Los trabajadores de Monbus, 30 en la provincia de Albacete, temen por la continuidad de sus puestos de trabajo cuando, finalmente, la empresa deje de llevar el servicio de transporte en las VAC114 y 212 que hace trayectos entre Valencia Albacete y Cuenca, y que gestiona el transporte en cerca de 80 municipios de toda la región.
Es por eso que este viernes se han concentrado a las puertas de la Estación de Autobuses de Albacete, convocados por Comisiones Obreras, para pedirle a la Junta que, una vez se haga con la gestión del servicio, obligue a la empresa concesionaria a subrogarlos. La mayoría de ellos cuenta con una antigüedad que oscila entre los 20 y 25 años y la media de su edad es de 50 años.
“Tan sólo se habla de las líneas pero hay 30 familias que se podrían quedar sin trabajo”, asegura la secretaria general de CCOO en Albacete, Carmen Juste, quien ha acompañado a los trabajadores en su protesta y que ha descrito una situación de inestabilidad para los afectados.
Y es que, tanto los trabajadores como el sindicato, aseguran que “es cuestión de días” que la empresa sigue ofreciendo el servicio. “No se sabe hasta cuándo”, insiste Juste, porque la situación es imprevisible después de que desde la Consejería de Fomento se anunciara que a partir del 2 de noviembre no habría servicio por parte de Monbus, cosa que no ha sucedido porque la empresa, hasta hoy, sigue con su actividad. “Ahora está todo en el aire y hasta que no salgan las VAC, se haga la subasta y esto lo coge una nueva empresa”, dice Conrado Rodrigo uno de los conductores de Monbus.
Su futuro laboral más inmediato está en manos de la Junta, quien previsiblemente se hará cargo del servicio aunque no se sabe en qué momento sucederá. A la Administración regional le piden “que busque una empresa fuerte que pueda hacerse cargo de las líneas y no nos deje en la calle”, sentencia Conrado Rodrigo.
Junto a él, otro conductor, Vicente Martínez, advierte de que el servicio, tal y como ha venido quejándose Monbus, es deficitario. “Castilla-La Mancha no tiene una población muy densa. Hay muy poco viajero y mucho municipio”, asegura, por lo que “el transporte tiene que estar subvencionado o no puede ser viable”.