Reconstruir el pueblo asolado por una riada con una campaña en la que se ha implicado Rozalén: “Letur sanará”

Rozalén comienza a cantar una nana. Su voz acompaña al sonido del viento que se cuela entre edificios destruidos en el Casco Antiguo de Letur. “Mi niño tiene sueño, bendito sea”. Después, la imagen de un bebé, llamado Fran. Nació el 9 de noviembre, doce días después de que una riada arrasase esta parte del emblemático pueblo albaceteño.

Es toda una metáfora. Letur quiere renacer. Tras la tragedia que segó seis vidas en el pequeño municipio serrano “la esperanza siempre se abre camino”. Forma parte de una campaña “muy emocional”, dirigida a los vecinos y vecinas de esta población, bajo el lema 'Letur Renace'.

Pablo Cuervo-Arango es director en la empresa local Cantero de Letur. Ese día, el 29 de octubre de 2024 fue a recoger a sus hijos al colegio. “La riada fue a las 13.31 horas y yo fue a recogerlos a las dos menos diez. El colegio está a 30 metros de la zona cero. Imagina... Todos los niños llorando, sin saber muy bien qué pasaba”.

En la empresa, recuerda, “perdimos a un compañero de trabajo y a su mujer. Vi cómo el agua iba contra su casa. Le llamé, sin ser consciente de la gravedad... Lo hemos pasado muy mal”.

Los habitantes del centro han podido regresar a sus viviendas este 23 de diciembre. Pero algunas casas ya no existen. Se las llevó el agua. Trece quedaron totalmente destruidas y 22 resultaron dañadas. En Letur se ha recuperado poco a poco la electricidad y el agua. “En estos días, además de la necesaria reconstrucción material, es fundamental cuidar el aspecto emocional”, dice el alcalde Sergio Marín.

El edil deja un mensaje de esperanza. “Estamos demostrando que somos capaces de levantarnos y lo hacemos también pensando en las próximas generaciones. Sin duda, la llegada a nuestro pueblo del primer bebé después de la DANA es una gran alegría”.

Algo en lo que coincide el empresario. “Cuando nos dimos cuenta de la magnitud de la tragedia, pensamos que teníamos que hacer todo lo posible por echar una mano. Queremos estar ahí hasta el final”. Han comenzado por “transmitir un mensaje de esperanza y de unión de pueblo. Queremos trasladarlo a toda España”.

Han echado mano de sus contactos con una conocida agencia de publicidad Señora Rushmore, que colabora “de manera desinteresada” y de su propia vecina, la cantautora albaceteña Rozalén, para llevarlo a la práctica.

“Ha sido emocionante ver cómo se ha volcado todo el mundo. También desde el principio colaboraron las administraciones buscando a los desaparecidos y sacando escombro... Los voluntarios que sacaron barro, empresas anónimas aportaron comida, utensilios, colaboraron con dinero... Ha sido una pasada”, dice el empresario.

Una fundación para ayudar en la reconstrucción

Ahora Cantero de Letur está en vías de crear una fundación -ya lo estaban barajando antes de la riada- y ahora lo harán realidad para contribuir a la “reconstrucción”.

Lo harán de manera muy práctica porque la recuperación será “larga”, aunque el hecho de que ya se pueda acceder a la 'zona cero', dice, “es un comienzo para la normalidad. Hasta se ha podido celebrar una misa. No se podía acceder a la iglesia, aunque no resultó afectada”.

El párroco de la localidad, Ignacio Requena, se ha sumado a la campaña y pide la unión de todo el pueblo. “De todos los desastres y de todo lo malo hay que sacar algo bueno”.

Pablo Cuervo-Arango también pone el foco en el hecho de que “la seña de identidad” de Letur haya sido destruida. “Toda la actividad empresarial, los negocios de viven del turismo rural y la hostelería, que es una parte importante, no están pudiendo trabajar”.

Queremos hacer muchas cosas, centradas en la vivienda y en aquellas personas que más han perdido. Algunas casas no podrán reconstruirse

En 2022 Cantero de Letur puso en marcha el proyecto Letur Repuebla para atraer a nuevos vecinos a un municipio que no llega a los 1000 habitantes. Se construyó un edificio de 10 viviendas para aquellas personas interesadas en mudarse al pueblo y “teletrabajar”.

“Conseguimos traer a 30 personas, 13 de ellos menores de edad, con sus propios trabajos. Las casas siguen ocupadas”, explica. Ahora la iniciativa será distinta tras lo ocurrido hace casi ya dos meses. “Queremos hacer muchas cosas, centradas en la vivienda y en aquellas personas que más han perdido. Algunas casas no podrán reconstruirse”, reconoce. Por eso se están barajando varias posibilidades, relacionadas precisamente con posibles soluciones habitacionales. “Letur siempre ha tenido problemas de vivienda y ahora más”.

Elena Navarro, una de las vecinas afectadas cree que Letur “sanará” y que lo hará “con más fuerza”. “Volveremos a ser lo que siempre hemos sido, un pueblo precioso, un pueblo acogedor, un pueblo en el que todas las personas que vienen se quedan enamoradas”.