La supresión de la Sindicatura de Cuentas fue uno de los recientes recortes que hizo desde la Junta María Dolores de Cospedal. La medida fue publicada bajo la ley 1/2014 del 24 de abril, vendiéndose como un ahorro ya que dicho organismo gastó en 2013 1.614.350 euros. Este organismo se dedicaba a la fiscalización de las cuentas de Castilla-La Mancha.
Sin embargo, como hace público Comisiones Obreras, el ahorro de esta medida es ridículo, ya que el 94% de ese presupuesto se dedicaba al personal, personal que ahora hay que recolocar en otros puestos de trabajo, por lo que el ahorro real es de sólo un 6%, es decir, poco más de 90.000 euros, pertenecientes a los gastos de bienes corrientes y servicios y transferencias bancarias.
El eliminar este órgano supone que, de nuevo, los funcionarios que trabajaban en la misma y que tenían plaza otorgada por oposición tengan que ser recolocados en otros puestos de la Junta de Comunidades, como ya está sucediendo en numerosos casos como los conductores de la Junta.
El ex Síndico de Cuentas del Órgano, Miguel Ángel Cabezas de Herrera, fue recolocado en un puesto de técnico superior nivel 22 del Grupo A en la Consejería de Educación. Sin embargo según informan los mismos trabajadores de la Consejería, a pesar de que fue recolocado el 10 de junio, aún no ha aparecido por su puesto de trabajo más de dos meses después.
Para ser más concretos, al parecer Cabezas de Herrera no se ha presentado a su puesto de trabajo porque está esperando que el gobierno de Cospedal cree una plaza de trabajo más alta para él específicamente, lo más cercana al nivel 30 que es el máximo que puede tener un trabajador de la administración pública, y lógicamente con una retribución más alta.
Comisiones Obreras ha pedido explicaciones de por qué un trabajador de alto rango lleva dos meses sin aparecer por su puesto de trabajo, refiriéndose a Cabezas de Herrera, así como quieren saber si durante estos dos meses ha seguido cobrando de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y de ser así cuánto, si el salario que percibía antes o el salario del nivel 22 de trabajador público como tendría ahora. Además quieren saber si es cierto que, como se dice en la misma Consejería, se le va a crear un puesto específico en la administración, y de ser así dónde, en qué condiciones y cómo accedería al puesto el susodicho trabajador.
En la Sindicatura trabajaban 52 personas, de las cuales 46 eran funcionarios que la Junta está obligada a recolocar, más Cabezas de Herrera, además con las mismas condiciones laborales que tuvieran en su anterior puesto en la Sindicatura. El resto eran cuatro trabajadores eventuales (que no se sabe si han sido recolocados o no) y dos laborales. El ahorro vendrá del despido (una vez más) de los interinos necesarios para recolocar a los trabajadores de la Sindicatura, más los 63.000 euros que cobraban los trabajadores que sí pueden ser despedidos (en caso de que no hayan sido recolocados, algo que no se conoce). Por tanto, desde Comisiones Obreras han pedido a Cospedal que dé las cifras reales del ahorro que supone la supresión de la Sindicatura de Cuentas.
Por su parte, la labor que realizaba hasta ahora este órgano de fiscalización de cuentas de la región lo realizará ahora el Tribunal de Cuentas nacional de Madrid.