La gran palabra. La protagonista. La libertad que se arrebató a los abogados de Atocha asesinados hace ya 46 años y cuya memoria no se olvida. Y la libertad estuvo en boca de todos, pero especialmente en la de Joan Manuel Serrat. El histórico cantautor recibió este jueves en Toledo el Premio Abogados de Atocha, un homenaje rescatado por las Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha tras su desaparición en 2012 por parte del Gobierno del PP. Un premio para quienes han defendido los derechos humanos y han realizado una firme apología de la libertad durante su vida. Como Serrat, al que desde CCOO han calificado como un elemento “fundamental” de la transición.
Muchos son los que han recibido este premio, entre ellos algunos que estaban en el público. Pero la emoción y expectación que generó la llegada de Serrat a Toledo no se había visto en años. El paseo que hizo el cantautor hasta el lugar los premios, el centro cultural San Marcos, se alargó más de una hora. Porque devolvió el saludo a todo quien quisiera saludarlo, con la misma cercanía con la que felicitó y abrazó al dúo musical que tuvo la tarea de animar el acto organizado por CCOO Castilla-La Mancha.
“La libertad es un derecho humano básico”, recalcó Serrat al recibir el premio de la mano del secretario general del sindicato en la región, Paco de la Rosa, y presidente de la Fundación Instituto de Estudios Sociales del sindicato, Antonio Arrogante. Un mar de aplausos en un auditorio repleto y teñido por luces rojas recibió al cantautor que agradeció al sindicato. “Me habéis hecho uno de los vuestros”, aseguró. También relató los años de la transición, del “viejo régimen”, de la búsqueda de la libertad. Habló de cómo el premio lleva su nombre este año, pero en realidad es para Luis, Enrique, Javier, Serafín y Ángel, los asesinados en ese despacho laboralista.
“Con dificultades escribimos la Constitución sobre la que caminamos hoy. Aquella Constitución con la que soñábamos”, relató el cantautor que advirtió, sin embargo, el camino hacia la libertad fue “largo y costoso”. “La libertad es un derecho humano básico y parece mentira lo que cuesta defenderla”, reflexionó en el escenario ante un centro cultural abarrotado. “Es una conquista que hay que defender con uñas y dientes, tenemos que estar atentos, dispuestos a pelearlo y a ganarlo cada día”, señaló.
También habló de la paz, que describió como el “respeto al derecho ajeno”. Y entender esto, señaló, es lo que separa a los demócratas de los que no lo son. También quiso hacer una confesión: “Luchar por la libertad y la dignidad de las personas es actuar en defensa propia, no tiene mayor mérito”, aseguró. Por eso, se mostró humilde al señalar ante decenas de sindicalistas: “Me reconocéis como uno de los vuestros. Muchas gracias”. Y levantó los dos puños al despedirse.
“Hacer del pan las rosas”
Pero el cantautor catalán no fue el único que emocionó a todo el auditorio. También fue la presencia de Antonio Arrogante. Y no es para menos. El histórico sindicalista fue recibido con un aplauso ensordecedor, propio de lo que es un ícono en las Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha. Arrogante recordó que el documento que inició el origen de CCOO en la región, entonces eran las CCOO de Castilla La Nueva, se firmó precisamente en el despacho donde se produjeron los horribles asesinatos, apenas un par de días antes.
Y agradeció, por supuesto, a Serrat haber sido una “ventana abierta” a “momentos placenteros con dosis de esperanza”. Pero también quiso establecer una diferencia entre el trabajo de los sindicatos frente a los “de los másteres regalados”, frente a los de los colegios mayores machistas. Frente “a confundir el éxito con el esfuerzo”. “Queremos ser pan para cambiar las rosas”, recalcó y advirtió también de que “para eso nos estamos organizando”. Y no sólo para eso, sino para estar dónde se tomen las decisiones. “Ni nos doblaron ni nos van a domesticar”, aseguró. Cuando Arrogante se despidió se vieron las primeras lágrimas entre el público.
Paco de la Rosa, secretario general de CCOO Castilla-La Mancha, bromeó con ser el “telonero” de Serrat y que tras la intervención del cantautor, el acto ya podría haberse acabado. De la Rosa recordó a los trabajadores del despacho de Atocha como “hombres y mujeres asesinados y que contribuyeron a terminar con una dictadura que se negaba a desaparecer de este país”. La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, agradeció que la ciudad tuviese el honor de recibir al cantautor y señaló que es de “justicia” defender la memoria y Emiliano García-Page, presidente de la Junta de Comunidades, agradeció al cantautor ser “la banda sonora de la autoestima colectiva y de la historia reciente de este país”.