En apenas un año han sido una decena los ataques a la colonia felina que Dejando Huella gestiona en el barrio Cañicas Imaginalia de Albacete. El último se produjo hace apenas una semana cuando los gatos fueron rociados con pintura acrílica.
Es el último de los actos vandálicos contra los felinos de esta colonia que se vienen produciendo en los últimos doce meses. Hace ahora justo un año, el 20 de febrero de 2017, el colectivo Dejando Huella denunciaba el destrozo de hasta cuatro casetas que se habían instalado en esta zona de la capital albaceteña para “proteger a los felinos de las inclemencias del tiempo”. Ni ese caso ni el sucedido hace unos días han sido esclarecidos, ni se sabe quien o quienes fueron los causantes.
Desde entonces ahora las agresiones a estos gatos se han seguido sucediendo. “Ha sido un año muy duro”, dice Antonio José Fernández, presidente de Dejando Huella que recuerda que en estos meses se ha producido atropellos a los gatos de la colonia, a los que también les han tirado piedras y otros que han sido golpeados hasta el punto en que ha sido necesaria la atención veterinaria.
El motivo de estos ataques aún no se lo explican. “No sabemos si es por maldad, si se trata de chiquilladas o es cuestión de ignorancia”, señala el presidente del colectivo.
¿Cómo proteger a la colonia felina?
Pese a que la colonia felina gestionada por Dejando Huella en el barrio Cañicas Imaginalia cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de la capital y de los vecinos de la zona, aumentar la vigilancia en el entorno es una de las peticiones del colectivo. Además, añade Antonio José Fernández, se ha solicitado la instalación de un vallado “para que los gatos tengan un sitio seguro en el que poder esconderse”.
A esto se suma otra solicitud, la de reducir la velocidad de la vía en la zona. “Es una calle en la que los vehículos van muy rápido y esto ha provocado los atropellos”, cuenta.
Dejando Huella Albacete lleva más de dos años trabajando en esta colonia felina que cuenta, a día de hoy, con 45 gatos.