Piden tres años de prisión por presunto fraude para dos exjefes de la polémica Escuela de Gastronomía de Toledo

La Audiencia Provincial de Toledo acoge el próximo miércoles, día 18 de septiembre, el juicio contra dos exresponsables de la antigua Escuela Superior de Gastronomía, una de las más antiguas de la ciudad y que cambió de manos el pasado mes de marzo. La Fiscalía imputa a los dos acusados, que fueron sus gestores durante la anterior etapa del centro formación, sendos delitos agravados de fraude a la Seguridad Social.

Se trata del polémico centro de formación que ahora gestiona la organización ultracatólica Educatio Servanda bajo el nombre “CES Juan Pablo II” después de que PP y Vox, que gobiernan en el Ayuntamiento, culminaran el pasado mes de marzo la cesión del edificio público donde se alberga. Anteriormente, se encargaba de la dirección de esta escuela la Fundación Cofradía del Ciento.

La antigua Escuela Superior de Gastronomía arrastra una turbia historia de gestión que ahora aflora con el señalamiento del juicio. Según el escrito de la Fiscalía, al que ha tenido acceso elDiarioclm.es, los acusados son Carlos Viana Antón, quien fue presidente de la Fundación Cofradía del Ciento desde 2004 a 2019; y Manuel Conde Perezagua, director de la escuela en su anterior etapa. La Policía Nacional destapó este presunto fraude a principios de 2019.

El escrito de acusación de la Fiscalía precisa que la Fundación Cofradía del Ciento desarrollaba su actividad empresarial desde su constitución en junio de 1998, llevando la gestión de la Escuela Superior de Gastronomía y Hostelería de Toledo y explotando dos restaurantes abiertos al público.

Producto de esta actividad empresarial, esa fundación no procedió a la cotización por los trabajadores cuyo servicio utilizaba, contrayendo con la Seguridad Social una deuda global de 425.832 euros, correspondiente al periodo entre agosto de 2005 y octubre de 2018. Durante ese tiempo solicitó a la Tesorería General de la Seguridad Social hasta un total de cinco aplazamientos de deuda, que fueron “sistemáticamente incumplidos por la entidad”.

El incremento “considerable” de la deuda

Concretamente, entre 2015 y 2018 la deuda se incrementó de modo considerable. Con esta coyuntura, dado que no estaban al corriente de pago y que la deuda con la Tesorería de la Seguridad Social no hacía sino aumentar desde 2005, con la finalidad de continuar operando en el tráfico mercantil “sin hacer frente a sus obligaciones”, ambos acusados, actuando coordinadamente, constituyeron en 2009 la sociedad “Gestión y Supervisión de empresas S.L.” cuyo presidente y consejero delegado era el acusado Manuel Conde Perezagua; y su vicepresidente y también consejero delegado, el otro acusado, Carlos Viana.

Así, el objeto y la actividad de la Fundación Cofradía del Ciento y de la compañía Gestión y Supervisión de Empresas S.L. eran coincidentes, existiendo “una evidente confusión entre ambas entidades” y siendo la segunda la gestora de los dos restaurantes abiertos al público por parte de la Escuela de Gastronomía.

La Fiscalía detalla que, de esta forma, sobre todo a partir del año 2014, hubo “continuos trasvases de trabajadores” entre ambas entidades, y pagos de nóminas por parte de la empresa “Gestión y supervisión de empresas S.L.” a trabajadores de la Fundación Cofradía del Ciento, mientras que ambas entidades compartían datos de contacto, la misma web o el mismo número de teléfono.

Por otra parte, entre los años 2015 y 2018, ambas empresas compartieron el mismo domicilio social sito en Toledo, aunque los gastos ordinarios de gas, agua y electricidad eran soportados por la Fundación Cofradía del Ciento, a pesar de que la misma carecía de ingresos. Sin embargo, la compañía Gestión y Supervisión de Empresas S.L., sí que poseía ingresos y no abonaba ninguno de los citados costes derivados de la utilización del mismo domicilio social.

