El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado el Plan Regional de Adicciones con el acento puesto en la prevención ante las nuevas tecnologías y el juego patológico. Además, entra por primera vez dentro del Plan de Salud de Castilla-La Mancha-Horizonte 2025. Se integra de esta manera como un plan específico en el conjunto de las actuaciones previstas en materia de salud de la región. La intervención se organiza en cinco áreas básicas: prevención, atención a las personas con adicciones, formación, investigación y sistemas de información, y finalmente, coordinación y participación.
La consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, ha puesto el énfasis en los objetivos que se persiguen, como son “mantener y mejorar la prevención en menores desde los ámbitos familiar y escolar sobre el consumo de alcohol, tabaco y cannabis, reducir las intoxicaciones etílicas, reforzar los mecanismos de control para evitar el acceso de menores a los juegos de azar y promover una cultura de uso adecuado de internet”.
El Plan ha sido realizado por la Consejería de Sanidad en colaboración con la Fundación Sociosanitaria y el Servicio Regional de Salud. “Este plan promoverá intervenciones en materia de drogodependencias y de otros comportamientos adictivos, como son el juego patológico, el abuso de las nuevas tecnologías u otras adicciones, al mismo tiempo que posibilita la necesaria coordinación con la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, el aprovechamiento de los recursos dependientes de distintas Administraciones y la participación de las organizaciones no gubernamentales en la realización de actuaciones coordinadas”, afirmó Fernández.
Al entrar en el Plan de Salud, se conseguirá una mayor coordinación, un mejor aprovechamiento de los recursos y facilita el desarrollo de actuaciones globales para la mejora de la salud de la población en la región. Por otro lado, y también por primera vez, el propio título del plan se centra únicamente en las adicciones, de las que las drogodependencias son solo una parte importante, poniendo así de manifiesto la importancia de los comportamientos adictivos no vinculados al consumo de sustancias, especialmente el juego patológico.
Análisis extenso desarrollado en cinco grandes áreas
El Plan Regional de Adicciones consta de 13 apartados en los que se describen los antecedentes, el marco institucional y normativo, los órganos de dirección, coordinación y participación, el periodo de vigencia, el análisis de la situación del consumo de drogas y otros comportamientos adictivos, su evolución y características actuales, la evaluación de las actividades y recursos en materia de drogodependencias durante el período 2015-2020, el análisis de las necesidades detectadas, los principios rectores de la intervención, sus objetivos generales, los objetivos específicos, acciones y actividades previstas y la financiación, la Investigación y sistemas de información y la coordinación y participación.
El documento prevé la realización de 87 acciones que se concretan en 183 actividades. Estas cinco áreas son la prevención, “como punto más importante especialmente en menores, trabajando desde los ámbitos familiar y escolar, no solo sobre el consumo de alcohol, tabaco, cannabis u otras drogas, sino también en otras adicciones como los juegos de azar y el uso abusivo de internet, las nuevas tecnologías y los dispositivos electrónicos”. Esto se complementa con la atención a las personas con adicciones, la formación, la investigación y sistemas de información y la coordinación y participación.
La prevención como objetivo principal
En cuanto a sus objetivos, se puede contar la reducción del consumo de drogas y otras conductas; retrasar la edad inicial del consumo de drogas y otras conductas adictivas; mejorar la detección precoz de las adicciones y el acceso precoz a los tratamientos; mejorar los resultados del tratamiento de las personas con adicciones y su calidad de vida; mejorar los conocimientos y la capacitación de los colectivos profesionales que intervienen: mejorar los sistemas de información que permitan conocer la evolución de las adicciones y sus consecuencias en Castilla-La Mancha; potenciar la investigación; favorecer la participación de la comunidad y de las entidades sin fin de lucro y finalmente mejorar la coordinación y la participación de las distintas administraciones.
Este plan realiza un análisis actualizado de la situación de las adicciones en Castilla-La Mancha, de las necesidades que ello implica y ofrece una respuesta ajustada a éstas. Y entre las novedades que aporta, se encuentra la atención prestada a las adicciones comportamentales, especialmente el juego patológico, el refuerzo de las intervenciones preventivas a través de las redes sociales como nuevo canal de comunicación con los jóvenes, y una mayor colaboración con el tejido asociativo.
En cuanto a la atención a personas con adicciones, Blanca Fernández ha explicado que se hace con equipos multidisciplinares para prestar una atención integral y personalizada. Para ello, en Castilla-La Mancha disponemos de unidades de conductas adictivas (UCA) y unidades de salud mental, en la mayoría de los casos a través de desintoxicación hospitalaria, en centros de asistencia en régimen de internamiento, en programas en centros penitenciarios, en programas de educación de calle y centros de emergencia y con recursos de apoyo al tratamiento, programas de apoyo a la normalización/incorporación social o deshabituación al tabaco.