La explosión de uno de los depósitos de iso-butanol de la empresa farmacéutica Alcaliber, en el polígono industrial de Toledo, ha dejado un saldo de tres heridos y ha provocado el desalojo de la vecina factoría de Schweppes. Los hechos se producían sobre las 12.24 horas de este miércoles y el fuego fue controlado en un primer momento con los espumógenos de la propia planta química.
Unos 40 trabajadores de la planta fueron desalojados y se produjo una rápida intervención de los bomberos del Ayuntamiento de Toledo, Policía Local y Nacional, una UVI y dos ambulancias de Urgencias.
Desde el Hospital Universitario de Toledo confirman que dos personas fueron atendidas en el centro, con heridas leves, mientras que una tercera persona ha sido trasladada a la Unidad de Grandes Quemados del madrileño Hospital de Getafe.
El personal que trabajaba en la fábrica aledaña de Schweppes también debió ser desalojado, pero pudo volver a sus puestos alrededor de las 14:00 horas.
El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, informó desde el lugar de la puesta en marcha de un perímetro de seguridad que no permitía acercarse a una distancia aproximada de 500 metros de la zona afectada. Dicho perímetro se reabrió alrededor de las 14:00 horas, con la excepción del acceso al interior de la planta de Alcaliber.
El servicio de AVE entre Madrid y Toledo se vio afectado por el suceso, pero se reanudó rápidamente. Velázquez ha destacado el trabajo del cuerpo de bomberos, que permitió enfriar la zona antes de que el incendio provocado por la explosión se extendiese.
La planta afectada por la explosión pertenece al Grupo Alcaliber, dedicado a la producción de estupefacientes alcaloides derivados de la adormidera. Tiene fábricas en Toledo y también en Albacete. Trabaja en el cultivo de la adormidera, en su posterior transformación en concentrado de paja, y en la extracción de sus alcaloides.