Julián Garde (Madrid, 1966) vive en Albacete desde 1993. Este veterinario y doctor en Medicina Veterinaria ha ejercido durante ocho años como vicerrector de Investigación y Política Científica de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Una Institución académica que ahora aspira a dirigir como rector.
A comienzos de marzo daba a conocer sus intenciones, pero la crisis sanitaria ha aplazado las Elecciones al Rectorado de la universidad castellanomanchega que debían haberse celebrado en abril.
Durante su etapa al frente del área de Investigación y Política Científica de la UCLM ha sido muy crítico con la falta de una apuesta económica suficiente y “blindada” por el papel de la ciencia en el ámbito universitario de la región.
Garde fue Premio Joven Investigador ‘Luisa Sigea de Velasco’ otorgado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en su primera edición (2001), ha sido responsable de la gestión del Campus de Excelencia Internacional en Energía y Medio Ambiente (CYTEMA) y de los estudios de Doctorado en la UCLM y director del Instituto de Recursos Cinegéticos (IREC), entre otros cargos.
En el ámbito nacional, ha sido secretario ejecutivo de la sectorial de I+D+i de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y miembro del grupo de trabajo encargado de elaborar la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación para el periodo 2021-2027. Su perfil deportista y solidario tendría un capítulo aparte.
Hablamos con él de la crisis sanidad provocada por la COVID-19 y de sus proyectos para la UCLM si sale elegido como rector. De momento, es el único candidato que se ha postulado abiertamente al cargo que ahora ocupa Miguel Ángel Collado. La UCLM sigue en stand-by por pandemia, tanto que cuando hacemos la entrevista (lunes 1 de junio) todavía no aparecen actualizados los plazos de matrícula para el curso 2020-2021.
¿Cómo está viviendo esta crisis sanitaria?
En lo personal con muchísima preocupación. La gente de nuestra generación, nuestro país, no se habían enfrentado a un problema de esta naturaleza por el número de enfermos y de fallecidos. Al ser algo tan desconocido, genera mucha ansiedad e incertidumbre. A todos nos ha tocado un caso cerca. Eso nos ha generado desasosiego y miedo.
En el plano profesional, dimití el 5 marzo como vicerrector pensando en preparar la precampaña como candidato al Rectorado e inicié reuniones que paré rapidísimo, quizá un poco de forma agresiva porque me di cuenta de que la cosa iba a ser un verdadero problema.
En estos casi tres meses he estado impartiendo clases del master y he vuelto a la investigación que tenía parada desde hace casi ocho años. A nivel personal he reflexionado mucho sobre la propuesta electoral inicial porque, en el contexto al que nos vamos a enfrentar, cambia bastante en algunos aspectos. Sobre todo, preocupación por las personas porque la crisis sanitaria va a desembocar en otra económica, quizá sin precedentes.
La temprana decisión del actual rector de clausurar las clases en la UCLM tensó los ánimos con el Gobierno regional. García-Page mostró públicamente su “disgusto” y “perplejidad”. ¿Cuál es su opinión?García-Page mostró públicamente su “disgusto” y “perplejidad”
Cada institución maneja los tiempos y las actuaciones pensando en lo mejor para los suyos. La decisión de la Universidad en aquel momento fue correcta y tal vez tardía, viendo lo que pasaba en entornos universitarios de la Comunidad de Madrid.
A partir de ahí cada institución defiende sus intereses. Lo que debe haber es lealtad entre todas porque estamos condenados a entendernos. Esta región no se entiende sin la universidad y al revés.
¿Cree que la pandemia le ha servido a la UCLM para mostrar su potencial científico e investigador?
Creo que sí. La UCLM siempre ha tenido un claro potencial en este sentido. Para lo que ha servido es para que la sociedad se dé cuenta de la importancia que tienen la investigación, la ciencia y la tecnología para un país aunque también es triste que lo haga en una situación así.
En cuanto al Gobierno, no tengo claro que estas lecciones que ha aprendido la sociedad vayan a servir para que nunca jamás se vuelva a recortar en investigación y en ciencia. El tiempo lo dirá.
Usted es veterinario. Se ha hablado mucho sobre el origen animal del virus. ¿Qué opina?
Tengo que mostrar mi tristeza como veterinario porque, como profesional y en cuanto a la investigación, no se nos ha considerado. Podemos aportar mucho a la resolución de este problema dentro del concepto mundial de hoy en día de una salud única (One Health).
Muchas de las enfermedades que nos están afectando en los últimos años son compartidas con los animales.
¿Es optimista en la llegada de una vacuna?
A ver…Soy optimista, pero va a llevar su tiempo. No sé si un año, año y medio…La percepción que tengo como ciudadano, no tanto como profesional porque no es mi especialidad, si uno ve las noticias y lee lo publicado en medios científicos, es que los casos que se están dando en los últimos días son mucho menos virulentos que al principio.
Eso me hace ser optimista. Me anima también pensar que se está atenuando o que la carga viral en el ambiente es menor y por eso los casos son menos graves.
