, que todavía no vuelve a la Diputación. Que se haya permitido su abandono desde la Junta de Comunidades, la ocupación, el mal estado, han provocado que nosotros hayamos encargado un estudio para evaluar si se puede usar de otra manera. No como hospital, pero como centro para asociaciones u otros servicios públicos. Otro contencioso es el Hospital psiquiátrico de la Diputación provincial, porque las competencias sanitarias no incumben a la institución. Y otro caso ya metafórico es el del Plan de Caminos, que pertenecía a la Junta de Comunidades, al entrar el ya existente se cortó, dejando una decena de pueblos sin poder disfrutar todavía de él. Ha habido desencuentros, no han colaborado con Fenavin, ni con España Original. Tenemos relaciones humanas cordiales, pero institucionalmente vivimos cada cual en nuestra respectiva isla.
¿Crees que os veis más afectados vosotros como Diputación, o más bien los ciudadanos?
Hay una situación curiosa. En los últimos años, la Diputación ha ejercido en muchos aspectos como de Junta, si me lo permites. En materia de empleos hemos concedido más de 70 millones a los pueblos, sin distinción de color, en función de unos indicadores tan sencillos como los datos demográficos y datos oficiales de paro. La Junta ha dado para este menester cero euros en este tiempo. Para emergencia social, es decir, para dar de comer a la gente, venimos destinando entre 2,5 y 3 millones de euros, y esa labor le corresponde al Gobierno regional. Lo hacemos también para becas de comedor escolar, que damos más de un millón y para material escolar, más de 600.000 euros. Inversiones en términos municipales, que antes daba la Junta, ahora se han reducido a prácticamente nada, y nosotros llevamos ya 8,8 millones de euros. Te podría dar más ejemplos, como el de Fenavin, pero son suficientes.
¿Cuál es el problema entre Fenavin y la Cumbre Internacional del Vino?
Ha habido mucha polémica, es cierto. Pero yo no quiero entrar en ese trapo, porque el sector vitivinícola no puede sufrir lo que haga o la Junta de Comunidades o la Diputación. Parece que vamos los unos en contra de los otros, pero eso también quedará en la conciencia de cada cual. Sería bueno que le hicieras esta pregunta a alguien del sector: bodeguero, exportador, cooperativista. En privado te dirán lo que pasa realmente con esto, cómo afecta al sector. He insistido también en que la presidenta nos acompañe y corte la cinta en la inauguración.
Se te ha criticado mucho lo que has hecho con las inversiones en carretera. ¿Cuál es el coste político de tus decisiones?
Si hubiese sido al revés, nosotros en el Gobierno y el PP en la oposición en la Diputación, pues probablemente hubiésemos criticado lo mismo. Hay un juego del que yo trato de huir, porque parece que hay que criticar por definición. Nosotros dedicamos más del doble de recursos a las carreteras que la Junta de Comunidades y nuestro presupuesto es 70 veces menor que el suyo. Esto es una media de doce millones de euros al año. Dudo mucho que haya alguna otra Diputación con el potencial económico de la nuestra que dedique más dinero a nosotros. Es una crítica absurda, increíble, censurable, porque hemos mantenido nuestro nivel de inversión de carreteras en los últimos años.
¿Qué pasaría en la provincia de Ciudad Real sin las actuaciones de la Diputación?
Esa pregunta me la he hecho varias veces. Es una hipótesis que manejo siempre. Sé que suena a ‘ombliguista’ e incluso a pedante y engreído, pero sería muy complicado, en lo social sobre todo. Sin las decenas de miles de euros que hemos empleado en emplear, y en otras tantas cosas, sin las inversiones, no soy capaz de ver las consecuencias. Sobre todo en pueblos pequeños. No exagero si digo que más de la mitad de las localidades más pequeñas hubiesen sido incapaces de atender las necesidades de sus vecinos, sin ninguna duda. Lo he dicho muchas veces y eso lo admiten hasta los mismos alcaldes del Partido Popular, siempre en privado claro. Sería una derrota social, los problemas hubiesen sido muy tangibles, y no quiero describir un mundo dantesco, pero las cosas hubiesen estado muy jodidas. No creo que haya muchas diputaciones que superen el nivel de inversión en iniciativas sociales de la nuestra.
