Pocos días antes de sus fiestas, el pequeño pueblo de La Huerce, con apenas medio centenar de vecinos empadronados, se enfrentó a un acontecimiento inédito: el manantial del que se abastece de agua se secó. Y de esta manera, ha necesitado por primera vez el servicio de camiones cisterna de la Diputación de Guadalajara. El momento no es el ideal, porque cuando se celebran las fiestas, la población de la localidad crece hasta superar varios centenares de personas.
El alcalde de la localidad, Francisco Lorenzo, no oculta su preocupación. Explica que el manantial se nutre de la nieve que dejan las precipitaciones en la Sierra Norte de Guadalajara. Ha sido precisamente la falta del recurso lo que ha provocado que se “agote” el manantial. “Es la primera vez que ocurre, posiblemente en muchos muchos años. Nos crea un problema, porque no tenemos suministro para llenar nuestro depósito y ha hecho que por primera vez tengamos que llamar a la Diputación para que nos surta de agua”.
Por suerte, explica, no han llegado a sufrir cortes de agua o suministro. Pero también comenta que la previsión es que la situación se extienda en el tiempo, posiblemente hasta llegar al invierno. “Si no hay ninguna lluvia ni nevada, pues será lo que ocurra”, explica el edil. Desde la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible de Guadalajara, coinciden en que “en cuanto las condiciones naturales lo permitan, se restablecerá la captación de agua para boca por el sistema habitual”.
Pero el alcalde señala que, posiblemente, se tendrán que abordar “otras infraestructuras” para hacer captación, unos 100 metros “más abajo” que el manantial actual donde “de momento” todavía hay agua. “Tendremos que hablar con todas las administraciones para ver cómo solucionarlo”, resalta Lorenzo. Su preocupación está enfocada en las fiestas locales, que harán “más acuciante” la falta de agua. “Normalmente somos un pueblo pequeñito, con 50 empadronados que son 15 o 20 en invierno, pero en verano pasamos rápidamente de 25 a 300 personas. Todas las casas están repletas de vecinos que vienen a pasar aquí estos meses”, recalca.
Las fiestas populares de La Huerce son de Interés Turístico Provincial, debido a sus 'danzantes', que ejecutan sus bailes tanto dentro de la iglesia como en la explanada del frontón de la localidad. Se celebran este 12 de agosto. Son, de hecho, unas danzas cuyo origen tiene que ver con un acto de agradecimiento a las deidades, tanto por las cosechas como por la resolución de alguna tragedia. Se dejaron de celebrar en la década de los años 50 y se recuperaron en los 90.
El informe de sequía y escasez del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de diciembre de 2022 señalaba que “parecían haberse normalizado” los problemas de abastecimiento con cisternas del verano pasado. En concreto, el documento apuntaba a localidades como Carabias, Madrigal, Orea o Valdarachas. Eso sí, en cuanto a las precipitaciones, se destaca que en la estación de Guadalajara se recogió durante noviembre de 2022 un total de 31,4 milímetros menos que en la media registrada entre 1981 y 2010.
Ya en el siguiente informe, el último, que data de mayo de este año, se subraya que los indicadores de escasez presentan “situación de normalidad” en todas las unidades territoriales de escasez (UTE) con excepción de la UTE Tajuña, en situación de “emergencia”. Además, situaba a la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, que incluye a Guadalajara y a Alcalá de Henares, en “prealerta”. Ese mes de mayo ya se avanzaba que en esta mancomunidad de municipios no se descartaba entrar en fase de alerta en próximos meses.
Hay que recordar que las aguas del río Sorbe, que discurre por el término municipal de La Huerce, permiten el abastecimiento de la mayor parte de la población de Guadalajara y también a parte de Madrid, gracias al embalse de Beleña y al azud del Pozo de los Ramos, por otra.
Durante el primer mes de verano, y según señalan los datos de la Diputación de Guadalajara, se ha debido ofrecer más de 2700 metros cúbicos de agua a 34 pueblos sólo en esta provincia. El 82,4% de los servicios realizados se debieron a la falta de agua, y el resto ha sido por averías y bajadas de nivel en los depósitos municipales.
Del total de 126 servicios del los primeros siete meses del año, se han realizado 54 en julio y otros 29 en junio. Las aportaciones más destacadas se han concentrado durante el mes de julio en el conjunto formado por las localidades de Jadraque, Miralrío y Casas de San Galindo, con 659 metros cúbicos para corregir la falta de presión de caudales de abastecimiento desde la Mancomunidad de Aguas del Bornova. En concreto, a Jadraque se han llevado 468 metros cúbicos, 116 a Miralrío y 72 a Casas de San Galindo.
Al municipio de Millana se han llevado 322 metros cúbicos por falta de agua entre los meses de mayo y junio. De forma excepcional por diversas averías, en pozos, bombas y manantiales, las cisternas de la Diputación han llevado también 267 metros cúbicos de agua a El Pedregal, 159 metros cúbicos a la Urbanización Las Castillas de Torrejón del Rey, 120 metros cúbicos a Riosalido y 72 metros cúbicos a Salmerón.
Por faltas puntuales de agua, las cisternas de la Diputación han atendido a otras 24 localidades de la provincia con aportaciones de entre 8 y 52 metros cúbicos en cada caso en lo que va de año.
No se han movilizado recursos para situaciones “excepcionales”
El vicepresidente segundo de la Diputación, David Pardo, responsable del Servicio de Centros Comarcales, ha señalado que “se nota un aumento de la demanda del servicio de cisternas este año, que está siendo especialmente seco, pero la atención se está prestando a todos los pueblos dentro de la normalidad habitual en los meses estivales, sin necesidad hasta el momento de adoptar medidas excepcionales”.
Pardo hace referencia con estas palabras a los dos millones de euros que la Diputación tiene reservados, con la modificación de crédito presupuestario aprobada en el pleno del pasado mes de mayo, para posibles actuaciones urgentes y excepcionales contra la sequía.
“El equipo de gobierno de la Diputación fue previsor al adoptar esa decisión, que inexplicablemente no contó con el apoyo de todos los grupos políticos, porque eso nos permitirá tener recursos disponibles para actuar con celeridad en caso de que la situación de sequía se agrave para garantizar el abastecimiento de agua a los pueblos de la provincia”, ha subrayado David Pardo, añadiendo que “afortunadamente, de momento no ha sido necesario adoptar medidas excepcionales y se están atendiendo todas las necesidades con los recursos propios que tiene la Diputación”.
De la cantidad de dos millones de euros disponibles y en reserva que tiene la Diputación para posibles medidas urgentes contra la sequía, un millón es para gastos corrientes, que permitiría entre otras cosas alquilar nuevos camiones cisterna que se sumarían a los que tiene en propiedad la Diputación en caso de tener que atender una demanda masiva y simultánea de pueblos de la provincia, y otro millón de euros para posibles inversiones en infraestructuras que ayuden a mejorar el abastecimiento en localidades que lo necesiten.
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