Castilla y León elabora un protocolo de sexta ola que deja el rastreo de contactos a los propios positivos

Laura Cornejo

24 de diciembre de 2021 14:37 h

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La Junta de Castilla y León deja en manos de las personas positivas en COVID-19 el rastreo de sus contactos. Así se refleja en el documento de la Dirección General de Planificación y Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad con fecha se 23 de diciembre y el encabezamiento 'Novedades del procedimiento de actuación ante la sexta ola de COVID-19' y al que ha tenido acceso elDiario.es. Así, los castellanos y leoneses no sólo serán “dueños de sus vidas”, como anunció el nuevo consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, también de sus rastreos. La nueva medida choca con el anuncio que hizo el pasado miércoles el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, de solicitar 120 rastreadores del Ejército.

En el punto 'Manejo de los casos' del nuevo protocolo se determina que se realizará un test antígeno rápido “lo antes posible” a las personas que “presenten sintomatología compatible con la COVID-19 o que presenten un autotest positivo de la farmacia”. Además, en el momento de la realización de dicho test, independientemente del resultado, se les entregará una hoja con recomendaciones para el caso y otra con recomendaciones para sus para sus contactos estrechos, y que está publicada en la propia web de Sanidad.  

El resultado se comunicará bien por un SMS o bien por llamada telefónica de los rastreadores (de las Fuerzas Armadas, o del área en aquellas en las que no existe esa colaboración. Pero ahí es donde acaba la función de los rastreadores que ahora dejan de rastrear, porque en el documento se especifica que “si el resultado test de antígeno rápido es positivo”, se indicará aislamiento al paciente. y que “el paciente realizará el listado y la llamada a sus contactos estrechos para informarles de las recomendaciones pertinentes”. Es decir, que los infectados asumirán las labores de rastreo.

En el caso de que el resultado del test sea negativo, se descartará el caso, pero “si hay una sospecha clínica alta” se realizará una PCR. 

En cuanto a los contactos estrechos de un positivo, este les indicará que eviten el contacto con personas vulnerables, se les insistirá en el uso de mascarilla en sus interacciones sociales, que deberán reducirse al mínimo posible, no acudir a eventos multitudinarios y realizar una vigilancia de la posible aparición de síntomas compatibles. Además se indicará “vigilancia de la posible aparición de síntomas, en cuyo caso se indicará ponerse en contacto con el sistema de salud”, de forma no presencial. Solo se realizará un único test de antígeno rápido en torno al séptimo día tras el contacto con el caso confirmado a los trabajadores sanitarios y sociosanitarios, así como a personas vulnerables. 

Respecto a los contactos estrechos con pauta completa de vacunación no será necesaria la cuarentena, y sí en en los que no lo estén o no hayan completado las dosis, en ese caso, deberán aislarse 10 días. No se hará seguimiento de los casos positivos asintomáticos o leves sin factores de riesgo.

En lo que atañe a la actividad de los centros sanitarios, se priorizará la atención de patología COVID-19 en el seguimiento de personas vulnerables o con patologías de riesgo y en la realización de pruebas diagnósticas, se priorizará también la atención a problemas de salud “no demorables” mientras que la actividad programada, como analíticas, actividades de seguimiento y pruebas, quedará supeditada a la evolución de la pandemia y a la disposición de profesionales.