Podemos Castilla-La Mancha: la crisis de un partido que termina el 2019 sin fecha para recuperar su dirección regional

De dos diputados regionales, a cero. De una vicepresidencia segunda y una consejera en el Gobierno regional, a un desastroso resultado en las elecciones autonómicas que acabó con la renuncia en pleno de la dirección regional que dejó a Podemos Castilla-La Mancha descabezado y sin aún fecha de recuperar una dirección. Eso sí, no todo fueron pérdidas: miembros del partido en la región se trasladaron a la Rioja con cargos bajo el mando de Raquel Romero, después de unas polémicas negociaciones. 

Mientras tanto, Podemos sobrevive gracias a una gestora que tardó meses en constituirse tras la renuncia del equipo liderado por José García Molina. No muchos se quedaron para recoger los restos del partido, que perdió 30.000 votos en las elecciones autonómicas pero que mantiene, en coalición con Izquierda Unida, 174 concejales en Castilla-La Mancha. No se perdió toda representación y es la principal, si no la única, herramienta a la que se aferran desde la gestora para seguir adelante.

Las elecciones autonómicas no estuvieron libres de tensiones con los compañeros de coalición, Izquierda Unida. Juan Ramón Crespo, coordinador de IU en la región, acusó a García Molina y su equipo de haber llevado a cabo una campaña “unilateral” como ocurrió con el “ataque furibundo” a Emiliano García-Page. Crespo también aseguró que Molina debería haber dimitido como vicepresidente segundo de la Junta, lo que no hizo a pesar de haber renunciado al partido, y ofreció a los concejales electos de Podemos su apoyo organizativo para que no se sintieran “desamparados”.

Equipo técnico

El equipo técnico, como prefieren ser llamados, está compuesto por ediles del partido ya con una trayectoria de cuatro años, como Mario de la Ossa, de Se Puede Villarrobledo, o por otros que recién han comenzado a serlo tras las últimas elecciones. Un 'dedazo' que ha recibido la bendición de la dirección nacional del partido, a través del secretario de Organización, Alberto Rodríguez. “Nos aseguró que estamos plenamente legitimados para tomar las riendas de seguir adelante con la segunda Asamblea Ciudadana”, afirman desde el equipo técnico a eldiarioclm.es.

La visita de Rodríguez es un gesto de apoyo desde una dirección estatal que ha puesto más bien poco interés público en la situación de la formación en la región, especialmente debido a las elecciones generales del pasado mes de noviembre que han acaparado toda la atención y las negociaciones frustradas con el PSOE. De hecho, Pablo Echenique anunciaba en junio de este año que no había plazo para la gestora, que se constituye a finales de septiembre, y que no era un debate que se estuviese realmente teniendo en el partido.

Gloria Elizo, antigua diputada por Toledo, ahora por Madrid, también acudió a la inauguración de la primera sede provincial de Podemos en Toledo. Lo mismo hizo el fundador del partido, Juan Carlos Monedero, con la sede del partido en Guadalajara, donde lamentó que en Castilla-La Mancha se notase “el abandono de las bases” un proceso que, afirmó, “hay que pararlo”.

Trabajo desde el municipalismo

La apertura de nuevas sedes se trató, de hecho, en la primera reunión del equipo técnico, en la que también se estableció como “principal tarea” la preparación de una próxima Asamblea Ciudadana, que sería la tercera del partido en la región. Sin embargo, la celebración de dicho evento todavía no tiene una fecha, debido a la situación que provocaron las elecciones generales de noviembre. Algo de autocrítica hubo en esa reunión, en la que señalaron que deben “corregir errores anteriores”, para no sólo “recuperar el votante”, sino también “involucrar a la militancia” en el partido.

Dentro del equipo técnico hay representantes de cada una de las provincias, algo que se debatió en la primera reunión y que, según han defendido de la gestora, ha estado siempre en marcha independiente de la situación de la dirección regional. Así lo explicaba Jorge Uxó, portavoz del equipo técnico, que también fue candidato del partido por Ciudad Real en las últimas elecciones generales y que se quedó, también, sin escaño: “Hemos mantenido nuestra representación institucional y en cada provincia ha funcionado una coordinadora que ha mantenido el funcionamiento de los círculos. La exposición pública ha sido menor, pero el partido no ha dejado de funcionar”.

La declaración de Toledo

José García Molina, antiguo secretario general del partido, contaba con un fuerte apoyo en la región, y logró repetir en el cargo en las dos primeras asambleas ciudadanas en Castilla-La Mancha. Fue respaldado públicamente por Pablo Iglesias y su equipo. Sin embargo, en enero de este año, García Molina lideró un grupo de secretarios generales de gran parte de los territorios autonómicos, en la llamada 'declaración de Toledo', un documento simbólico en el que pedían “unidad y responsabilidad” al partido. Esto ocurría tras el anuncio de Íñigo Errejón de lanzar su plataforma con Manuela Carmena y también el mismo día en el que Ramón Espinar dimitía como secretario general en Madrid.

García Molina explicaba entonces que Podemos tiene una “responsabilidad” en cuanto al mensaje que quiere enviar como partido y eso “pasa por la unidad, porque sepamos estar a la altura del momento político presente y de lo que nos viene”. “La política es el arte de la negociación y vuelvo a hablar de unidad. Nos estamos jugando mucho”, afirmaba. Tras las elecciones autonómicas, García Molina dimitió, pero, además desapareció por completo del partido, aunque colaboradores cercanos de su equipo se mantienen en cargos. Eso sí, en La Rioja.