La Archidiócesis de Burgos ha ganado la pelea legal con el Ministerio de Cultura por la propiedad de varios relieves visigodos del siglo VII. La Audiencia Nacional ha establecido, en una sentencia reciente y todavía recurrible, que las dos esculturas robadas en 2004 de una ermita de Quintanilla de las Viñas y recuperadas en Londres en 2019 son propiedad del Arzobispado y no del Estado. En la práctica, esto significa que las obras deben abandonar el Museo de Burgos y quedar en poder de la institución eclesiástica, aunque con una contrapartida: en otro proceso judicial el Estado podrá reclamar al Arzobispado el pago del dinero que costó traer los relieves hasta España, más de 100.000 euros incluyendo el coste del avión o las dietas de los guardias civiles que los escoltaron desde Londres.
Los dos relieves fueron robados en 2004 de la ermita de Nuestra Señora de las Viñas, en la localidad burgalesa de Quintanilla de las Viñas, fechada en el siglo VII y considerada un eslabón clave entre el arte visigodo y tendencias posteriores. No fueron recuperados hasta 15 años después, cuando un ciudadano holandés se reunió con la Guardia Civil y entregó ambas obras, que fueron devueltas a España. Un investigador se puso en contacto con el Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil para ponerles sobre la pista.
Los relieves fueron traídos a España y poco después, en agosto de 2019, el Ministerio de Cultura decidió su futuro: no volverían a la ermita sino al Museo de Burgos. Para entonces la Audiencia de Burgos ya había confirmado en sentencia firme que los relieves eran propiedad diocesana de la ermita. Empezó entonces una segunda batalla legal para decidir dónde tenían que estar: si en el Museo o en manos del Arzobispado.
Según ha podido saber elDiario.es, la Audiencia Nacional ha dado la razón en primera instancia a la Iglesia y ha sentenciado que, además de ser propiedad del Arzobispado, deben ser entregados a la autoridad eclesiástica. Los jueces de lo contencioso-administrativo han estimado un recurso del Arzobispado y han anulado la orden del Ministerio de Cultura que cedió las obras al Museo. Una sentencia que todavía es recurrible.
Los jueces no han dedicado demasiadas páginas a debatir sobre si los relieves deben o no volver a la ermita, dado que la propia Abogacía del Estado contestaba en sus escritos reconociendo “la procedencia de la cesión de los relieves recuperados en Reino Unido al Arzobispado de Burgos” aunque pidiendo que se supeditara al pago de los gastos en los que incurrió el Estado para traerlos a España. Sí lanza una crítica a la actuación del Ministerio: “Sorprende que la Orden asigne los dos sillares recuperados al Museo de Burgos sin mencionar al Arzobispado, legítimo dueño de aquellos por sentencia judicial”.
Los gastos del rescate
La sentencia no condiciona la entrega de los relieves, pero sí explica cuáles pueden llegar a ser las obligaciones económicas del Arzobispado de Burgos en todo esto: pagar lo que costó el traslado de las obras. “El Arzobispado de Burgos viene obligado al abono de los gastos derivados de la sustracción del bien exportado”, aunque eso no implique suspender la entrega hasta que lo pague. “La entrega del bien recuperado por parte del Ministerio de Cultura, los dos bajorrelieves, es independiente de la obligación del Arzobispado de abonar los gastos que ha generado su recuperación”.
Está por ver qué cantidad económica es, aunque la Abogacía del Estado, que representó al Ministerio en el pleito, fijó la cuantía del recurso en 149.596,20 euros. También explicó los gastos en los que se había incurrido para recuperar las obras: fletar el avión que fue hasta Londres, las horas de vuelo, el combustible, la tasa aeroportuaria, la gasolina de los coches que llevaron los relieves de Madrid a Burgos, las dietas de los guardias civiles que fueron hasta Reino Unido para recuperarlos, las cajas de embalaje, el desplazamiento del técnico embalador y las dietas de los Conservadores de Museos del Estado que intervinieron en el proceso.