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La profesionalidad que caracteriza el servicio público que prestan los policías locales de Castilla-La Mancha y lo transcendental del mismo, dado que en sus manos recae, junto con el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la responsabilidad de proteger los derechos y las libertades públicas, los ha convertido en unos de los profesionales más apreciados por la sociedad en su conjunto.
Una admiración que está muy justificada, ya que la misión de los policías locales traspasa, sin lugar a dudas, el ámbito personal, con carreras profesionales de muchos años de conducta ejemplar, y llega hasta el bien común, dado que trabajan para garantizar la seguridad, que, a su vez, es un elemento imprescindible para que haya libertad y, con esta, haya democracia. Todo ello en el marco de la Constitución española, de la que este año conmemoramos su 40 aniversario.
Más allá de esa labor como colectivo profesional, hay trayectorias o actuaciones concretas que no pueden ni deberían pasar desapercibidas para la ciudadanía, precisamente, por su contribución constante y callada a construir una sociedad cohesionada en torno a valores democráticos como la libertad o la seguridad.
Con el objetivo de contribuir a ese merecido reconocimiento, desde el Gobierno regional y coincidiendo con el Día de la Policía Local en Castilla-La Mancha, que se conmemora mañana, concedemos las condecoraciones de 2018 a los miembros de este cuerpo policial; un total de 98 distinciones a agentes que prestan sus servicios en cerca de 40 municipios de la región.
Es nuestra forma de, en nuestro nombre y también en el de todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha, decirles gracias, gracias por su trabajo, dedicación, esfuerzo y compromiso con la imprescindible labor que realizan en nuestros pueblos y ciudades y de la que pueden sentirse muy orgullosos, tanto como nos sentimos el resto.
El agradecimiento a su contribución para que progresemos en una sociedad democrática lo hago extensivo a sus familiares, a aquellos que, conscientes de su trabajo, los esperan sin reprochar ausencias y con comprensión y apoyo en los momentos complicados.
Y en esta importante labor también queremos contribuir desde el Gobierno de Emiliano García-Page y, por ello, nos encargamos de prestarles una lograda formación a través de la Escuela de Protección Ciudadana, que incorpora a los conocimientos de carácter básico otros sobre materias actualizadas y adaptadas a la evolución y problemas de la sociedad actual, como pueden ser los procedimientos de actuación ante la violencia de género y para la neutralización de incidentes violentos con múltiples víctimas.
El interés de los policías locales por mejorar su preparación, siendo el colectivo que aglutina la mitad de los alumnos que pasan por las aulas de la Escuela de Protección Ciudadana, es nuestro mayor impulso y recompensa.
Nos comprometemos a seguir actualizando y perfeccionando esa formación, así como todo aquello que tiene que ver con la coordinación de la Policía Local en la región, con el convencimiento de que el fruto que obtenemos como sociedad gracias a su trabajo es infinitamente mayor.
La profesionalidad que caracteriza el servicio público que prestan los policías locales de Castilla-La Mancha y lo transcendental del mismo, dado que en sus manos recae, junto con el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la responsabilidad de proteger los derechos y las libertades públicas, los ha convertido en unos de los profesionales más apreciados por la sociedad en su conjunto.
Una admiración que está muy justificada, ya que la misión de los policías locales traspasa, sin lugar a dudas, el ámbito personal, con carreras profesionales de muchos años de conducta ejemplar, y llega hasta el bien común, dado que trabajan para garantizar la seguridad, que, a su vez, es un elemento imprescindible para que haya libertad y, con esta, haya democracia. Todo ello en el marco de la Constitución española, de la que este año conmemoramos su 40 aniversario.