Para la Fiscalía, los hechos narrados son constitutivos de un delito agravado de fraude contra la Seguridad Social. Pide para cada uno tres años de prisión con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena; una multa de casi un millón de euros (921.523,16) por la deuda, más los intereses, de la Seguridad Social de los años 2014 al 2018; y la pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas.

Este juicio se celebra pocos meses después del que el equipo de Gobierno municipal diera luz verde a la organización ultracatólica Educatio Servanda para encargarse de la gestión definitiva de la escuela, ahora renombrada CES Juan Pablo II. La autorización previa la aprobó el equipo de Gobierno municipal anterior, del PSOE, pero la cesión definitiva la ha ratificado el actual, en manos de PP y Vox.

Educatio Servanda, organización que arrastra alguna que otra polémica en la gestión de colegios concertados en la Comunidad de Madrid, consiguió con ello dar un paso firme en la ciudad: el hacerse con una escuela gastronómica que ya había anunciado hace meses pero que no se había solventado precisamente por las deudas de su gestora anterior, la Fundación Cofradía del Ciento, que ahora van a juicio.

La Fundación que ahora va a hacerse cargo de su gestión se ha topado con varios obstáculos. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento cuando gobernaba el PSOE, al tratarse de un edificio público y como entidad concesionaria, aprobó la cesión del uso del edificio a la fundación ultracatólica. Pero esta última no había obtenido su titularidad al completo porque seguía en manos de la Cofradía del Ciento.

Fue el pasado mes de marzo, tras la luz verde del Ayuntamiento, cuando la cesión se hizo definitiva, pese a que Educatio Servanda ya había realizado un año antes un acto de presentación del renovado centro en este barrio toledano. El presidente de esa Fundación, Juan Carlos Corvera, ya hablaba de estos estudios de gastronomía como propios. La fundación hizo la puesta de largo de esta adquisición junto al afamado chef Pepe Rodríguez como embajador.

El retraso de la cesión definitiva a la organización ultracatólica se ha debido al incumplimiento de las cláusulas del acuerdo previo, según detalló la directora del CES, Amalia Almendro, miembro de Educatio Servanda, a este periódico. “Hay mucho que pulir ahí”, señalaba la directora del centro, si bien eludió detallar cuáles eran esas cláusulas incumplidas. Pero se refería a la controvertida historia del edificio y de sus gestores.

El edificio se construyó como parte del Programa Urban de Fondos Europeos concedido para el barrio del Polígono de Toledo en 1999. Aunque su titularidad es municipal, el Ayuntamiento aprobó su concesión desde el principio a la Fundación Cofradía del Ciento, vinculada a la Asociación Provincial de Hostelería de Toledo. A cambio, esta organización la dotó de equipamiento. Se gastó 76 millones de las antiguas pesetas.

Una historia de desencuentros y una investigación

Después comenzaron los desencuentros. El más sonado se produjo en 2002 cuando la Asociación Provincial de Hostelería comunicó a la Fundación del Ciento su decisión de asumir en solitario la dirección de la Escuela Superior de Gastronomía debido a la confrontación de modelos (el público gratuito y el privado de pago) y a las deudas acumuladas. Pero la Cofradía afirmó que no abandonaría el proyecto y mantuvo su gestión, pidiendo el apoyo tanto del Gobierno de Castilla-La Mancha como del Ayuntamiento de Toledo.

La tensa relación entre ambos socios continuó y la deuda siguió subiendo, aunque el montante total no se hizo público hasta mucho después. Hace cinco años el diario ABC informaba de que tanto el director entonces de la Escuela Superior de Gastronomía, Manuel Conde Perezagua, como el presidente de la Cofradía del Ciento, Carlos Viana, habían sido detenidos por un presunto fraude de cuatro millones de euros a la Seguridad Social.

Todos los mencionados negaron los hechos, pidieron rectificaciones a la prensa y ni el periódico ni la Policía volvieron a hacer público ningún detalle de este caso. Ahora llega el juicio para estas dos personas por ese supuesto fraude, mientras los nuevos gestores de la organización ultracatólica prosiguen con la actividad en la “renovada” escuela.