El Ministerio de Sanidad aconsejó el pasado jueves a la Junta de Castilla y León y al Ayuntamiento de Burgos que cerrasen comercios y universidad, además de la propia capital. Así lo ha reconocido este martes la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en una comparecencia en las Cortes. “El Ministerio nos propuso aplicar más medidas como el cierre de comercios, colegios y las universidades o el cierre perimetral de la ciudad, antes de llegar al confinamiento domiciliario. Bueno sí, podemos hacer un confinamiento así y la responsabilidad será nuestra”, ha dicho irónicamente, antes de volver a insistir en la necesidad de cambiar el decreto de alarma para que los gobiernos autonómicos puedan pedir confinamientos totales. “La cogobernanza es otra cosa, es tomar decisiones, pero nos dijeron que no entrásemos en una tempestad de movimientos”, aseguró. De ese modo, ha precisado que en la reunión trilateral el Ministerio les pidió esperar a ver los efectos del toque de queda y el cierre de la hostelería.
Casado se ha mostrado favorable a seguir adoptando decisiones si “otros” no quieren hacerlo y ha recordado las que se acordaron el pasado jueves en Consejo de Gobierno como la limitación de reuniones a tres personas y la limitación de 15 personas máximo en lugares de culto. La consejera no ha sabido explicar qué ha pasado en Burgos, pero mantiene la esperanza de que las medidas que han funcionado en el resto de la Comunidad, acaben frenando el virus en la capital burgalesa.
Mientras, el Ayuntamiento de Burgos cerrará desde esta medianoche todas sus instalaciones municipales, desde los centros cívicos a las bibliotecas.