“Por motivos de enfermedad”. Esta fue la razón por la que Ángel Fernández Collado, apenas a un mes de cumplir 72 años, ha renunciado al Obispado de Albacete. Una renuncia que, como adelantó en exclusiva RD, ha sido aceptada este mediodía por el Papa Francisco.
“Mi salud se ha quebrantado por las intervenciones de mis ojos, y por otras cuestiones que han mermado mis facultades de gobierno”, apuntaba el prelado, ya emérito, visiblemente emocionado, ante la práctica totalidad de la Curia de la diócesis que ha gobernado durante seis años. “Algo se desgarra dentro de mi corazón al tener que abandonar esta diócesis que me ha enseñado a ser obispo y pastor”.
“Seguiré en la diócesis hasta acabar el curso pastoral, aunque ya no gobernando la diócesis. En unos días el Colegio de Consultores debe elegir un administrador diocesano”.
“Vivo este momento como expresión de gratitud y comunión con el Papa Francisco”, afirmó Fernández Collado, quien pidió apoyar al “sucesor legítimo de San Pedro y vicario de Cristo en la Tierra”.
Sobre su despedida, el prelado quiso agradecer a todos, seminaristas, sacerdotes, fieles o vida religiosa, “con las personas con las que he trabajado codo a codo”. “Algo se desgarra dentro de mi corazón al tener que abandonar esta diócesis que me ha enseñado a ser obispo y pastor”, señaló, visiblemente emocionado, antes de pedir disculpas “si os he podido ofender o si no he podido dar más de mí”.
“Seguiré en la diócesis hasta acabar el curso pastoral, aunque ya no gobernando la diócesis. En unos días el Colegio de Consultores debe elegir un administrador diocesano”, culminó, pidiendo a los fieles “orar por el nuevo obispo que pueda llegar. Rezad por mí, como yo rezo por vosotros”. “Comienzo otra etapa de mi existencia que vivo como otra manera de servir a la Iglesia, ahora como emérito”.
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