Vanessa G.G, la mujer de Fabero acusada de simular un secuestro y varias vejaciones por parte de su expareja, a quien se llegó a encarcelar, ha declarado este lunes en el juicio que se sigue contra ella en la Audiencia Provincial de León. La acusada, en un confuso relato ha asegurado que todo fue fruto de las presiones que sufrió por parte de su abogada y de la Guardia Civil, si bien ha aclarado que hubo cosas que sí que ocurrieron “hace un año o más”. Su caso tuvo una gran repercusión en 2016 por la crueldad de las vejaciones que relató, entre ellas el abandono en un descampado, atada y desnuda y una supuesta aplicación de pegamento en el pubis.
Según su informó su letrada en el momento de los hechos, Vanessa G.G refirió que salió del portal de su casa en Fabero sobre las 23.00 horas para pasear al perro y que fue abordada por dos hombres que la obligaron a entrar en un coche. Luego fue trasladada a una bodega de un municipio cercano, donde -tras desnudarla, maniatarla y taparle los ojos- “la golpearon y echaron un líquido que quemaba su zona íntima, una especie de pegamento abrasivo”.
Tras someterla a múltiples abusos, la intención de los agresores era llevarla a las vías para que la atropellase el primer tren que pasara. Al final fue abandonada semidesnuda cerca de una casa en ruinas, pero consiguió llegar a una farmacia de la zona donde recibió los primeros auxilios hasta ser trasladada al ambulatorio de Bembibre. Señaló a su expareja como uno de los atacantes. Apenas diez días después de hacer este escalofriante relato, fue detenida.
La acusada ha explicado este lunes que las lesiones que tenía en el momento de los hechos se deben al intento de suicidio que llevó a cabo en las vías del tren y todo ello por las amenazas a las que, según su versión, la sometía su ex. Según su testimonio, declaró en estado de shock, y fue su abogada quien se “inventó” que su exnovio le echó pegamento en el pubis pero que era algo que le había hecho en otras ocasiones. También ha dicho que temía perder a su hijo, cuya custodia ya no tiene. La mujer recibe tratamiento psiquiátrico desde 2008.
Sobre la participación del otro acusado, a quien el Ministerio Fiscal considera cómplice en la simulación de delito, aseguró que influyó en su estado que este le hablase continuamente del mal funcionamiento de la Justicia mientras la trasladaba a Bembibre, dónde ella quería quitarse la vida. El hombre ha negado haber colaborado en la simulación del secuestro, y ha dicho que sólo la trasladó a Bembibre porque pensó que había quedado con alguien. Además, ha variado su versión inicial del los hechos, en la que reconocía que dejó atada de manos a Vanessa G.G.
El juicio continuará este martes con la declaración de la expareja de la mujer, que llegó a ingresar en prisión.
Las declaraciones de ambos han sido tan contradictorias que a petición del Ministerio Público se han visionado las que realizaron en la fase de instrucción. Vanessa G.G se enfrenta a una petición de pena de prisión de 11 años y ocho meses de cárcel -ya ha cumplido parte- y el otro acusado podría ser condenado a 10 años y 10 meses.