Castilla-La Mancha Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Aporias de enero II

0

T. 25 de diciembre: Anoche el discurso del rey. El juego de manos, esas manos, el gesto de las manos. Quité el volumen de la televisión. Sólo atendí a las manos del rey ¿Qué puede decir un rey prisionero a toda una nación prisionera? Me gustaría en alguna ocasión hablar con él a solas: “Majestad, tranquilo, no soy nadie” Ese -no soy nadie- significa “Soy alguien, soy casi todos” Las manos del rey han tocado lo mismo que tu -ese casi tocar el mundo-.

T. 26 de diciembre: Uno comienza a ser famoso cuando otros empiezan a verlo en lugares donde nunca ha estado, siempre al lado de personas extrañas y en momentos que sólo existen en la imaginación de esos que dicen haberlo visto. Esto ha comenzado a sucederme hace no mucho tiempo. Hubo muchos días niebla alta en T. Esos cielos metálicos me recordaban a los de Berlín en enero. La niebla alta deja un poso de melancolía, la niebla baja, pegada a la tierra y al agua de incertidumbre. Una de las mayores desfachateces que he visto en los últimos días: A un ideólogo de las navidades versus funcionario municipal se le ha ocurrido desplegar una red de luces de led sobre el puente de Santa Catalina, de noche miles de perlas auríferas se iluminan entre los ojos del puente; en las aguas del río estos cables al reflejarse parecen raíces de fuegos. La belleza fácil es kitsch, la navidad en una pequeña ciudad de provincias es kitsch. Ese exceso de luces crea una disfunción que lleva a un no retorno. El sueño de todo hombre debería ser la oscuridad y finalmente una sola luz al fondo. La luz que guía hacia el origen.

T. 27 de diciembre: Una de las palabras ahora mismo más desgastadas y corrompidas es distopia, la mayoría de las personas a las que he oído utilizarla este año no saben realmente lo que significa. No es un concepto ni siquiera un constructo a través del que fluya la leche del cielo. En un periódico local atrasado leí que el Ayu. ha plantado cuatrocientos árboles, pero, ¿qué tipo de árboles? me pregunto, y entonces hago una lista de los supuestos árboles que en el futuro nos cobijarán con su sombra los días de verano. Como termino opuesto a Utopía, ese dys, malo en griego, y topos, lugar, podríamos decir que denomina a lo que sería un mal lugar, le mauvais endroit. El G. Orwell de 1984 quedó superado por La guerra de las galaxias, a la vez que la guerra de las galaxias ha quedado superado por Espartaco, y Espartaco por La navidad y toda su estulticia en torno a una falsa caridad. ¿Es este ahora un mal lugar, el espacio de una realidad distópica? Quizás nadie se haya dado cuenta hasta ahora de que la Navidad sea en nuestro tiempo una realidad distópica; todo es falso, hasta las luces, y que todo lo que se sobreilumina estalla. El gran aquelarre distópico resiste a le punaise, al bicho que nos mata, y la granja de Orwell ahora es un almacén a las afueras lleno de cacharros mecánicos que se mueven por ondas telepáticas que emite un dios subterráneo.

T. 28 de diciembre: Mi gran dilema es fotografiar o no fotografiar la puesta de sol de este día; pareciera que el río a lo largo de miles de años labrará su curso justo hacia el punto en el que se pone el sol de invierno, sigues la línea del río hacia el Oeste y allí está el sol hundiéndose en las aguas. Todos los inviernos es igual al principio del solsticio, y de la misma manera que los días van desapareciendo en la noche larga, unas horas después vuelve a surgir el sol río arriba al Este, también de las aguas. ¿Cuántos ríos hay así en el mundo, ríos cuya línea de descenso se haya labrado tan claramente desde el principio u origen del orto hasta el ocaso? Finalmente no fotografié el crepúsculo; lo vivo, no lo extingo, me lo llevo dentro. La fotografía hoy en día es el pequeño arte del olvido; multiplicas las imágenes para hacer desparecer la realidad. Las almas están en los pies, en lo que camina. Yo le he cedido mi alma al río, tengo un alma sucia. La diferencia entre orar y rezar es ontológica, orar pertenece a la poesía, rezar a la esclavitud. El orar multiplica las referencias, el que reza se arrodilla con palabras corrompidas. Muy temprano oí las campanas de Santo Domingo. El eco, los tañidos de la infancia. El primer día sin niebla me regaló la visión totémica del monte san Vicente. El alma es lo que camina, hacia allí quiero ir.

