“El viernes, cuando nos llamaron a las dos de la tarde, el temporal era infernal”, afirma Jesús Carreño, presidente de Cruz Roja de Madridejos y uno de los 7 voluntarios que durante los últimos tres días han ayudado a los casi 170 camiones atrapados en el aparcamiento invernal situado en este municipio toledano. Las fuertes nevadas activaron un dispositivo de emergencia sin precedentes. “Ha sido una situación excepcional”, reconoce Juan Manuel Barrachina, director provincial de la Unidad de Emergencia de Cruz Roja Toledo. “Voluntarios de Madridejos se han encargado de recoger los alimentos de los bares de la localidad, que previamente había encargado el Ayuntamiento, se dirigían al aparcamiento con dos vehículos de transporte adaptado y los repartían”.
Gracias a la colaboración ciudadana, a la cobertura económica del propio consistorio y a la eficacia de la gestión, todos los transportistas recibieron gratuitamente 4 comidas diarias, además de comida caliente gracias a una carpa de Protección Civil. “El viernes por la noche fue la noche más peligrosa”, relata Carreño cuyo equipo llegó a repartir 700 bocadillos camión por camión. “Estoy muy orgulloso del pueblo y los camioneros de nosotros, desde el Ayuntamiento hasta el alcalde que es también voluntario e iba repartiendo con nosotros”.
Carreño, quien es voluntario desde el 1983, coincide en describir sus últimos tres días como una situación sin precedentes. “Es la primera vez que hemos visto algo así”. Según la coordinadora de Cruz Roja en Toledo, María José Soto Moraleda, el de Madridejos ha sido uno de los embolsamientos más preocupantes ya que no cuenta con restaurantes u hoteles a su alrededor.
Tal y como confirma Soto, el dispositivo ya se ha desactivado gracias al cese de las nevadas y al trabajo de las máquinas quitanieves y el personal de limpieza. “La autovía ya está despejada y se puede circular con relativa normalidad”.
Ya sin camiones, y tras el esfuerzo y la colaboración ciudadana, el voluntario madridejense destaca la respuesta de los transportistas. “Nunca he visto a personas más agradecidas, nunca”.
Además de la organización, cientos de personas de toda la región se han visto involucradas en los embolsamientos en autovías, en cómo en apenas unas horas, los transportistas se veían obligados a estacionar sus vehículos ante unas fuertes nevadas que impedían su circulación. El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, ha agradecido “la paciencia y comprensión” de unos trabajadores que han recibido el apoyo de toda la ciudadanía: voluntariado, Protección Civil y Cruz Roja, pasando por instituciones públicas, que han desplegado sus equipos para activar todo un plan de avituallamiento que, en muchos casos se ha visto condicionado por el coronavirus.
Manzanares y un aparcamiento invernal en plena pandemia
Manzanares es uno de los municipios ciudadrealeños donde la Consejería de Sanidad ha activado el nivel 3 para prevenir la expansión del coronavirus. Entre las medidas de este nivel se encuentra el cierre de los interiores de bares y restaurantes. “Justo nos habían cerrado el día de antes”, recuerda Pilar, encargada del Hotel El Cruce, un establecimiento frente al aparcamiento invernal de esta localidad.
“Hemos dado algún servicio a los camioneros, con comida para llevar y comida caliente, pero hemos trabajado principalmente con los del hotel. Les hemos abierto los baños para que pudieran asearse”, cuenta Pilar.
El aparcamiento de emergencia de Manzanares, según Pilar, resguardó a unos 80 camiones. “No llegó a estar lleno en ningún momento”, ni tampoco lo estuvo su hotel que, al 50% de su ocupación debido a las medidas de nivel 3, no pudo ofrecer todas sus instalaciones. “Nos daba mucha pena el no poderles abrir, te cuesta mucho porque es dejarles tirados. Pero bueno, hemos intentado hacer lo que hemos podido dentro de nuestras posibilidades”.
Al igual que en otros puntos de la región, Cruz Roja también estuvo presente en Ciudad Real distribuyendo alimentos y mantas entre unos transportistas que desde hace apenas unas horas retoman su rumbo e inician el camino hacia la normalidad.