El juez de Menores de Toledo, José Ramón Bernácer, ha explicado que quizá no haya “un problema de delincuencia sexual, sino un problema de sexualidad en la juventud” ante el alarmante incremento de las agresiones sexuales perpetradas por menores, siendo el aumento de la delincuencia sexual uno de sus indicadores.
Así lo ha indicado, en declaraciones a Europa Press, el titular del Juzgado de Menores de la capital castellanomanchega que ha participado en la jornada 'Menores frente a las distintas formas de violencia sobre la mujer: víctimas, agresores y espectadores', que ha acogido el Campus de la Fábrica de Armas, organizada por la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer de la Subdelegación del Gobierno de Toledo y la Facultad de Educación de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Tras considerar que las agresiones sexuales entre menores es una cuestión que últimamente tiene “mucha repercusión”, pues sin duda causa “mucha alarma social”, se ha mostrado partidario de cuantificar “la importancia real de este problema” y determinar si, realmente, existe un problema de delincuencia sexual entre menores. Aunque ha reconocido que los delitos contra la libertad sexual aumentan, aunque quizás “no en la proporción o en el número que a lo mejor pueda pensar la sociedad”.
“Lo que yo creo también, o una de mis tesis, es que realmente no hay tanto un problema de delincuencia sexual, sino un problema de sexualidad en la juventud, y uno de sus reflejos es la delincuencia sexual, que indudablemente sube”, señaló. Y pero eso, ha abogado porque la respuesta contra la violencia no sólo venga del ámbito penal, sino del familiar y del educativo en general. “Cuando hablamos de educación de jóvenes, de adolescentes o de menores, no hay que perder de vista que el primer ámbito educativo tiene que ser la familia. Se pueden hacer muchas cosas desde el ámbito de la escuela o desde el ámbito de la justicia de menores, pero sin el apoyo de la familia, no hay solución”.
Papel de las familias y las instituciones
Tras persistir en que la familia es el principal ámbito educativo, ha defendido que el “otro gran círculo” donde se mueven los menores, los jóvenes o los adolescentes, es el de la escuela, que debe tener un papel “activo” a la hora de educar a los jóvenes en estas lides. Sobre la posibilidad de reducir la edad penal de los agresores para revertir la tendencia alcista de este tipo de delitos, como apuntan algunas voces, el juez de Menores de Toledo se muestra tajante a la hora de desechar esa medida.
Se ha demostrado que el poner penas más duras no reduce la delincuencia, en general, y en menores, en particular
“La respuesta es muy rotunda en sentido negativo. No podemos dar una respuesta penal a un problema que realmente no es solo penal, sino de la juventud. La justicia penal es un elemento, al fin y al cabo, represor, que actúa cuando se ha cometido un delito”, ha delimitado Bernácer, que reconoce que, desde hace mucho tiempo, se piensa que la única solución a los problemas de los menores es el de dar una respuesta penal más dura.
“Se ha demostrado que el poner penas más duras no reduce la delincuencia, en general, y en menores, en particular”, ha argumentado el también juez decano de Toledo, que se muestra totalmente en contra a ese extremo.
Durante la ponencia también recalcó el papel que deben tener las instituciones en la prevención. “Nos implica a la justicia en una pequeña parte, pero sobre todo a las instituciones, a la familia y a la escuela”, recalcó. Abogó por campañas de este tipo que se centren en llevar el mensaje contra la violencia de género.
Los delitos de agresión sexual perpetrados por menores crecen sólo en Toledo
El juez de Menores también se ha referido al hecho de que la Fiscalía de Toledo sea la única de toda España que durante el pasado 2022 haya registrado un descenso de los delitos de agresión sexual perpetrados por menores, tal y como recoge la Memoria presentada al inicio del año judicial por la Fiscalía General del Estado.
Bernácer, que señala que ese descenso es “puntual”, ha afirmado que si se estudian los datos de los anteriores años con cierta perspectiva, los delitos sexuales cometidos por menores siguen aumentando, porque también lo hace la delincuencia juvenil en la provincia.
“Si en el conjunto de España va bajando, en la provincia de Toledo aumenta, lo cual también tiene sus razones. Esto no nos debe llevar a decir que cada vez tenemos jóvenes peores. Lo que es una realidad es que cada vez tenemos más jóvenes entre la población de la provincia, pues Toledo es una de las pocas que crece en número de habitantes”, ha explicado, refiriéndose, a renglón seguido, a la zona de la Sagra, una zona muy poblada, con mucha gente muy joven, “que incrementa la delincuencia juvenil”.
“Hay mucha más gente buena y hay también mucha más gente mala”, ha añadido Bernácer, que insiste en indicar que dicho descenso de los delitos contra la libertad sexual es “puntual”. “La propia tendencia dará lugar a que en la provincia de Toledo vayan subiendo los delitos cometidos por menores, en general, y los delitos contra la libertad sexual, también”.
Respecto a los casos de delitos sexuales entre hermanos, de cuyo incrementó alertó el pasado año la Fiscalía General de Estado, que los cifró en siete en la provincia de Toledo, el titular del Juzgado de Menores de Toledo ha indicado que al tratarse de “muy pocos casos”, la estadística puede variar mucho. “Esa variación de siete arriba, siete abajo, en términos porcentuales, desde luego que es mucho, pero que no dejan de ser siete”, ha alertado.
El papel de los psicólogos
Por último, el también juez decano de Toledo se ha quejado de los retrasos que el déficit de psicólogos que arrastran los juzgados toledanos está provocando en los asuntos penales. Pese a detallar que los juzgados de menores, tal y como determina la ley, cuentan con equipos técnicos, integrados por un profesional de la Psicología, otro de Trabajo Social y de Educación Social, se ha quejado del “déficit tradicional” que sufre la asistencia a las víctimas, en los juzgados de familia, “donde hay muy pocos psicólogos para toda la provincia”.
No obstante, el titular del Juzgado de Menores también ha puesto el foco en lo “escaso” que resulta contar con una psicóloga, una trabajadora social y una educadora para toda la provincia.
“Muchas veces el problema no es tanto cambiar la ley, sino dotar de medios para hacer cumplir la ley. Todo eso retrasa y retrasa mucho”, ha alertado Bernácer, que ha denunciado que hacer frente con esa plantilla a los delitos cometidos por los menores de la provincia, que se han duplicado en cuestión de cinco o seis años, retrasa el asunto. El magistrado también insistió en que es posible reeducar a un agresor sexual, y especialmente en el caso de menores. “Una sociedad como la española no puede renunciar a reformar a chicos y chicas de entre 14 y 16 años; no tienen por qué ser un delincuente cuando lleguen a adultos”, recalcó.
“Además, no hay que olvidar que la justicia de menores cumple una función preventiva respecto a esas personas. A lo mejor, si no atiendes a esas personas siendo menores, van a ser unos delincuentes de adultos. Entonces, la falta de medios, sí que es realmente un problema”, ha terminado avisando.