La cuenta de Twitter del PP de Castilla-La Mancha ha borrado varios tuit de 2018 en contra de las macrogranjas. En uno de ellos se hacía eco de un informe médico “que alerta de las consecuencias para la salud pública de las macrogranjas”. El PP eliminó esas publicaciones durante la noche del martes, después de que se rescatase alguna en redes sociales señalando la gran contradicción entre esos mensaje y su postura actual contra las palabras críticas de Alberto Garzón sobre las macrogranjas.
La hemeroteca muestra que el PP de Castilla-La Mancha se sumó en el pasado al rechazo a las macrogranjas en este territorio, donde el Gobierno autonómico ha anunciado además una moratoria para estas instalaciones con el objetivo de intentar frenar su proliferación, que se debatirá el próximo jueves en el pleno autonómico.
El propio presidente del partido, Francisco Núñez, siendo alcalde de Almansa (Albacete) protagonizó un vídeo colectivo donde varios pueblos rechazaban las macrogranjas industriales. En ese vídeo, Núñez dice: “Queremos apoyar a los pueblos vecinos que están luchando contra esas instalaciones, no creemos en ese modelo de explotación”. Se da la circunstancia de que Núñez manifestó el lunes mismo su rechazo a la moratoria del Gobierno regional a las macrogranjas, incluida vía enmienda de los socialistas.
En las diputaciones provinciales de Albacete y Ciudad Real, los representantes del PP votaron a favor de mociones contra la proliferación de macrogranjas, al igual que en el Ayuntamiento de Daimiel (Ciudad Real), gobernado por los 'populares', y al igual que el Grupo Municipal Popular de Quintanar del Rey (Cuenca), firmando su rechazo a la macrogranja del municipio. Y en la provincia de Toledo, el Ayuntamiento de Retamoso de la Jara paralizó en 2018 dos proyectos de ganadería industrial con el Ejecutivo municipal también del PP, y tras la movilización que emprendió la Plataforma Retamoso Sostenible.
Ahora, en cambio, desde el PP han llegado a asegurar que las macrogranjas “no existen” en España porque no hay una sola explotación con más de 10.000 cabezas de ganado y ha defendido cualquier tipo de instalación industrial que cumpla la normativa medio ambiental.
No es una categoría oficial. El término se refiere a explotaciones grandes de ganadería intensiva. “La palabra la tomamos prestada de los movimientos vecinales que veían desaparecer las granjas tradicionales, sustituidas por explotaciones cada vez más grandes capaces de producir muchos animales en espacios limitados”, explican desde Greenpeace.