La Cátedra del Tajo Universidad de Castilla-La Mancha-Soliss está “muy preocupada” por “los importantes” cambios que se han producido en los documentos legislativos que componen el Plan Hidrológico de la cuenca del Tajo, que suponen una modificación sustancial en cuanto al establecimiento de caudales ecológicos mínimos y el seguimiento de los caudales ecológicos en el tramo medio del río.
En el informe de valoración ante estas modificaciones que han presentado a los medios de comunicación, explican que en el borrador del plan que se prevé aprobar el próximo 29 de noviembre en la reunión del Consejo Nacional del Agua -último paso previo a la aprobación del plan en el Consejo de Ministros- se ha ampliado la implantación progresiva de los caudales ecológicos mínimos en los tres tramos establecidos -que se alargan hasta el año 2028-.
Además, indican que el paso de estos caudales queda supeditado a la consecución del buen estado del río, pues si este alcanza a 31 de diciembre de 2025 -fecha final del primer tramo-, no se aplicarán los caudales fijados para los dos siguientes tramos -2020 y 2027-. “Esta postergación a 2027 del cumplimiento del régimen de caudales ecológicos mínimos adolece de justificación técnica y legal e incumple las sentencias del Tribunal Supremo”, advierte la Cátedra.
Beatriz Larraz, profesora y directora de la Cátedra del Tajo, que ha presentado el informe junto a Raúl Urquiaga -investigador de la Cátedra-, ha señalado que las modificaciones de este borrador del plan -recogidas en el diario La Verdad según datos de la documentación remitida por el Ministerio a los miembros del Consejo Nacional del Agua- suponen “un problema importante”. “No era lo mejor que se podría esperar para que el río se recupere. Nos han dado otra puntilla y han bajado los dos primeros tramos”, apunta.
Asimismo, recalca que “hay una cosa más grave”, en referencia a que la aplicación de los caudales establecidos para el segundo y tercer tramo “es posible que no entren en vigor si a 31 de diciembre de 2025 se ha alcanzado el buen estado” del río Tajo. “Así nunca llegaríamos a lo que se supone que podrían ser los caudales ecológicos mínimos”, ha manifestado Larraz, al tiempo que recordaba que ya criticaron esta implantación progresiva por “ser insuficiente, no tener en cuenta las necesidades de las zonas protegidas -incluidas en la Red Natura 2000- y por perjudicar a la consecución de los objetivos”.
“El río Tajo puede esperar muy poco”
Así, la directora de la Cátedra del Tajo asevera que con los parámetros introducidos ahora, el caudal del río Tajo a su paso por Toledo “a priori no va a suponer un cambio” en el estado del mismo. “Este río que vemos a diario, sin ningún movimiento, va a ser el mismo. No hay obligación de imponer nada más alto”, lamenta. De igual manera, la situación tampoco cambiaría ni a su paso por Aranjuez ni en Talavera de la Reina.
“El río Tajo puede esperar muy poco a que se tomen de verdad medidas en cuanto al régimen de caudales ecológicos para recuperar su dinámica fluvial”, ha señalado Larraz, que, a modo de ejemplo, ha indicado que “nadie puede imaginarse que en el caso de la pandemia de COVID-19 no se hubiera hecho caso a los científicos”. “En este caso estamos en la misma situación”, ha puntualizado.
Preguntada sobre por qué consideran que se han introducido estos cambios, Larraz ha señalado que le “gustaría conocerlo” pues la información que han obtenido es “exclusivamente de medios de comunicación” sobre un tema que para la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia se ha presentado “como una gran victoria en una negociación con la ministra” para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, pues desde estas regiones denuncian que la implantación de caudales supondrían un recorte de agua para el trasvase Tajo-Segura.
“No esperábamos estos cambios. Partíamos de un borrador -el presentado en junio de 2021- que no cumplía con las expectativas para recuperar la dinámica fluvial, pero bajar de ahí era muy difícil”, apunta Larraz. De su lado, Raúl Urquiaga recordaba que las sentencias del Tribunal Supremo establecían la necesidad de imponer caudales ecológicos mínimos en “todas sus masas de agua”, una cuestión que tampoco se aborda en su totalidad pese a la ampliación de 9 a 19 masas para el curso de estos caudales.
Sobre la posibilidad de que se termine aprobando este plan tal y como ha quedado ahora el documento, advierten de que la única opción que quedaría de nuevo es interponer un recurso sobre el mismo al Tribunal Supremo. Una iniciativa que se demoraría durante varios años -tal y como ocurrió como con los presentados por las plataformas defensoras del Tajo- y que supone un coste económico que en el anterior recurso se pudo financiar mediante un crowdfunding. En este sentido, han avanzado que las plataformas están estudiando estos cambios y que seguramente comunicarán su postura durante los próximos días.
“Todos los trasvases entre cuencas incumplen la Directiva Marco del Agua”
Preguntados también por el trasvase de la tubería manchega y las implicaciones que tiene este para el río, la Cátedra del Tajo ha indicado que “no existen cuencas excedentarias” y que, “como todos los trasvases entre cuencas, incumple la Directiva Marco del Agua”. “Las cuencas tienen sus propios recursos, que deben gestionarse dentro de las mismas. Partimos de ese principio”, han manifestado, al tiempo que consideran que el “Guadiana tiene problemas que deberían solucionarse” de otra manera. “La tubería manchega es una tirita a una situación grave que no va a solucionarse”, señalan.