El vertedero de Ciudad Real situado sobre un volcán, de nuevo cuestionado

Vecinos de Almagro (Ciudad Real) acaban de constituir una plataforma ciudadana contra la apertura de un tercer vaso en el vertedero que existe en la localidad y reclamando el cierre de la instalación. La titularidad de este vertedero, en el paraje La Yezosa, corresponde al Consorcio para el tratamiento de residuos sólidos urbanos (RSU) de la provincia de Ciudad Real. Fue autorizado en 2002, en 2010 fue necesaria la primera ampliación con un nuevo vaso de vertido y en 2014, una segunda.

Amparo Sánchez, de la plataforma vecinal dice que “personalmente creo que es una catástrofe medioambiental. El pueblo está harto y pedimos el cierre y la no licitación de más vasos de vertido”. Ha recordado además que “las 100 personas” que conforman la plataforma, cuentan con el apoyo de los grupos municipales de Ciudadanos y Almagro Sí se Puede!, aunque, matiza que “lo que pedimos es que no haya colores políticos, se lo hemos pedido a ambos”.

A principios de marzo de este año, el Consorcio aprobaba iniciar los trámites para construir un tercer vaso en el vertedero controlado de residuos de Almagro, que ha despertado las suspicacias de los vecinos.

El grupo municipal Almagro Sí Puede! presentó entonces una moción en el Ayuntamiento de la localidad para paralizar la propuesta de ampliación del vertedero recordando que la localidad lleva más de 30 años albergando uno de los mayores vertederos de España que recibe los residuos generados en buena parte de la provincia de Ciudad Real (unas 160.000 toneladas anuales, es decir, la basura de 380.360 habitantes).

A eso se suma que Almagro ya cuenta con otro vertedero (ya clausurado). “Sus habitantes han sido suficientemente solidarios durante más de tres décadas sin recibir ninguna compensación por albergar millones de toneladas de basura de toda la provincia de Ciudad Real”, decía la moción del grupo municipal que firmaba Ismael Parras, concejal de Almagro Sí Puede!

Los vecinos se quejan de malos olores y los incumplimientos ambientales sancionados en varias ocasiones preocupan. En 2016, Almagro Sí Puede! denunció un vertido con la advertencia de que podría estar “contaminando gravemente aguas superficiales y subterráneas de nuestro termino municipal”. También lo hizo Ecologistas en Acción. En 2017 se presentó denuncia ante la Fiscalía de Ciudad Real en la que se explicaban presuntas “irregularidades en el funcionamiento de la planta de tratamiento de residuos domiciliarios y vertedero anexo”. Fue archivada. “Se nos dijo que habían sido multados por las infracciones cometidas y que entendían que esas multas ya eran suficiente”, dice Ismael Parras, aunque se les abría la puerta a la vía penal que no utilizaron.

En un informe de Inspección Medioambiental de la Dirección General de Calidad e Impacto Ambiental de la Junta de 2014 al que ha tenido acceso eldiarioclm.es se concluyó remitir a los servicios jurídicos de la Junta la información para “tramitar el correspondiente expediente sancionador” al detectarse infracciones relacionadas con la primera ampliación del vertedero en 2010 y ante la petición de una nueva ampliación.

El informe también constató que tanto la planta de reciclaje como la de compostaje estaban “inactivas”, al igual que en una anterior inspección de 2012 y que por lo tanto no se realizaban labores de tratamiento de los residuos, incumpliendo así la autorización ambiental integrada. Otro informe de los agentes medioambientales de 2016 constaba el vertido de lixiviados que afectó a una parcela de cereal y no son los únicos.

“Todos los años pedimos informes”, explica Ismael Parras quien reconoce que “las cosas ahora están mejor” pero “hay mucho malestar acumulado y ahora nos encontramos con una nueva ampliación. Y los vasos de vertido se están llenando en apenas cuatro años porque reciben una cantidad de residuos mayor de lo que se pensaba”.

Los vecinos se concentraron este domingo en la localidad además de realizar una marcha desde la Plaza Mayor de Almagro hasta las inmediaciones del vertedero. Se leyó un manifiesto en el que consideran, entre otras cuestiones, que Almagro “ha sido muy solidario pero que ya va siendo hora de cerrar la instalación, en lugar de ampliarla con un vaso más, como tiene proyectado el Consorcio de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) de Ciudad Real”.

Además, se constituyó una plataforma ciudadana bajo el nombre provisional ‘No al vertedero de Almagro’, para continuar con las protestas en próximas fechas.

