Luis Tudanca: “El PP decía que Castilla y León no estaba en el mapa de la corrupción y lo teníamos todo: Gürtel, Púnica, Lezo, Trama Eólica...”

Luis Tudanca (Burgos, 1978) afronta su segunda campaña como candidato del PSOE a la Junta de Castilla y León con contención: las encuestas apuntan a que el Partido Socialista será el más votado aunque necesitará pactar para gobernar. El cambio, dice, lo nota en estos días en los que recorre Castilla y León, la Comunidad más extensa de España. La gente, cuenta, ha dejado de decirle que “pida a la Junta que” para indicarle que “haga”. La victoria se da por hecha.

En Castilla y León se ha votado mayoritariamente al PSOE en las Elecciones Generales y eso no ocurría desde 1986 ¿Cómo valora esos resultados?

Con prudencia. Hemos trasladado desde hace mucho tiempo que estamos ante una oportunidad histórica de cambio, y eso ya no es una encuesta ni una intuición, ya no es un lema de campaña, no: es una realidad. La gente ha votado y ha decidido que en Castilla y León ganara también el Partido Socialista. Pero esto no significa que haya nada hecho ni que los resultados valgan. La gente cuando va a votar sabe muy bien lo que quiere y lo que va a votar. Hay elecciones municipales autonómicas y europeas. Hay que decirle a la gente que si vuelven a votar con todas las ganas, con esa movilización masiva, habrá un cambio.

¿A qué atribuye ese cambio que parece que viene, es un 'efecto Sánchez' o ha calado el mensaje que empezó a dar en la campaña electoral de 2015?

Me parece que las dos cosas. Es el resultado de una nueva reconexión del Partido Socialista a nivel nacional. La fortaleza de la unidad del proyecto renovado del liderazgo de Pedro Sánchez, de los diez meses de gobierno también. Se ha visto que efectivamente, no era lo mismo. Que podemos tener un presidente del que sentirnos orgullosos, un Gobierno decente y además subir el salario mínimo y volver a revalorizar las pensiones. Y luego me parece que también aquí ha pasado algo y que hay una expectativa y un cambio que tiene que ver, creo, con la fortaleza del Partido Socialista y del proyecto autonómico y de haber construido un programa de gobierno sólido. Y probablemente también de habernos identificado con ese nuevo Partido Socialista, de nuevo de mayorías y conectado con la sociedad una vez más. Además  del proyecto propio y definido en Castilla y León, hay una debilidad brutal del Partido Popular, con su corrupción, con el agotamiento de un proyecto político que se deshace como un azucarillo.

Sin embargo tengo la sensación de que en la anterior campaña incidieron mucho en la corrupción del PP y en esta no tanto...

Sí, Sí. De hecho, cuando nosotros hablamos de “gobierno decente”, hablamos de eso, hablamos de un gobierno del que la gente se pueda sentir orgullosa y que limpie las instituciones de esa mancha. Es verdad que en la anterior campaña el  lo digo es que el leit motiv del Partido Popular fue que el mayor mérito de todos sus años de gobierno era haber dejado a Castilla y León fuera del mapa de la corrupción. Y cuatro años después hemos visto como la Trama Gürtel, la Trama Púnica, la Enredadera, Lezo, la Trama Eólica, Perla Negra y Portillo... todas, todas estaban aquí.  Y eso tiene dos vertientes la moral o ética y la de regeneración. Porque hay algo muy importante y es la pérdida de oportunidades. Aquí hay un problema gravísimo de despoblación y de falta de empleo y en parte es porque aquí no se hacían inversiones porque la gente, los empresarios, los inversores, huyen despavoridos por la corrupción. Claro, claro que es importante. Es verdad que hemos hecho una oposición dura en lo que había que hacerlo, pero también propositiva porque ahora llega el momento de decirle a la gente no para qué queremos que no voten al Partido Popular o que no gobierne el Partido Popular, sino para qué queremos que voten al Partido Socialista: vamos a hacer con nuestra Comunidad un gobierno en materia sanitaria, económica, de empleo, educativa, del medio rural...y por eso estamos esforzándonos en contar las propuestas.

El pasado viernes, el candidato del Partido Popular, Alfonso Fernández Mañueco, ha dicho que está claro que hay un pacto entre el PSOE y Ciudadanos...

Bueno, probablemente todas las cosas que dice tienen que ver con el miedo a perder el poder y con la falta de proyecto político porque no habla de qué propone para Castilla y León. ¡Quién lo diría el todopoderoso Partido Popular de antaño, el todopoderoso Partido Popular! Pero no sé cuántos supuestos pactos o pactos ocultos que denuncia el Partido Popular tienen que demostrarse falsos para que dejen de decirlo, es que no dejan de alertar y de meter miedo sobre acuerdos. Antes era con los bolivarianos podemitas, ahora no. Nosotros pedimos el voto para que gobierne el Partido Socialista y para desarrollar nuestro programa de gobierno y además las peleas en la derecha nos preocupan muy poquito.

¿Tendría influencia Castilla y León en los posibles acuerdos a nivel nacional entre el PSOE y Ciudadanos?