T. 29 de diciembre: El mundo se saturó de lenguaje. Las nuevas lenguas se hablaran en silencio. La basura espacial será acarreada hacia el sol por ángeles de careo y allí se fundirán. ¿Se puede profetizar en un periódico? ¿Qué será noticia y que no lo será a partir de ahora? La mentira hace ruido, ha vencido, es por eso que las nuevas lenguas, las inocentes lenguas se hablaran en silencio; simples corrientes de silencio humano que aprenderemos a hablar con los ojos en las escuelas. Pasear por la orilla del río a tres grados bajo cero, la exhalación y el aliento del frío al respirar me hace recordar los paseos junto al Pegnitz en aquel invierno en Nürnberg, el río se helaba y lo cruzaba sin miedo. El sol invernal es como una estufa de pobres, y cuando te da en la cara sientes regocijo. Quien odia el frío se odia a sí mismo, este frío de hoy es lo que permitirá que todo renazca con fuerza a finales de marzo.

T.31 de enero: ¿Quién será mañana en T., el Mauricio Palmelli saltando al río desde el puente de santa Catalina, o Rick de Sonay emulando el salto desde el puente Cavour en Roma para il tradizionale tuffo nel Tevere? Mi amigo el ceramista Ángel Núñez ha moldeado en su taller del Toro encohetado a un nadador de barro. Cada hombre que se arroje ese día a las aguas del río para un baño purificador por todos nosotros, se romperá en mil hombres. Los gestos nos serenan y nos dan fuerza para continuar. Me ha pedido que lo acompañe en el momento en el que lo arroje a las aguas desde el puente. Mi teoría es que flotará. Esto debiera ser a la hora del ángelus del 1 de enero de 2021. ¿Será noticia?

T. 3 de enero: De todos los regalos que querría un niño para la noche de Reyes una gran nevada, belle chute de neige ¿Quedan niños que deseen eso? El blanco iluminado por la luz y la posibilidad de comenzar el libro de su vida con los pies, de avanzar por una inmensa hoja blanca sin límites; es un regalo que se derrite pronto, y lo que queda escrito a partir de ahora es la misma tierra, y el niño ya no lo escribe con los pies, sino con la mano, y para sentir que es a la vez niño y hombre, unas veces escribe ese libro de su existencia con la diestra y otras con la zurda. No hay almas diferentes en esas caligrafías, es la misma alma la que las escribe y los trazos se asemejan a ramas muy secas rotas sobre la mesa ¿Nevará pronto? Quizás para cuando este artículo aparezca en el periódico ya lo haya hecho y todo se haya derretido como la falsa ilusión a la que nos arrastran los días.

T. 6 de enero: Los reyes me han dejado esta noche sobre la mesa una pluma negra y la Teoría de los colores de Goethe. El  espectro luminoso según la teoría de Goethe viene a decir que cuando un haz de luz está rodeado de oscuridad, encontramos tonos amarillo-rojizos en la parte superior, y azul-violáceos en la parte inferior. El espectro con el verde en el centro aparece solo cuando los bordes violáceos se superponen a la parte roja-amarilla. Todo comienzo a verlo ya en blanco y negro. Por la tarde un paseo junto a B. Decidimos recorrer las zonas más feas de la ciudad. Impenetrables, oscuras. El asco urbanístico es la antesala de la nada. Para limpiar los ojos acabamos el día tomando una copa de armañac mirando el río en una terraza junto a la vieja Fábrica de la seda. Todo sigue girando a su ritmo natural.

T. 25 de diciembre: Anoche el discurso del rey. El juego de manos, esas manos, el gesto de las manos. Quité el volumen de la televisión. Sólo atendí a las manos del rey ¿Qué puede decir un rey prisionero a toda una nación prisionera? Me gustaría en alguna ocasión hablar con él a solas: “Majestad, tranquilo, no soy nadie” Ese -no soy nadie- significa “Soy alguien, soy casi todos” Las manos del rey han tocado lo mismo que tu -ese casi tocar el mundo-.

T. 26 de diciembre: Uno comienza a ser famoso cuando otros empiezan a verlo en lugares donde nunca ha estado, siempre al lado de personas extrañas y en momentos que sólo existen en la imaginación de esos que dicen haberlo visto. Esto ha comenzado a sucederme hace no mucho tiempo. Hubo muchos días niebla alta en T. Esos cielos metálicos me recordaban a los de Berlín en enero. La niebla alta deja un poso de melancolía, la niebla baja, pegada a la tierra y al agua de incertidumbre. Una de las mayores desfachateces que he visto en los últimos días: A un ideólogo de las navidades versus funcionario municipal se le ha ocurrido desplegar una red de luces de led sobre el puente de Santa Catalina, de noche miles de perlas auríferas se iluminan entre los ojos del puente; en las aguas del río estos cables al reflejarse parecen raíces de fuegos. La belleza fácil es kitsch, la navidad en una pequeña ciudad de provincias es kitsch. Ese exceso de luces crea una disfunción que lleva a un no retorno. El sueño de todo hombre debería ser la oscuridad y finalmente una sola luz al fondo. La luz que guía hacia el origen.