Los días 5 y 7 de diciembre integrantes de Stop Ganadería Industrial Castilla-La Mancha han acudido a la Delegación de Economía y Empleo de Albacete para hacer entrega de las más de 700 alegaciones individuales contra la declaración de la planta de biogás de Fuentealbilla como proyecto prioritario.
Dicha declaración, recalca esta asociación, supondría el contar con la asesoría y acompañamiento de la administración, el acortamiento a la mitad de todos los trámites y el acceso a ayudas económicas, existiendo la posibilidad de ser declarados de utilidad pública y abriendo la puerta incluso a expropiación de terrenos.
El colectivo Stop Ganadería Industrial ha denunciado las trabas que se han puesto en la difusión de los detalles de este proyecto a la opinión pública, “sin que se haya notificado a las partes interesadas ni se haya abierto ningún debate para que la población y Ayuntamiento de Fuentealbilla, directamente afectados, pudieran opinar. Según uno de los portavoces de este colectivo, Toni Jorge, en el expediente dado a conocer, y amparándose en la protección de datos, ”se han ocultado detalles importantes del mismo y se ha procedido a un borrado totalmente arbitrario“.
En las diversas reuniones informativas que se han realizado en la comarca, como la última el domingo día 4 de diciembre en Cenizate, con presencia de los alcaldes de Fuentealbilla y Cenizate y de diversas plataformas, se respira “una inquietud y oposición creciente” que se plasman en la ingente cantidad de alegaciones presentadas y en la convocatoria de una manifestación masiva que tuvo lugar el martes 6 de diciembre en Fuentealbilla.
El rechazo aumenta
Conforme se van conociendo más detalles va aumentando en la comarca el rechazo hacia el proyecto promovido por la sociedad Biogás Manchuela SL, con sede en Cenizate, que pretende procesar 230.000 toneladas de material biológico, principalmente purines.
Según Toni Jorge, esta planta de biogás “parte de una concepción totalmente errónea de la economía circular, perpetúa el modelo de la ganadería industrial y responde a un modelo energético y económico que, tras una operación de lavado verde sólo continuará agudizando los problemas ambientales que nos aquejan. Sin olvidar que el diseño presentado adolece de multitud de fallos y problemas que lo hacen inviable”.
Stop Ganadería Industrial aclara que el biogás sólo se puede considerar verde y renovable si los materiales de los que se procesa no provienen de actividades contaminantes e insostenibles y “si no sigue la estela de grandes plantas desde donde va a ser transportado a las grandes áreas de demanda situadas a muchos kilómetros”.
Ponen como ejemplo otro municipio albaceteño, Balsa de Ves, donde existe una planta de biogás propiedad de una empresa promotora de ganadería industrial que se instaló hace 14 años. Entonces este municipio contaba con 222 habitantes y ahora solo con 136, habiendo disminuido la población un 40%. Aparte de purines, se reciben residuos de otras partes del país y el subproducto que se genera en la planta, el digestato, va a parar a terrenos del municipio.