Se ha posicionado en contra de los test masivos a la población. ¿Por qué?
No me he posicionado claramente, pero sí he trasladado en redes sociales la información de varias sociedades científicas que, en este momento, consideran que esos test masivos no tienen mucho sentido y que probablemente se podría llegar a la misma información epidemiológica haciendo un muestreo considerable de la población.
Los test masivos nos van a dar una información cambiante mañana o la semana siguiente, en cuanto a protección personal. Mi familia ha entrado en el estudio serológico nacional, con pruebas que repiten en varios días: una persona puede dar negativo y a las tres semanas dar positivo.
Se pueden usar otros muestreos para ver cómo entra en los núcleos sociales y cómo evoluciona. Quizá hace mes y medio hubiera tenido sentido, ahora no es oportuno. Esperemos que no vuelva a serlo en otoño.
En julio la UCLM pasará su primera gran prueba con la EvAU en lo que tiene que ver con seguridad frente al virus y después llegará un nuevo curso. ¿Está preparada la Universidad de Castilla-La Mancha para los nuevos retos que nos ha impuesto la pandemia?
Creo que como todas las universidades e instituciones intentamos prepararnos a marchas forzadas para el nuevo curso. Hay dos connotaciones. Lo primero es la seguridad de las personas. Ante cualquier duda todo lo demás no tiene sentido.
Salvado eso, que es lo importante, tendríamos que plantearnos distintos escenarios y planes de contingencia para el próximo curso. Dependiendo de cómo evolucione la pandemia en otoño, nos veremos obligados a pasar de un escenario a otro.
Para diseñar cuatro o cinco escenarios, tal vez vayamos un poco tarde. Estamos en junio. Entiendo que es difícil, pero por la certidumbre del profesorado, los estudiantes, el personal de Administración y Servicios y desde luego los padres, cuanto antes esté resuelto y publicitado, mejor.
No solo hay que resolver, sino que la sociedad tiene que conocerlo: los escenarios y los planes de contingencia y en menos de un mes hay examen de la EvAU.
¿Exámenes y clases presenciales, sí o no?
Hay mucho debate. Se habla de tres modelos. Eso es como no decir nada, a cualquiera se le pueden ocurrir. Uno de ellos es el presencial, el segundo es el semipresencial y el tercero iniciar el curso o completar el primer semestre entero como hemos acabado, de forma virtual.
Puede haber un cuarto modelo, con presencialidad responsable y segura, pero dimensionarlo teniendo en cuenta nuestras plantillas, horarios, grupos y espacios. Sería intentar este modelo de acuerdo a nuestras posibilidades organizativas. Y para eso hay que interactuar de manera continua con los profesores y los centros.
Nuestro modelo universitario es presencial. Claramente. No somos una universidad a distancia. Todo lo que se aleje de ahí no es bueno. El ambiente universitario no es solo la enseñanza o la investigación. La interacción social es clave.
¿Cómo calificaría el papel que está jugando el nuevo Ministerio de Universidades en esta crisis sanitaria?
Le hago una reflexión. Esta división del Ministerio nunca la entendí. Es muy difícil separar ciencia e investigación cuando el 65% de esa investigación la hacemos desde las universidades. Se tomó la decisión y hay que asumirla. No depende de nosotros.
En este corto espacio de tiempo y en esta situación, se están tomando decisiones rápidas y acertadas. Luego hay otras que se refieren más a convocatorias de personal docente e investigador que dependen del Ministerio en las que los plazos se le están echando encima. Me refiero a la convocatoria para certificar la calidad investigadora del profesorado que tendría que haber salido en enero. Da acceso a los jóvenes investigadores a presentarse a plazas de profesorado.
También ese asunto está parado en Castilla-La Mancha…
Sí, en diciembre se publicó la propuesta de resolución, pero falta la concesión que permite poner en marcha los proyectos. Me consta que se está trabajando en ella y que pongan en marcha los proyectos cuanto antes. Es importante.
Hasta hace nada formaba parte del equipo del actual rector, Miguel Ángel Collado. ¿Por qué tomó esta decisión?
Llega un momento en mi vida académica, tras ocho años muy difíciles para la gestión de esta universidad y de todas, en el que, aunque se han hecho muchas cosas bien, necesitamos un cambio de ciclo, de inercias, de velocidades y de proyectos de universidad.
Eso me motiva a presentarme a rector cuando se reanude el procedimiento electoral. No hay más detrás. Las elecciones al Rectorado lo son de proyectos y de modelos de gestión. No tanto de personas.
Pase lo que pasé seguiré trabajando para esta universidad y se presente quien se presente. De momento, hasta donde yo sé, el único que ha mostrado interés en presentarse soy yo.
“La universidad somos todos, no solo un equipo, esto es algo que necesitamos cambiar”
¿Se presentó pensando que Collado no optaría a la reelección?
No. Fue totalmente independiente. Tomé esta decisión, que no fue fácil para mí, de manera reflexionada y pausada. También consultando a algunas personas. Creo que la universidad para los próximos cuatro o seis años necesita algo diferente.
