Objetivo: recuperar el río Tajo para la ciudadanía

Desde que en 1972 el río Tajo dejó de ser apto para el baño en Toledo, muchas generaciones posteriores han escuchado las historias de sus padres o de sus abuelos sobre la antigua rivera o ‘playa’ en torno a su cauce. El trasvase Tajo-Segura, la posterior contaminación y la falta de medidas ambientales para su conservación hicieron después que la ciudadanía toledana comenzara a vivir de espaldas a su patrimonio natural más importante. Las Jornadas Por Un Tajo Vivo que la Red del Tajo, con la colaboración del colectivo Nueva Cultura del Agua, celebra en Candeleda (Cáceres) están sirviendo para poner en común todas aquellas iniciativas que buscan invertir esta situación durante los últimos años.

Es el caso de los trabajos que desde hace tres años lleva a cabo el grupo de investigación del Tajo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Una de sus miembros y profesora universitaria, Beatriz Larraz, señala que esa estrecha relación con la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo, nació con su presidente, Alejandro Cano. Fue él quien consiguió que la Universidad se implicase en esta lucha y que fomentara los trabajos de investigación en torno al río a través de tesis doctorales o trabajos de fin de grado.

“Varios profesores cogimos el testigo desde la Universidad y hemos conseguido unir a muchos investigadores en un grupo muy multidisciplinar que tiene abogados, geólogos, biólogos, zoólogos, economistas o matemáticos, para intentar rescatar y conseguir el buen estado ecológico del Tajo desde un enfoque muy diverso”, explica.

Las acciones que este grupo investigador ha realizado desde el año 2012 son muy variadas y comprenden básicamente una doble vía: la educación y la investigación. Por eso ahora están estudiando con el Ayuntamiento de Toledo la posibilidad de trasladar esa divulgación de cuestiones ambientales a los colegios de la ciudad. Con los alumnos universitarios “llevamos haciéndolo años”, pero “creemos que hay que ir a enseñanzas de Bachillerato, Primaria, Secundaria y también Infantil, para concienciar desde el principio”.

En cuanto a la investigación, estos profesores universitarios han conseguido que haya visto la luz el proyecto europeo Attenagua sobre el Tajo, dirigido por el investigador José María Bodoque. Actualmente se encuentran buscando financiación para elaborar otro informe internacional que determine los efectos y el impacto directo que suponen la mala calidad del agua y su falta de caudal. “Todo con un enfoque muy optimista, porque llevamos poco tiempo pero hemos conseguido unir a investigadores muy válidos que están trabajando mucho y muy bien este objetivo de recuperar el Tajo para la ciudadanía”, añade la profesora Larraz.

“Tenemos que dejar claro a los más pequeños que eso que ven no es un río”

De igual forma destaca que los problemas del río están “perfectamente claros” (así lo constataron con la publicación del libro ‘El río Tajo, lecciones del pasado para un futuro mejor’) y que lo que ahora hace falta “son soluciones”. “Tenemos también que dejar claro a los más pequeños que eso que ven no es un río, que un río debería moverse, debería estar limpio, tener dinámica fluvial, tener crecidas, y que el Tajo no tiene nada de eso al menos en la mayor parte de su cuenca”.

La otra parte ‘luchadora’ de estas acciones es la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo. En ausencia de Alejandro Cano, ha intervenido en las Jornadas Damián Villegas, uno de sus miembros. Ha explicado que este colectivo nació en 2009 en el contexto de una sociedad “muy poco participativa” y que “vive desde hace muchísimos años a espaldas del río”. Por eso también considera que la principal línea de trabajo es concienciar a la población haciendo acciones de todo tipo, desde charlas en los colegios hasta informar sobre las alegaciones a los planes de cuenca.

Villegas celebra la vía de colaboración abierta hace tres años con la UCLM, porque “necesitábamos tener argumentos científicos para defender el Tajo y la Universidad nos los ha proporcionado”. Ahora, afirma que es muy necesario que junto a ello, la Plataforma pueda conseguir aumentar su presencia en Toledo mediante acciones de voluntariado en dos líneas: un viaje por el Tajo en toda la provincia, “tomando notas de todos los agravios que ha sufrido el río”; y la instalación de mesas informativas y de recogida de firmas en los sitios más turísticos para concienciar sobre los dos problemas fundamentales, que son el trasvase Tajo-Segura y la contaminación.

“Esto es una carrera de fondo, sabemos que no es algo que vayamos a conseguir ni hoy ni mañana, y más en una época en la que la crisis ha hecho que lo más urgente sea la emergencia social, y los temas ambientales no estén en la agenda política. Pero aún así vamos a seguir luchando por que estén, y aunque sabemos que es una carrera de largo recorrido, ahí estamos y ahí seguiremos”, ha concluido.