Ecologistas en Acción ha salido al paso de la carta que más de medio millar de científicos hicieron pública pidiendo un nuevo trasvase del Tajo para las maltrechas Tablas de Daimiel. Según afirman, esa misiva “beneficia a ciertos intereses en detrimento del resto de la ciudadanía y de los ecosistemas de Castilla-La Mancha, intencionadamente o no”. Esta división de pareceres ya quedó patente en la última reunión del Patronato del Parque Nacional, en la que se aprobó por mayoría solicitar al Gobierno central esa derivación de agua, con el rechazo de los miembros ecologistas.
Según apuntan, la carta de los científicos es “útil para un sector de la población, los grandes regantes de la zona de las Tablas, que si bien sufrirán las consecuencias del caos climático, de la pérdida de biodiversidad y la escasez de agua que estamos generando, prefieren mirar sus intereses a corto plazo y no dudan en utilizar cualquier medio para seguir extrayendo grandes beneficios de la riqueza común”.
No obstante, a continuación dejan claro que no quieren “menospreciar” a los firmantes de la carta, sino “añadir información” al debate. Recuerdan así los ecologistas que en 1987 se puso en marcha el trasvase del Tajo a las Tablas con carácter experimental y que se prorroga cada tres años hasta 1995 “sin saber si ha sido efectivo”. En ese año se hace permanente, afirman, con un doble objetivo: “Mantener tranquila a la opinión pública manteniendo las Tablas aparentemente en buen estado y obedecer a los regantes de la zona, inyectando una enorme cantidad de agua que disimulará la fuerte explotación del acuífero”.
Dicho esto, la organización ecologista analiza otras soluciones aportadas para el Parque Nacional. En primer lugar se refiere a “la captación de agua del aire” como una tecnología experimental “de dudosa fiabilidad que da bajos rendimientos, comparados con los que necesita un ser humano para su mantenimiento diario y más aún para riego”. La resume como una medida de “ciencia ficción”.
En cuanto a la depuración de agua, subraya que solo es posible para el uso uso urbano e industrial. Además, es un recurso que ya está siendo utilizado, no son cantidades “ociosas”, por lo que parece que “se presupone una mejora en las técnicas de depuración que aún no se ha demostrado que funcionen, ni aún que existan”. Por último, asegura que la captación masiva de agua de lluvia “parece directamente una broma de mal gusto”: una medida “costosa y poco efectiva”.
En ningún momento se habla del estado del Tajo, del desastre que supone que este pierda gran parte de su caudal para cedérselo a otras cuencas
Frente a todo ello, Ecologistas en Acción, se refiere al “estado ruinoso” del río Tajo. “En ningún momento se habla del estado del Tajo, del desastre que supone que este pierda gran parte de su caudal para cedérselo a otras cuencas, de su caudal ecológico, del necesario consenso social, de la diferencia de la composición de las aguas de una y otra cuenca, se evita hablar de la mitad del problema. Poco científico”, alega.
Denuncia asimismo los regadíos ilegales en torno a las Tablas, que según una investigación reciente de WWF son, al menos, 51.465 hectáreas. Y “sobre todo” los regadíos legales, el aumento de estos, “imparable en nuestra región” (de 20.000 a 110.000 en 40 años). “Consumen solo en la cuenca del Guadiana más de 2.000 hectómetros cúbicos, 11 veces más que todas las personas que habitan dicha cuenca”.
Ponen el acento es que entre las soluciones al problema tampoco se menciona que la derivación a las Tablas no tiene la correspondiente evaluación medioambiental en el proyecto de la denominada Tubería Manchega. Además, “se obvia que esta tubería solo puede ser utilizada por ley para abastecimiento humano a la población”. Cualquier otro uso “debe ser perseguido por la Fiscalía ya que supone un delito de prevaricación, y un delito de malversación”.
El trasvase es “exactamente lo que quiere” el Gobierno regional
Por todo ello, se preguntan por qué la carta de los científicos se ha enviado al Gobierno de Castilla-La Mancha como una exigencia “si es exactamente lo que quiere”. “¿Porqué están apareciendo últimamente tantos artículos en torno a la misma idea y obviando los mismos problemas?”, agregan.
Pese a las críticas, apuntan los ecologistas que les parece un manifiesto “bienintencionado” pero que “parece que ha sufrido un añadido que contradice al resto del texto”. Ponen como ejemplo que los científicos atribuyen el estado actual de las tablas “a las decisiones poco acertadas de los políticos que les antecedieron” pero que como solución se apoyen las leyes aprobadas por esos mismos políticos.
Finalmente, piden dejar de trasvasar inmediatamente agua a las Tablas y acometer la “necesaria trasformación” del sistema agroalimentario poniendo en marcha medidas que ahorren agua en los cultivos, y adaptando la extensión de estos al agua disponible, “no intentarlo hacer al revés y seguir aumentando la superficie sin un sustento físico, comenzando por cerrar los pozos ilegales”. Hay suficientes estudios, control sobre los acuíferos y personal con alta cualificación técnica en las confederaciones hidrográficas para calcularlo. ¿Hay la necesaria voluntad política para salvar nuestra región de la destrucción de una de sus joyas y salvavidas de su biodiversidad?“, concluye la organización ecologista.