Las elecciones a rector son, en realidad, unas elecciones de proyectos, y de modelos de gestión y no debe quedarle a nadie ninguna duda que pase lo que pase, no sé para otros, pero para mí esto no es un enfrentamiento, sino que es una apuesta de un proyecto de universidad frente a otros.
Suceda lo que suceda, el día después todos formaremos parte del que gane, ya que la universidad somos todos, no solo un equipo, quizá esto es algo que necesitamos cambiar también para el futuro.
Yo he decidido presentarme, porque creo que para que haya futuro, en el que unos pocos me quieren ver, debe haber presente y, en este momento, creo que teniendo claro que se ha hecho un buen trabajo hasta la fecha, el futuro vendrá marcado por lo que hagamos en el presente. Es aquí donde me veo y quiero empezar a trabajar para la UCLM.
“Hay que poner en el centro de la universidad a los estudiantes para que nadie se quede fuera”
¿Y qué cosas diferentes necesita esta universidad? ¿Qué es lo prioritario?
Estamos trabajando en el programa electoral y de acción. Habíamos iniciado una ronda de visitas por los centros para conocer el sentir, sobre todo, del profesorado joven y de los estudiantes. Eso se paralizó con la crisis sanitaria.
No sé si es diferente o no porque el discurso y el papel lo aguantan todo, pero después hay que ejecutar. Hay que poner en el centro de la universidad a los estudiantes.
Tras esta crisis está necesidad se va a hacer más patente. Es verdad que han mejorado las condiciones de las becas y las tasas ya las teníamos muy bajas, pero si no estamos vigilantes, hay muchos estudiantes que se van a quedar fuera por condiciones sociales o económicas. Hay que hacer todo lo posible para que ningún chico o chica que quiera estudiar se quede fuera. Eso marcará el futuro de la región.
En cuanto a la investigación, hay que dar un salto cualitativo buscando alternativas para grupos que están teniendo problemas para financiarse.
De entrada, ¿qué sensaciones tiene sobre cómo se ha recibido su candidatura?
Antes de la pandemia, visitamos siete centros en los campus de Albacete, Toledo y Talavera de la Reina. Las sensaciones fueron muy positivas en reuniones para que la gente transmitiera sus preocupaciones. Luego, el porcentaje de presencia también fue muy positivo.
Es una percepción que tengo hace tiempo pero al final es una votación como otra cualquiera. Soy optimista.
¿Cómo ha sido trabajar con Miguel Ángel Collado? ¿Qué diría del todavía rector?
Hemos compartido ocho años de nuestra vida de forma muy intensa y en una época muy complicada. Las veces que hemos hablado y también en redes sociales le he agradecido su confianza. Ha sido una etapa muy positiva para mí, en la que he aprendido mucho. Como académicos, somos unos privilegiados.
Luego hay un recordatorio que siempre me viene a la cabeza. Soy profesor de la Escuela de Ingenieros Agrónomos y de Montes, también imparto clases en Farmacia y fui director del IREC. Lo que quiero decir es que el conocimiento de la universidad y de las personas era muy reducido. Estos ocho años me han permitido hacerlo y siempre he tenido una relación muy cercana con los estudiantes. Tengo grandes recuerdos porque en esta universidad hay gente maravillosa desde todos los puntos de vista.
Como vicerrector de Investigación he conocido las peculiaridades de todas las disciplinas. Soy de Ciencias de la Salud pero he conocido cómo y por qué investigan los demás y creo que he adquirido la sensibilidad por esas peculiaridades de cada rama de conocimiento. Estoy muy agradecido de que contase conmigo.
Acabamos de celebrar el Día de la Región y el que fuera primer rector electo de la UCLM, Luis Arroyo decía en una entrevista con eldiarioclm.es que lo que viene ahora en la universidad es “un periodo casi constituyente, para ver cómo cubrir las deficiencias que han generado dificultades para la gestión de la crisis de salud” y que la institución de enseñanza debe estar “absolutamente pegada” a la acción que lleve a cabo el Gobierno regional. ¿Lo suscribe?el que fuera primer rector electo de la UCLM, Luis Arroyo decía en una entrevista con eldiarioclm.es
Creo que la preocupación que todos tenemos es que, una vez más y no sería la primera, cuando esta crisis sanitaria se transforme en económica los hachazos vayan a los de siempre. Vamos a ver si ahora es diferente.
Ya le decía antes que Junta y Universidad están condenadas a entenderse pero cada uno tenemos que defender a los nuestros. Así lo he hecho en estos años. Solo hay que ir a la hemeroteca. Siempre he defendido lo mismo: a los míos, los de la UCLM.
Critiqué los recortes de hace ocho años, primero de manera oficial y luego en los medios de comunicación. Siempre he reivindicado financiación suficiente para el sistema universitario y para la investigación. Tal vez por este cansineo mío es por lo que me recuerda la gente.
Conviene que en el entendimiento con la Junta haya lealtad pero defenderé a los míos.