Un hombre agredió el pasado viernes 24 de febrero a una médica del Centro de Salud de la localidad de Mora, en Toledo. Fue un padre de una paciente, que la “arrinconó” en la consulta y la “amenazó”, a pesar de que la profesional le advertía de su embarazo. “Pensé o salgo corriendo de aquí o me da un golpe en la barriga y pierdo a mi hija. Fue un poco aterrador”, relata la médico.
Según han comunicado desde el sindicato CSIF, una paciente acudió al centro de salud con su hermana y, “de malas formas, mostró su desacuerdo por el tratamiento que prescribió la facultativa”. Veinte minutos después se presentó el padre de la paciente, que “con gritos y una actitud violenta” le levantó la mano en ademán de agredirla físicamente, la acorraló en la consulta y le dijo “te vas a enterar”, explican desde la organización sindical.
Fue entonces cuando la víctima le explicó que estaba embarazada y que “favor tratase de tranquilizarse”. Sin embargo, el agresor “continuó gritando y amenazando a la médica, que fue auxiliada por una enfermera, momento en el que aprovechó para escapar de la consulta y acudir a la zona de administración para llamar al 112”. El agresor entonces abandonó el centro de salud.
Tanto la médica como la enfermera han presentado denuncia. “Le avisé de que estaba embarazada, y ni siquiera eso suavizó la situación. Al contrario, le dio igual y me dijo que si hacía falta que llamara a las autoridades. En ese momento me quedé helada, ya no es que sea médica, es que soy una mujer que está embarazada y le dije que estoy en una situación bastante más vulnerable. Pensé que o salgo corriendo de aquí o me da un golpe en la barriga y pierdo a mi hija. Fue un poco aterrador”, explica la facultativa.
Tras esta nueva agresión a personal sanitario, la Central Sindical vuelve a reclamar la dotación de vigilancia en todos los centros de salud. La responsable de CSIF Sanidad Toledo, Marisa García, señala que “nuestros profesionales están desprotegidos y el Sescam mira hacia otro lado. ¿Vamos a esperar a que suceda una desgracia para tomar medidas?”.
La semana pasada, CSIF denunciaba otra agresión en Villaluenga de la Sagra, que se suma a las ocurridas durante los últimos meses en el Centro de Salud de Buenavista en Toledo capital y en Añover de Tajo.
“Es evidente que el Sescam tiene que actuar, ni siquiera ha convocado el Comité regional de Seguridad y Salud Laboral, que lleva sin reunirse desde noviembre de 2021. Contar con seguridad en los centros es simple y llanamente una cuestión económica, hacerlo sí que sería una política de apoyo a la Atención Primaria. El resto es papel mojado”, alerta García.