La época que Miguel Delibes retrató en su novela 'Los santos inocentes' ha llegado ya a su fin. Se han dado los primeros pasos de un “tiempo histórico” en el que los grandes terratenientes y los grupos de poder relacionados con el mundo de la caza se han quedado caducos, y las nuevas generaciones apuestan por defender la naturaleza, que debe ser “una cuestión de Estado”. Son algunas de las reflexiones que el naturalista y documentalista de televisión Luis Miguel Domínguez ha aportado en el acto ‘Animales en peligro’ organizado por Izquierda Unida de Toledo.
Tras dar su enhorabuena a la labor desarrollada por los agentes medioambientales de la región, Domínguez ha realizado un llamamiento a la ciudadanía para “no perder el tiempo” a la hora de combatir las políticas del Gobierno central y del de Castilla-La Mancha que suponen “toda una estrategia contra la naturaleza de España”, auspiciados por el 'lobby' cinegético, en referencia a la aprobada Ley regional de Caza y a la futura Ley nacional de Montes.
El naturalista acusa a la presidenta autonómica, María Dolores de Cospedal, de haberse “conchabado” con algunos grupos de poder para “destripar esta tierra” y arremetió contra el hecho de que el mundo de la caza haya estado representado en las reuniones sobre el lince ibérico. “El lince es el felino más amenazado del mundo, así que no tenemos por qué estar en connivencia con el propietario de una finca para impedir su desaparición”, argumenta, ya que además “son los cazadores quienes pusieron al lince en peligro de extinción”.
“Es el mundo de la caza quien prácticamente ha acabado con esta especie. ¿Por qué tendríamos que soportar todo esto?”, se ha preguntado, acusando a estos colectivos de ser los verdaderos antisistema por ir contra los métodos naturales. Pide por ello que caiga “todo el peso de la ley” sobre ellos y sobre los que atentan contra la fauna, aunque para ello haría falta “dignos mandatarios con un perfil no cinegético”.
Especial énfasis pone también el documentalista al referirse a otras especies como el zorro, para el que también ha pedido protección oficial, y al condenar todas aquellas prácticas ilegales que se realizan con “total impunidad” como el ahorcamiento de estos animales o de los galgos, acciones ahora casi permitidas por la Ley de Caza. “O cambiamos esto o estamos jodidos”, enfatiza, al tiempo que pide a la ciudadanía que propicie un cambio político para que cambien las prioridades de los gobiernos.
También le ha dedicado algunas palabras a Cospedal al considerar que la asociación APROCA ha demostrado su influencia en el Gobierno de “una señora psicópata y acomplejada”, cuando está demostrado que “los malos siempre influyen en aquellos que no tienen ni idea de lo que hacen”. Afortunadamente, añade, la sociedad civil se está moviendo en la región y en toda España para que la naturaleza se convierta en una “cuestión de Estado”.
“Los ataques a la fauna silvestre están auspiciados por un sector caduco, de zombis; el colectivo de la caza es anacrónico, no saben que ya son cadáveres, pero sí son conscientes de que no tienen relevo generacional y por eso han inflado el asunto, porque saben que son los últimos coletazos. Cospedal ha aplicado un modelo que le ha inculcado ese sector caduco, pero con Miguel Delibes ya murió un tiempo, y estos dinosaurios no saben que este meteorito ya ha caído y que están acabados”, argumenta.
Defender cada río y especie de Castilla-La Mancha
Domínguez ha finalizado su apasionado discurso mostrándose convencido de que “estamos en otro tiempo, en un tiempo histórico donde la vida se abre paso, un tiempo de respeto a la naturaleza en el que cada vez somos más los que vamos hacia adelante”, y por ello no dudó en proclamar la necesidad de que los castellano-manchegos se muevan para defender “cada rincón, cada río y cada especie” de la región, porque al final “es nuestro corazón lo que estamos defendiendo”.
En el acto también ha intervenido Rubén Castro, presidente de la Asociación de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha, quien ha expuesto las dificultades que en los últimos años viene sufriendo este colectivo, “vilipendiado y maltratado” por la Junta. Castro ha detallado el gran trabajo que realizan en la investigación del uso de venenos y de métodos ilegales de lazos o cepos, acciones que son la principal causa de mortandad de animales silvestres en toda España.
De hecho, ha asegurado que pese a las trabas de la Administración y a las continuas declaraciones de la consejera María Luisa Soriano para que se limiten a “tareas administrativas”, los agentes ya están redoblando esfuerzos en paliar situaciones como la colocación de cepos en zona de suelta de linces. No les importa que la “aberración” de la nueva Ley de Caza vaya a dificultarles la tarea para que la Junta pueda responder ante “el muy potente lobby de la caza”, ya que seguirán luchando por la sostenibilidad de la fauna. Añade que disponen del apoyo de colectivos ecologistas y ciudadanos, de jueces y fiscales que alaban su trabajo, e incluso de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). “No estamos solos y no dejaremos un trabajo que llevamos décadas haciendo”, concluye.
Previamente, el coordinador local de IU y candidato a la Alcaldía de Toledo, Javier Mateo, defendió el trabajo de los agentes medioambientales, “uno de los colectivos peor tratados por la misma Administración que los contrata” y pidió que ni la crisis económica ni las “excusas baratas” de la tradición provoquen el olvido del entorno natural, promulgando la necesidad de “acabar con el daño gratuito a nuestros animales” ya que “es lo que nos define como sociedad”.