Mujeres y hombres llevan procesionando juntos como cuadrilla de costaleros de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad en Ciudad Real desde hace más de 10 años. En 2013 se consiguió que el grupo pasase de ser estrictamente masculino a mixto y en la actualidad son ocho las mujeres costaleras que acompañan al paso cada Jueves Santo.
Ahora la situación ha dado un giro radical. La nueva Junta Directiva decidió segregar cuadrillas, una de hombres y otra de mujeres, pero ellas se han negado. La última decisión conocida es que en 2025 ni siquiera haya presencia femenina durante las procesiones.
Es un episodio de “machismo y desigualdad”, denuncian ellas. El argumento que se les ha dado es “el rechazo y la poca colaboración de las mujeres”. Por su parte, el Hermano Mayor del Cristo de la Caridad, Agustín Sánchez, ha asegurado en declaraciones a elDiarioclm.es que no se está “discriminando a nadie”, sino que son “normas que tenemos que cumplir y ya está”. “Contamos con las costaleras, son ellas las que no quieren formar parte de la cuadrilla”, dice.
“Nos sentimos humilladas”
“Nos sentimos humilladas”, explica Elena López. Forma parte de la hermandad desde que nació. La primera vez que pudo salir portando al Cristo de la Caridad fue en 2023, por falta de costaleros. “Contaba con la ilusión de poder salir este año, porque el año pasado al llover no pudimos nada más que movernos dentro del guardapasos”, recuerda.
Cuenta que entre el grupo de costaleras esto se veía venir. “Había incertidumbre. Sabíamos que era inviable que saliéramos solo en cuadrilla femenina” y ahora se ha confirmado. “Directamente se nos está echando”.
Ángela María Rodríguez fue una de las “pioneras” en lograr que las mujeres entraran en la cuadrilla de costaleros. “En julio entró una nueva Junta de Gobierno y se eligió nuevo capataz, la persona encargada de dirigir el paso y a los costaleros. Esta persona ha decidido que no está dispuesto a que hombres y mujeres trabajen juntos como veníamos haciendo desde 2013”.
“Sentimos un enorme rechazo”
La hermandad convocó a sus costaleras a una reunión el pasado viernes 29 de noviembre, en la que las mujeres mostraron su disconformidad con el planteamiento. “Queremos continuar como hemos estado desde entonces hasta el día de hoy”, resalta Rodríguez. “Nunca hemos tenido problemas, siempre hemos estado perfectamente integradas en la cuadrilla. Somos las que no fallamos en los ensayos, las que siempre llegamos puntuales y en condiciones y no de todo el mundo se puede decir lo mismo”, advierte la costalera.
Las afectadas lamentan que todo se haya hecho “de espaldas a la Hermandad y a la Iglesia”. “Nosotras respondíamos que queríamos salir con nuestros compañeros. Esa fue la respuesta de todas”.
Ángela María Rodríguez explica que inicialmente se les había emplazado a una reunión para buscar un acuerdo el próximo 19 de enero, que es cuando se reuniría la cuadrilla al completo. Sin embargo, el sábado 30 de noviembre recibieron un mensaje por Whatsapp en el que se informaba a todos los participantes de que solo habrá una cuadrilla masculina. “La Junta de Gobierno y el equipo de capataces nos vemos obligados a cancelar el proyecto de la cuadrilla”, explican en el mensaje tras recibir la “negativa” (de ellas) de crear un equipo “únicamente de mujeres” y otro de hombres.
Que me aparten de todo esto es completamente injusto. Y todo por razón de género, nada más
“Siento un enorme rechazo y nos sentimos engañadas y burladas. Nos han asegurado que iban a contar con las mujeres, pero nunca nos explicaron las formas. Y que ahora que se rechace nuestro trabajo de esta manera, apartándonos de los hombres como si esto fuera un gueto en pleno siglo XXI, nos parece una ofensa”, resalta Ángela. “Es muy doloroso que te aparten así de algo por lo que has luchado tanto y llevas tan dentro. No nos dan tampoco ninguna razón concreta”, asegura.
Ángela asegura que para ella ser costalera no es “una afición”, sino parte de su devoción hacia una imagen, en este caso el Cristo de la Caridad. “Yo he vivido momentos muy especiales con mi padre y con mi hermano, con mis amigos; he hecho grandes amigos. Que me aparten de todo esto es completamente injusto. Y todo por razón de género, nada más”, asevera.
Elena también habla de la devoción que siente hacia el Cristo de la Caridad. “Desde que nací, me han inculcado la fe hacia él. Es una devoción que comparto con mi tío, que ya no puede salir con el paso”.
Insiste en que todas se sienten “humilladas” y estos días les están llegando comentarios y rumores de todo tipo. “Las compañeras llevan años trabajando debajo [del paso] y nunca ha pasado nada. Somos igual de válidos, un hombre y una mujer vamos tirando por igual”, zanja.
Elena López también aprovecha para visibilizar la labor de mujeres como Ángela en la pervivencia de ciertas tradiciones. “Si no es por nosotras, que cada año lo hemos ido animando más, el Cristo había ido sobre ruedas hace mucho”.