El azar da a Ocentejo un alcalde socialista tras el sorteo de la Junta Electoral por el empate en votos

El pequeño municipio de Ocentejo, en el Alto Tajo de Guadalajara, volverá a tener previsiblemente alcalde socialista esta legislatura después de que el sorteo celebrado este viernes, 1 de diciembre, en la Junta Electoral de Zona, entre cuatro de los candidatos que empataron a votos, se haya resuelto con un segundo concejal del PSOE y otro del PP.

Así, de acuerdo a este resultado, el futuro alcalde de esta pequeña localidad de Guadalajara se elegirá a partir de esta fecha entre los tres concejales del municipio. Aún no hay fecha para la celebración del pleno en el que tomará posesión, sin embargo, no se vaticinan sorpresas respecto a la formación que gobernará en Ocentejo, ya que dos ediles son del PSOE y uno del PP.

De los tres concejales que por número de habitantes corresponden a Ocentejo, en las elecciones del pasado domingo solo resultó elegido el que fuera alcalde de la localidad en la pasada legislatura, el socialista Pedro Manuel Arribas, y este viernes, el azar ha querido que los otros dos que le acompañarán en el equipo de Gobierno sean: el también socialista Julio Antonio Arias, y Cirilo Vergara, del PP.

Tras reclamación por el acta

Ocentejo ha sido uno de los más de cuarenta municipios de toda España donde el pasado domingo 26 de noviembre se repetían elecciones locales, proceso electoral en el que estaban llamados a las urnas 18 vecinos, de los que emitieron el voto un total de 16, siendo el candidato socialista Pedro Manuel Arribas el que más votos obtuvo, con siete apoyos, y por tanto, el único concejal fijo.

Este pueblo del Alto Tajo tuvo que volver a celebrar elecciones municipales tras la decisión de la Junta Electoral Central de repetirlas al dar la razón a la candidatura de Unidas Podemos-IU, que reclamó que el acta no recogía a todos los candidatos.

El problema que se detectó en ese momento en Ocentejo tuvo que ver con el recuento de votos que se realizó el día de las elecciones, adjudicando cada voto a un partido político cuando en este caso iban directamente a las personas, algo que no se hizo y que motivó la repetición de las elecciones.