Una voz común contra la violencia hacia las mujeres en Castilla-La Mancha: “No era su marido, era su asesino”

El color violeta recorrió las calles de Castilla-La Mancha en distintas convocatorias que se hilaron a lo largo del día en ciudades y pueblos. La red de asociaciones y organizaciones feministas de la región acordó un manifiesto común, que fueron las palabras que se leyeron para exigir el fin de la violencia machista. Setenta mujeres asesinadas durante 2021 contabilizaba el documento, además de cuatro menores. “Erradicar las violencias machistas es una prioridad del feminismo desde hace décadas”, recordaba el movimiento feminista.

La lucha, recalcaban, ha llegado a poder legislar sobre el maltrato en sus múltiples variantes: físico, psíquico, económico y social. “Unos logros que rozaban lo imposible un siglo atrás”, recalcan. A la vez, lamentaban que esto no se ha traducido “en una igualdad real en la que nos sintamos seguras y respetadas”.

“¿Qué está sucediendo”, se preguntaban de esta manera. “Las mujeres seguimos estando cosificadas, tratadas como objetos, explotadas sexualmente, humilladas y relegadas a segundos planos”, lamentaban. Citaron cifras como 1.118 víctimas mortales, según las cifras oficiales, “que no coinciden con la totalidad de feminicidios”, destacaban. Igualmente recordaron los asesinatos en Alovera, de Nicoleta Clara y en Albacete.

“Han aumentado los delitos por violencia sexual en un 25% respecto al año anterior, con el agravante de que más de la mitad de las víctimas han sido menores y las agresiones con penetración han aumentado un 74%. También es alarmante el hecho de que casi un 10% de los agresores sean menores y que haya crecido el número de varones adolescentes que nieguen la existencia de la violencia de género. Aquí reside el machismo, a veces en la violencia visible, a veces en las creencias invisibles, pero siempre en la voz que intenta ocultar que el machismo existe”, recalcaba el manifiesto.

Por eso, el movimiento feminista exigía actuar “desde la educación” que consideran la “única vía” para debatir y buscar soluciones “para y con nuestros jóvenes hasta que la injusticia machista deje de asesinar y arrebatarnos a más mujeres”. “La educación debe convertirse en la piedra angular de la prevención de las violencias”, enfatizaron.

Por eso, recalcaron, “seguiremos apelando a las instancias políticas e institucionales que dictan las normas educativas y a la comunidad docente que las debe aplicar, que se enseñe desde la primera infancia el respeto a la diversidad, la no-violencia como elemento comunicativo, la igualdad de derechos y oportunidades para niñas y niños, el uso no sexista del lenguaje, los elementos de una sexualidad sana y gratificante, el rechazo a las relaciones tóxicas”.

También aseguraron que seguirán manifestándose en las calles, “también son nuestras”, como vía “pacífica para frenar esta cruel realidad”. “Seguiremos gritando contra la cultura de la violación, porque nuestro cuerpo nos pertenece solo a nosotras y debe ser siempre respetado”. “Es urgente la toma de conciencia que defina la violencia machista como algo a erradicar y que las personas y los colectivos nos unamos en las luchas feministas que tienen como objetivo la igualdad de derechos y oportunidades, la convivencia pacífica y la resolución de conflictos basada en el respeto y la tolerancia”.

División en la manifestación de Toledo

En Toledo se realizaron dos manifestaciones, una que salió a las 18:00 horas desde la Vega, convocada por el Consejo Local de la Mujer, y que terminó en Zocodover. La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, declaró antes de iniciar la “marcha” que el 25 de noviembre es un día “de reivindicación y lucha” ya que “nos queda mucho trabajo” para logar el objetivo que persigue esta conmemoración: la eliminación de la violencia contra las mujeres. Por su parte, la siguiente manifestación, convocada por la Plataforma 8M de Toledo y la asociación RadFem, leyó el manifiesto común feminista regional antes de llegar a Zocodover, donde también se leyeron todos los nombres de las mujeres víctimas mortales de la violencia machista en 2021.

No se olvida el asesinato de Laura y Marina en Cuenca

En Cuenca, la manifestación incluyó a variadas organizaciones y se recordó a Laura y Marina, asesinadas en 2015. “El dolor en días como hoy, es inmenso. Hay fechas que son insoportables, por lo que representan. Hoy queremos escribirle una carta a Marina y la maravillosa mujer que pudo haber sido, pero Sergio Morate decidió quitarle la vida a ella y a Laura del Hoyo”, se leyó en la concentración en nombre de la familia de la joven. “La violencia machista no entiende de alegría, de esperanza ni de respeto, y mucho menos no entiende de vida”, lamentaba la carta. También afirmaban que no se cansarían de decir el nombre del asesino.

“Desde vuestro asesinato las cosas no han cambiado para mejor para las mujeres. Al contrario, han aumentado las violaciones en grupo y las violencias que no vemos son incalculables. ¿Sabes que en Cuenca una mujer con discapacidad intelectual ha sido retenida y presuntamente abusada sexualmente?”, rugía la carta de la familia de Marina Okarynska. “Seguimos teniendo la violencia contra las mujeres frente a nuestras narices y seguimos sin verla. Desde 2015, todos los días son 25 de noviembre”, recalcaba la familia.