Cuatro programas para la rehabilitación de pacientes de salud mental o que sufren de adicciones recibirán un impulso de 8,5 millones de euros por parte del Gobierno, a través de la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha. La primera modalidad estará dotada con 325.000 euros, con 60.000 como máximo por proyecto, para destinar a la población reclusa en Castilla-La Mancha que sufra alguna adicción, de cara a “prepararles para una vida en el exterior lo más normalizada posible”.
Como segundo punto, un total de 1,9 millones de euros --con 650.000 euros como máximo por proyecto-- van a financiar centros de rehabilitación psicosocial de entidades sin fin de lucro que se ocupan de su gestión, entornos para personas con trastorno mental grave que se prepararán así a tener una “atención integral en un marco de trabajo amplio”.
El tercer programa añade, por un lado, 5,4 millones de euros para pagar plazas en centros residenciales destinados a personas con problemas de salud mental grave, pacientes que “sí necesitan un espacio propio para mejorar su calidad de vida”. En la misma línea se reserva un millón de euros adicional “para comunidades terapéuticas que trabajan con personas con trastornos adictivos”, ha señalado la portavoz.
Por último, otros 325.000 euros se destinarán a programas de promoción y atención a la salud mental, diseñados para luchar “contra la estigmatización” de estos problemas y dotar de asesoramiento jurídico a los pacientes, mejorando también su relación con la sociedad a través de actividades deportivas o de ocio.
En Castilla-La Mancha, según datos ofrecidos por la portavoz, se atienden cerca de 15.000 urgencias anuales relacionadas con la salud mental, además de 65.000 consultas y 400.000 seguimientos terapéuticos, lo que hace que esta área “sea una de las prioridades” del sistema de salud castellanomanchego.