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Toledo se moviliza para exigir el respeto de los derechos humanos de las personas refugiadas

Este fin de semana varias ciudades vuelve a salir a la calle por tercer año consecutivo para reivindicar el respeto de los derechos humanos de las personas refugiadas y migrantes, el cumplimiento de los acuerdos y convenios internacionales y para exigir unas políticas migratorias humanas. 18 ciudades y más de 200 colectivos apoyan esta convocatoria de carácter estatal cuyo lema es ‘No a la Europa Fortaleza, los Derechos Humanos no se negocian’.

En Toledo la concentración se ha celebrado este sábado, convocada por el Colectivo para la Paz y Bienvenidxs Refugiadxs Toledo, junto a Mujeres de Negro contra la guerra, la Coordinadora de ONGs y Poetas de la ciudad. En el acto, en el que han participado decenas de personas, se ha llevado a cabo una performance, se han interpretado poemas y se ha leído el manifiesto.

Por tercer año, con esta manifestación se ha buscado denunciar la “nefasta” gestión de los campamentos de las personas refugiadas “donde familias enteras esperan en un limbo en condiciones insalubres y sin ninguna preparación para el frío y la falta de protocolos de protección de los colectivos más vulnerables”. Además se ha pedido crear vías seguras y legales, “acabando con las mafias y con las muertes en el mar Mediterráneo (más de 3.000 personas este 2017,según datos de la OIM)”.

El manifiesto, al que se han adherido los diferentes colectivos, ha exigido también el fin de los acuerdos con terceros países para la externalización del control de las fronteras, “práctica que tiene incontables costes humanos, provocando la esclavitud de personas en tránsito, la vulneración de derechos, así como la muerte de miles de personas durante el camino.”.

Además, han recordado que España no ha cumplido su compromiso con la Unión Europea de reasentamiento y reubicación de los refugiados y han denunciado que continúa con la “gestión inhumana” en la frontera en Ceuta y Melilla, “donde se realizan prácticas ilegales de devoluciones en caliente, mueren mujeres trabajadoras porteadoras y los menores no acompañados quedan desprotegidos y criminalizados en las calles de Melilla, entre otros.”.