El pasado 23 de mayo la Comisión Europea expresó por carta su “profunda preocupación” por el reglamento aprobado por PP y Vox en Castilla y León relajando los controles a la tuberculosis bovina, una enfermedad bacteriana de las vacas que puede contagiar a los seres humanos. En la carta, a la que ha tenido acceso elDiario.es, Bruselas advierte de que la resolución aprobada el 10 de mayo –y tumbada por la Justicia a instancias del Gobierno central el pasado lunes– “no es compatible con una serie de disposiciones de la UE sobre la infección por el complejo Mycobacterium tuberculosis (MTBC)”.
La misiva fue enviada desde la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea en respuesta a Valentín Almansa de Lara, Director General de Sanidad de la Producción Agraria en el Ministerio de Agricultura. Dos días después del envío de la misiva, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo (del partido de extrema derecha Vox), viajó a Bruselas para defender sin éxito la relajación de los controles a esta enfermedad contagiosa. Lo hizo ante una alto cargo del gabinete del comisario de Agricultura, el polaco Janusz Wojciechowski (miembro, por cierto, del partido Ley y Justicia, afín a Vox).
Bruselas, en su carta, advierte de que la resolución impulsada por la Consejería de Agricultura de Castilla y León –en manos Gerardo Dueñas, también miembro de Vox– “establece excepciones a determinadas pruebas obligatorias previas al movimiento y/o permite movimientos desde explotaciones de bovinos en las que el estatus sanitario de infección por MTBC se suspende o retira debido a resultados positivos o dudosos de las pruebas o incluso posiblemente cuando se confirman brotes”. Y añade: “este tipo de movimiento es extremadamente peligroso ya que podría facilitar una mayor propagación de la enfermedad”.
Según un documento de la red de Centros para el Control y Prevención de Enfermedades del Gobierno de los Estados Unidos, si este tipo de tuberculosis llega a humanos puede dar un cuadro grave con fiebre, sudores nocturnos y pérdidas de peso. Si bien la respuesta a los antibióticos suele ser buena, la infección puede ser peligrosa en grupos de riesgo: personas de avanzada edad, que padezcan otras patologías o tengan el sistema inmunitario débil.
Este tipo de movimiento [de ganado] es extremadamente peligroso ya que podría facilitar una mayor propagación de la enfermedad
Bruselas advierte de que la norma de PP y Vox –neutralizada cautelarmente a petición del Ministerio de Agricultura por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León– podría dar lugar a un “riesgo de propagación de la infección por MTBC a otras regiones de España y del resto de Estados miembros de la UE”. Pese a esta advertencia de la Comisión Europea (y de los propios veterinarios de Castilla y León), el Consejero de Vox, Gerardo Dueñas, insistía ayer en que, en este asunto, se ha “llevado muy al extremo la salud pública”.
Además, el presidente del Sindicato Veterinario de Castilla y León (Sivecal-Uscal), Manuel Martínez, ha advertido de que la UE podría multar a España si, por culpa de Castilla y León, se insiste en incumplir la normativa europea de sanidad animal, pudiendo generar pérdidas en la PAC por incumplir los programas sanitarios. Los veterinarios cifran en 3,8 millones de euros las pérdidas generadas para los ganaderos en los 10 días que la cabaña de seis provincias –menos Burgos, Valladolid y León– ha estado inmovilizada.
El mismo patrón que en Doñana: negacionismo y desobediencia
Se reproduce así, en el caso de la llamada ‘guerra del ganado’, el mismo patrón que en el caso de la regularización de pozos ilegales en Doñana: Gobiernos del PP o de Vox desoyendo la verdad científica y tratando de desafiar la legalidad estatal y europea.
El Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco, un Gobierno de coalición de PP y Vox como los que están negociando tras el 28M en otras autonomías españolas, intentó sortear las leyes nacionales y europeas flexibilizando el movimiento de ganado entre provincias y explotaciones ganaderas de Castilla y León y relajando los controles de saneamiento animal.
El lunes, la ira de un grupo de ganaderos concentrados en Salamanca estalló justo el mismo día en que se conoció que el máximo órgano judicial autonómico paralizaba esa relajación de los controles. Varios manifestantes emplearon la violencia para intentar asaltar la delegación de la Junta, causando una decena de heridos y resultando detenido uno de los asaltantes. Los ganaderos exigían el cese de los jefes de Sanidad Animal en Salamanca y profirieron gritos contra Vox, al sentirse traicionados por la suspensión de la norma que iba a permitir relajar los controles y mover ganado.
“Vox inocula al PP”
El ministro de Agricultura, Luis Planas, anunció este miércoles la retirada de la orden ministerial que prohibía el movimiento de ganado en Castilla y León, toda vez que dicha orden ya no era necesaria (dado que los tribunales ya habían obligado al Gobierno autonómico de PP y Vox a retirar la resolución que relajaba los controles). “Vox está inoculando en el PP en el conjunto de las comunidades autónomas prácticas contrarias a la seguridad y a la sanidad animal”, advirtió el ministro en rueda de prensa desde el Congreso de los Diputados. Y añadió: “Hemos reestablecido la legalidad. Por favor, no más aventuras, no más juegos que van en perjuicio de nuestro sector ganadero”.
Contra esa legalidad precisamente volvió a arremeter ese mismo miércoles el consejero autonómico del ramo, el citado Gerardo Dueñas, quien intentó calmar los ánimos de los ganaderos con un nuevo brindis al sol: diciendo que espera que el cambio del Gobierno central en las elecciones del próximo 23 de julio permita volver a relajar los controles. Omitió Dueñas que, aunque la derecha y la extrema derecha llegasen a gobernar a partir del 23 de julio, la normativa europea seguirá siendo exactamente la misma que ahora, y seguirá defendiendo la salud pública.
Fuentes del Ministerio de Agricultura afirman que, además de la carta, ha habido una comunicación constante con la Comisión Europea a través de correos electrónicos y llamadas telefónicas. Este jueves García-Gallardo vuelve a Bruselas en una visita al Parlamento Europeo. Se trata de un nuevo viaje con nula efectividad política, pero con la que el Gobierno de Castilla y León pretende escenificar una actividad hasta ahora infructuosa.
Ante la prensa, García-Gallardo se ha limitado a repetir el mantra antieuropeísta de la extrema derecha y, sin aludir directamente al asalto violento del lunes, ha dicho entender cómo “se sienten” los ganaderos: “Veo con preocupación que hay una tendencia, provocada por estas élites globalistas y estos burócratas de Bruselas, de enfrentamiento con los ganaderos y eso provoca una evidente desafección. Nosotros entendemos ese sentimiento porque es fruto del abandono y del aplastamiento de nuestro ganaderos y por eso estamos aquí, para defenderles, para estar siempre a su lado y para acompañarles en todas sus reivindicaciones”.