La Junta de Castilla y León ha comenzado a distribuir medidores de CO2 entre los colegios e institutos de la Comunidad. La medida, para la que se han destinado 1,4 millones de euros de presupuesto, fue recomendada por Comité de Expertos de Castilla y León. Estos aparatos permitirán adecuar mejor la ventilación de cada aula en cada momento, asegurando siempre una óptima calidad del aire.
Estos medidores, que han sido reclamados por los sindicatos junto a filtros de aire HEPA (que la Junta de momento ha desestimado), permitirán mantener las ventanas de las clases cerradas por más tiempo, cuando los datos así lo indiquen. A partir de hoy empiezan a llegar a los centros educativos de la Comunidad los primeros 3.000 dispositivos que serán repartidos a lo largo de la semana. Desde la semana próxima irán llegando el resto de los 16.239 aparatos.
Los medidores son fruto de un contrato de suministro mediante tramitación de emergencia con un presupuesto total de 1.415.246 euros. En un comunicado, la Consejería de educación señala que los primeros medidores “pueden servir como testigo para todo el centro: si se observa el comportamiento de la concentración de CO2 en un aula, se pueden marcar pautas de ventilación en clases con similares características en superficie y ocupación”.