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Todos los años, el 17 de enero, la Cooperativa AVICON, de Consuegra (Toledo), celebra el día de San Antón. He tenido la oportunidad de participar en su comida de hermandad anual en numerosas ocasiones. Este año les felicito desde esta tribuna, agradeciéndoles todo el esfuerzo por seguir creciendo y profesionalizándose, en beneficio de nuestros ganaderos.
La empresa se dedica a la elaboración de piensos y cuenta con unos 1.000 socios, ganaderos de Castilla-La Mancha, pero también, recientemente, de regiones limítrofes. Da servicio a numerosas explotaciones ganaderas, no solo con el suministro de los piensos. En la práctica es una empresa de servicios para todos sus socios. En los últimos ocho años he tenido la oportunidad de apoyar su crecimiento. Hoy es ya, por su tamaño, una entidad prioritaria de interés regional y ha abierto también almacén y tienda en Albacete, apostando por la diversificación y la expansión territorial.
Aprovecho este ejemplo para destacar la necesidad de que nuestras cooperativas crezcan, sean más grandes de lo que son actualmente, e integren comercialmente a cooperativas más pequeñas en proyectos valientes que las hagan viables. De esta forma, con el tamaño, es decir, con la facturación, las empresas cooperativas podrán defender mejor en los mercados internacionales, tan globales en el agro, los productos de nuestros agricultores y ganaderos.
En producciones que se negocian en grandes volúmenes y en las que no es fácil la diferenciación, como la leche, el vino, el aceite o los cereales, es, si cabe, más imprescindible el tamaño para poder competir en un mercado global dominado por grandes empresas industriales, pocos intermediarios y una distribución, generalmente, en pocas manos.
Cooperativas grandes y fuertes son sinónimo de viabilidad para el modelo de agricultura y ganadería familiares, que tanto debe importarnos. Para que siga habiendo muchos emprendedores agrarios, autónomos, en explotaciones familiares a lo largo y ancho de nuestro país, es necesario que existan estas cooperativas.
Es por ello por lo que el impulso a la integración comercial de las cooperativas debe ser uno de los pilares de las políticas agroalimentarias de las administraciones públicas. Las cooperativas necesitan el apoyo de la administración, en forma de liderazgo y con ayudas públicas específicas, para encauzar el crecimiento, la inversión en tecnología y tamaño y la expansión comercial, en los mercados nacional e internacional.
Las empresas cooperativas cumplen un papel imprescindible en el medio rural. Todas las empresas, también las particulares, hacen que se genere actividad y empleo en el sector agroalimentario. Todas son necesarias. Pero las cooperativas son propiedad de los agricultores y ganaderos, cumplen un papel social que se identifica con el futuro de los pueblos donde se asientan, y no se deslocalizan.
Ese es el papel que juega AVICON.
¡Feliz día de San Antón!
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