Pones énfasis en la transparencia. ¿Cuál es la importancia que pones en ser un gestor con las cuentas claras?
No basta con ser transparente. Hay que ser buen gestor, no “transparentar la ruina”. Aquí hemos sabido ahorrar cuando otros malgastaban. He sido presidente durante muchos años y somos la institución más saneada de España, según el Ministerio de Hacienda. Nuestra deuda es la más baja de España, 9,6 millones de euros a final de año, pero me he comprometido a cerrar el año con una deuda de cero euros.
¿Es posible?
Claro. Acabamos el 2014 con un remanente de casi 58 millones de euros. Aquí no cae el maná por la chimenea, pero cuando otros gastaban en iniciativas que no repercutían necesariamente en el bienestar del ciudadano, nosotros ahorrábamos como hormiguitas. Cuando llegó la crisis, teníamos esos fondos para poner en la calle al favor de los ciudadanos.
¿Qué es lo que ha pasado con los asesores en la Diputación? ¿Cómo llegáis al punto en que la Justicia os obliga a cesarlos?
La sentencia que hay en relación a los eventuales de nuestra institución impediría que hubiese ningún asesor en ninguna Diputación. Aquí un representante de Comisiones Obreras, que tiene ojeriza al Gobierno provincial por puras razones personales, es el que sacó adelante esa sentencia. Nadie podría tenerlos, ni el Gobierno de España o cualquier otra institución. La Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local señala a una Diputación como ésta a tener trece trabajadores eventuales y cuando ha venido la sentencia había cuatro adscritos a los grupos políticos, y cuatro asesorando a la Presidencia.
¿Es esta legislación tu retiro?
No lo sé. Voy de candidato a concejal de La Solana, y bueno, tengo 62 años. Si tengo que dejar la política, me iré tranquilo, contento y sereno, pero me siento entero para seguir, no estoy débil. No sé realmente. Pero el camino que me vea obligado a elegir, sería feliz.
¿Te ha faltado hacer algo hasta ahora?
En clave política, seguro que muchas. No soy un vanidoso, podría haber dedicado más a muchas cosas, pero dependo del dinero. No tengo una fábrica como Pancho Villa en la revolución mexicana. Pero si hubiese dedicado más al empleo, me habría adelantado a los programas de emergencia social, antes de la crisis, podríamos haber seguido con la feria España Original... Pero ha faltado dinero. Hubiese recibido a más gente pero, claro, ahí también te falta tiempo.
¿Crees que Emiliano García-Page es el mejor candidato del PSOE?
Absolutamente. Apoyé su candidatura desde el primer momento. Soy seguidor y admirador de Emiliano, no sólo porque es mi amigo, sino como político. Veo su juventud, aunque ya no tenga veinte años, veo su magnífica experiencia, su diligencia, su habilidad para lidiar toros complicados durante todo el tiempo que ha estado en política. Es cercano, no es engreído, y son muchas cualidades por las que yo veo que es un buen candidato.
¿Qué deficiencias ves en el PSOE de Castilla-La Mancha?
Creo que nos hace falta tener más confianza en nosotros mismos. La izquierda se ha querido siempre menos a sí misma que la derecha. El Partido Popular ha sido capaz de aglutinar a gente de ultra derecha con gente más moderada, y nosotros estamos siempre organizándonos en ambientes separados y eso lógicamente es perjudicial.
¿Cómo calificarías el panorama de Podemos, Ganemos y otros movimientos que están surgiendo?
He tenido reuniones informales con gente de Podemos y cuando hablamos me dicen que me parezco a Podemos. Yo soy un hombre de izquierdas y lo digo con mucha satisfacción, así que a mí no me pueden dar lecciones de política, porque a la postre no es lo que dices, sino lo que haces. Sigo esperando que nos muestren realmente cuál es su programa de Gobierno. No basta con decir al ciudadano lo que quiera oír, sobre todo en estos momentos de depresión, sino que falta un planteamiento ideológico y político. ¿Cómo conviertes la ideología en praxis política? Algún día tendremos los programas.