Un vertedero sobre uno de los mayores volcanes de la comarca : “Es aberrante”

Amparo Sánchez alude también a la importancia volcánica del lugar en el que se asienta el vertedero. “En ningún momento se habla de La Yezosa, que es uno de los mayores volcanes y debería ser zona protegida. En cambio es una montaña de basura”. De hecho, colectivos como el Grupo de Investigación de Geomorfología, Paisaje y Territorio en Regiones Volcánicas (Geovol) ya pedía en 2016 poner en marcha un Plan de Aprovechamiento Sostenible de los Volcanes del Campo de Calatrava, entre ellos el de la Yezosa, en Almagro.

“A nosotros nunca nos ha hecho gracia que el volcán sea utilizado como un vertedero de residuos”, comenta Rafael Gosálvez de GEOVOL. “Nos parece una aberración”. El vertedero se ubica en los huecos mineros que dejó la excavación para extraer materiales en sus canteras. Es uno de los volcanes más grandes del Campo de Calatrava que ha visto desaparecer “su precioso cráter en forma de herradura” en una zona que, además, conserva la mayor concentración de lagunas volcánicas de toda Europa. Paradójicamente, se viene trabajando de forma paralela en la puesta en marcha de un geoparque volcánico en la comarca, a iniciativa de la Diputación Provincial.

“Para nosotros no es el escenario óptimo para ubicar un vertedero, añade, para citar el estudio sobre geopatrimonio realizado por Rafael Becerra, profesor de la UCLM. ”Lo valoró como un volcán a conservar por tener una de las morfologías mejor conservadas de todo el Campo de Calatrava. Y se lo han cargado, tanto por la gestión minera como de residuos urbanos“.

Este experto en geografía física confía en que se haya realizado una “correcta impermeabilización” de la zona porque “los piroclastos del volcán son tremendamente permeables y a la larga puede suponer un problema. Y si no se tratase de piroclastos sino de la cola de lava... tiene su propia fracturación. Espero que la base donde se asienta el residuo esté impermeabilizada”.

“Vamos a ir a un tercer vaso, eso es insostenible en el tiempo, habrá que ir a un cuarto o a un quinto vaso. La única manera sería reducir y reciclar y eso no se está haciendo, y si se hace, no de manera suficiente”, concluye.

El Consorcio sostiene que “cumplen estrictamente” los requisitos ambientales

El Consorcio, sin embargo, se remite a una nota de prensa publicada el pasado 28 de marzo tras la reunión del Consejo de Administración de la entidad. El alcalde, Daniel Reina, trasladó la preocupación vecinal y la necesidad de incrementar la compensación económica que recibe el municipio por albergar el macrovertedero (unos 600.000 euros anuales) aunque eso quedará ya para la próxima legislatura, tras las elecciones del 26 de mayo.

Ante las protestas vecinales que se vienen produciendo en las últimas semanas, el presidente de la entidad, Pedro Antonio Palomo aseguró “con claridad que los requisitos de índole medioambiental, sujetos a los parámetros técnicos y legales que se nos están exigiendo, se están cumpliendo estrictamente a día de hoy”.

Además, y frente a las quejas de los vecinos, la empresa quiere hacer valer su apuesta por la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a través de los proyectos CLIMA incentivados económicamente por la Unión Europea. Uno para la celda I que empezó en el año 2016, y durará hasta inicios de 2020, en el que se estima que se reducirá la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera en unas 50.000 toneladas equivalentes, y otro proyecto para la celda II, que empezó en el año 2018 y terminará en el 2022, en el que se estima que se reducirá la emisión de unas 60.000 toneladas equivalentes de CO2 repercutiendo en unos ingresos en total de los dos proyectos de unos 500.000 euros.

Por otro lado, explican que para finales del año 2019 está prevista la instalación de un motogenerador, accionado por un motor de combustión interna de biogás de vertedero como combustible con capacidad para tratar 750 Nm3/hora de biogás produciendo energía y evitando la emisión de metano (un gas 21 veces más activo que el dióxido de carbono como acelerador del efecto invernadero). Anualmente se estima que se reducirá la emisión de unas 100.000 toneladas equivalentes de CO2 y repercutirá favorablemente en la economía del Consorcio RSU Medio Ambiente.

Estos proyectos se enmarcan dentro del procedimiento que está siguiendo la empresa para obtener el Sello del Registro de Huella de Carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono que otorga el Ministerio de Transición Ecológica.

En todo caso, el vertedero deberá adaptarse a las directrices europeas que tienden a un modelo más sostenible en la gestión de los residuos. Durante esta legislatura, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha trabajado en el diseño de una Estrategia de Biorresiduos que incluye importantes cambios y descarta la valorización energética, la incineración y el depósito en vertederos.