El rebrote de COVID-19 en Íscar, que se inició en un matadero de aves de la provincia de Valladolid, afecta ya a 42 personas. Según el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Valladolid, Augusto Cobos, se trata del brote de la enfermedad más preocupante de toda la provincia, porque los contagios han dado el salto y no sólo afectan a los trabajadores del matadero, sino que la mayoría de contagios se dan ya en núcleos familiares de los empleados. De los 42 positivos, 17 trabajan en la empresa Ávicola de Íscar y los 25 restantes son personas en contacto con los trabajadores, “fundamentalmente convivientes”, de varios municipios de la Zona Básica de Salud.
Cobos ha destacado que el inicio del brote no está asociado a la actividad laboral, es decir, que no se contagiaron durante el desempeño profesional, sino que, aparentemente, se debe a una comida de empresa que tuvo lugar el pasado 11 de julio. Para controlar los posibles casos, la Junta de Castilla y León está haciendo más pruebas, y hasta un total de 44 personas más van a ser testadas. “En caso de que haya más casos, el número de pruebas PCR se ampliará”, ha señalado la máxima autoridad de la Junta en la provincia de Valladolid.
Debido a lo complejo de la situación, esta tarde hay prevista una reunión telemática con los alcaldes de la zona de salud, la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, el delegado de la Junta en Castilla y León y el subdelegado del Gobierno, Emilio Álvarez, para estudiar la implantación de posibles medidas extraordinarias, ha explicado Cobos sin concretar. Preocupa en especial que se produzcan reuniones sociales durante este fin de semana debido a que estos días tienen lugar las fiestas del municipio vallisoletano y aunque no hay convocados actos oficiales, el miedo de las autoridades es que se produzcan “actividades paralelas” que pudieran extender el virus.
Sobre la situación de los contagiados, Cobos ha detallado que el 40% tienen sintomatología leve y el 60% son asintomáticos. “Todos están en aislamiento y los 44 contactos a los que se les ha hecho la prueba, en cuarentena”. Tanto los positivos como sus contactos no sólo se han dado en el municipio de Íscar, ya que, como ha explicado el delegado de la Junta en Valladolid, muchos trabajadores tienen su residencia en otros núcleos dentro de la Zona Básica de Salud, también en municipios de la provincia de Segovia.
El resto de brotes de la provincia de Valladolid evolucionan favorablemente. Hay tres focos “estables” en todo Valladolid. En el de la Cistérniga, donde hay 5 positivos, se ha analizado a 20 contactos, sin que que ninguno tuviese la enfermedad; otro en una empresa vallisoletana, que es “mixto, tanto familiar como laboral” y que tiene de momento 7 positivos; y un tercero, en el barrio de Delicias de la capital del Pisuerga, donde llegó a haber 23 positivos, de los cuales 11, han pasado la enfermedad.