Cinco datos que reflejan la singularidad de Castilla-La Mancha en el mercado del alquiler residencial

Todos los estudios sobre vivienda resaltan que la proporción de población que reside en viviendas de alquiler en España es pequeña en relación con las principales economías europeas. Y en el caso de Castilla-La Mancha es aún menor. Esto no ha impedido que los precios hayan subido como en el resto del país y que también lo haya hecho el volumen del parque residencial destinado al arrendamiento, pero aun así, esta comunidad autónoma, pese a su extensión, sigue manteniéndose entre las regiones españoles donde menos variación hay y donde los precios son más contenidos. Algunos datos recientes han venido a confirmar esta situación.

Según el último informe de la evolución del mercado del alquiler de vivienda elaborado por el Banco de España, en los últimos años se aprecia una tendencia creciente del peso relativo del alquiler en el mercado residencial español, cuya mayor relevancia y dinamismo se concentra en determinados colectivos, fundamentalmente hogares jóvenes, inmigrantes y trabajadores temporales.

La dificultad de los colectivos con menor renta para incrementar sus ingresos por la aún elevada incidencia del desempleo, la escasa duración de los nuevos contratos laborales o la mayor relevancia de la jornada reducida habrían aumentado la demanda de alquiler residencial, especialmente entre los hogares jóvenes. Este es el contexto medio, pero en Castilla-La Mancha afecta de manera muy leve.

1. Baja proporción del alquiler residencial

En este estudio se destaca la “notable disparidad” de las ratios de alquiler entre comunidades autónomas y entre municipios según el tamaño de la población. En este punto, y según la Encuesta de Condiciones de Vida, la proporción de hogares que residen en régimen de alquiler se sitúa por encima de la media en cuatro comunidades: en 2018 fueron Baleares, Catalunya, Madrid y Canarias, con aumentos de hasta el 28%. Pero, al contrario, Castilla-La Mancha se encuentra entre las últimas con un aumento de la proporción de tan solo 3 puntos porcentales.

Además, de acuerdo con la última información oficial disponible a nivel municipal sobre la relevancia del alquiler residencial (el Censo de Población y Viviendas de 2011), también existe heterogeneidad en el peso del alquiler residencial entre municipios de una misma comunidad autónoma o provincia.

2. El crecimiento de la oferta de alquiler, menor en las ciudades de la España interior

Sobre el crecimiento acumulado del precio medio de oferta de alquiler entre 2014 y 2019, el Banco de España apunta igualmente a la diferencia de datos en la dinámica de los precios de oferta del alquiler residencial. Por ejemplo, las mayores tasas de aumento en los últimos cinco años se concentran en las capitales con mayor población y en las capitales de provincia con elevada actividad turística. Por el contrario, los menores incrementos se localizan en las ciudades de la España interior.

Según los gráficos del informe, el crecimiento de la oferta de alquiler no llega al 5% en Ciudad Real. De hecho, esta última es la capital de provincia donde menos ha crecido en toda España. En Toledo ya subiría hasta el 19% y en Albacete un 21%, en el primer caso por su actividad turística y en el segundo, por ser la ciudad más poblada de la región.

3. Una rentabilidad también por debajo de la media

Otra variable utilizada por el Banco de España es el indicador de rentabilidad bruta del alquiler residencial por capitales de provincia entre 2013 y 2019. En promedio, revela una tendencia generalizada de incremento del atractivo de la inversión en alquiler residencial. En la ciudad de Cuenca, por ejemplo, se ha multiplicado por dos y también ha aumentado considerablemente en el resto de capitales de provincia castellano-manchegas pero siempre muy debajo de la media nacional.  

La institución financiera esgrime que la aparición de nuevas formas de alquiler vacacional en algunas de las grandes ciudades españolas, especialmente concentradas en los barrios céntricos, podría competir con la oferta de alquiler residencial. Es esta una situación que se observa especialmente en Toledo y Cuenca, con más oferta turística y aunque también ha incidido en el resto de capitales, la evolución sigue situando a la región a la cola del ranking autonómico.

4. Los precios apenas han subido en 2019

Otros estudios también confirman otros datos muy concretos. Según el semestral sobre precio de la vivienda en alquiler que realiza Fotocasa, a nivel nacional creció en los primeros seis meses del año un 2,7%, con 8,52 euros por metro cuadrado.

Todas las comunidades presentan datos semestrales positivos, pero se puede observar que las variaciones van desde Cantabria, con un incremento del 13,2%, la  región que más aumenta de precio en junio de 2019 respecto a diciembre de 2018, hasta Castilla-La Mancha en penúltimo lugar con un aumento de tan solo el 1,9%, solo por delante de La Rioja (un 1,8%). En cuanto al ranking de precios por comunidades, Madrid, que ocupa el primer puesto, es la única que supera la barrera de los 13 euros por metro cuadrado. Y en este caso, Castilla-La Mancha también ocupa la penúltima posición con 4,96 euros.

5. Las variaciones entre provincias están muy marcadas

Pero el dato más significativo es que ese porcentaje castellano-manchego de la variación del precio de la vivienda de alquiler es una media extraída de las cinco provincias, que a su vez reflejan unas cifras de lo más dispares, tanto de aumento como de descenso, en este y en casi todos los informes sobre alquiler o compra-venta de viviendas residenciales.

Así , la variación semestral del precio de la vivienda en alquiler ofrece en el primer semestre de 2019 un aumento del 11% en Toledo, pero tan solo del 6,9% en Guadalajara, del 2,8% en Ciudad Real y del 1,9% en Albacete. En la provincia de Cuenca, los precios llegaron a bajar un 1,1% un hecho que tan solo se ha producido en cuatro provincias de todo el país.