Cuando hablamos de la coincidencia de elecciones yo defendí que Castilla y León era suficientemente importante para tener elecciones propias. Lo que a mí me parece muy bien que hablemos de lo de aquí. Yo no voy a entrar, desde luego, Castilla y León no se merece eso. Eso es tener un mercadeo, un intercambio de fichas o de poderes. Yo voy a defender el barco socialista de Castilla y León. Tenemos un proyecto propio. Vamos a hablar de cómo arreglamos, de cómo solucionamos los problemas que tiene que tiene Castilla y León. No sé qué pasará en Madrid, no sé lo que pasará en el Gobierno de España. A mí me parece que debe gobernar el Partido Socialista en solitario. El Partido Socialista no va a entrar en los pactos.

Pero es la dirección nacional la que puede o no autorizarlos...

Creo que estamos dando por hecho que va a haber un determinado resultado electoral. Yo no lo doy por hecho. Los hechos demuestran que no hay que dar por hechos los resultados antes de que se vote. Y desde luego no doy por hecho lo que pase al día siguiente. Vamos a votar, vamos a movilizar. La única garantía de que haya un cambio de gobierno es que el Partido Socialista gane las elecciones y para que tengamos un proyecto político con una mayoría suficiente sólo hay dos alternativas: o gobierna el Partido Popular, que lleva 32 años, o gobierna el Partido Socialista, no hay más y vamos a esforzarnos en convencer a la gente de que nos dé su confianza y para que eso pase en Castilla y León.

En el debate del pasado martes anunció usted la creación de una Oficina Anticorrupción ¿Cómo funcionaría?

Para luchar contra la corrupción hacen falta muchas cosas: ejemplaridad, transparencia, mecanismos de control en la Administración....  La Administración tiene que dejar de ser yo para ser nosotros. Algunos que se creen que la Administración son ellos (en referencia al consejero de Fomento en una conversación pinchada por la UDEF en la operación Enredadera) no, la administración son los ciudadanos, es de los ciudadanos. Tiene que haber transparencia y tiene que haber contundencia y luego lo persiguen los tribunales. Hay que permitir que el Parlamento, cuando quiera investigue y que no se bloqueen comisiones de investigación. Nosotros queremos crear una Oficina Anticorrupción para que desde la Administración haya también mecanismos. Una Oficina Anticorrupción independiente, no cómo esta ley que llamábamos 'la del chivato' -la Ley de Garantías de los Empleados Públicos Informantes-. Queremos que haya una oficina independiente que garantice que todo el acceso a la información es transparente y que cualquier conducta sospechosa se aclare, que no haya sombra de duda sobre el ejercicio de la Administración en el sentido más general de la palabra. Es un apoyo a la labor del Parlamento, a los mecanismos de transparencia y de participación de los ciudadanos y por supuesto los tribunales que son los que tienen, en este país que hay separación de poderes, perseguir con independencia y con toda la colaboración, para eso también sirve la oficina.

También dijo en el debate que su gobierno sería feminista ¿puede explicar cómo?

Quiero un gobierno feminista por varios motivos. Primero, porque estoy absolutamente convencido de que la gran batalla que tenemos que dar en este siglo es la batalla de la igualdad y la batalla del feminismo. Segundo, porque de la misma manera que yo quiero que Castilla y León tenga una voz propia en España, que seamos ambiciosos en términos económicos y industriales, quiero que por fin esta comunidad autónoma esté a la vanguardia de los avances en derechos y libertades. ¿Por qué no? ¿Por qué tenemos que seguir siempre a remolque? Quiero que estemos a la vanguardia de los avances en igualdad y cuando hablamos de ello no es un lema, es una forma también de entender la política. Queremos que haya un gobierno paritario por supuesto y que hagamos una ley de lucha contra la brecha salarial, que incrementemos los fondos de ayuda de lucha contra la violencia de género, que se abran centros de igualdad en todas las provincias en cooperación con los ayuntamientos y luego.

Tenemos que pararlos. No están vencidos. La extrema derecha no está derrotada. No lo están y yo no quiero que se le abran las puertas a la extrema derecha en Castilla y León. No quiero que volvamos a luchar aquí cosas como las de esta semana de que las mujeres tienen derecho a cortarse el pelo decidir qué comen, si comen mucho, si comen poco, a ponerse a dieta... No, es que no. No, es un retroceso de tal calibre que tenemos que frenarlos y no puedo, no puedo entender cómo el Partido Popular que aquí siempre presumió de que era una derecha blanda, más moderada, más centrada, sin que haya pasado nada de tiempo, el señor Fernández Mañueco diga que Vox es un partido más con el que se puede hablar, con el que el PP puede negociar. No, no, no, no. Aquí no, aquí no pueden pasar cosas como las listas negras que están haciendo en Andalucía. No, tenemos que pararlo por eso.

Otro de los temas que obligatoriamente está en cartera es la despoblación que se ceba especialmente en el medio rural. En Castilla y León el problema se agudiza porque es la Comunidad más extensa en territorio pero con una gran dispersión de población ¿Cómo se aborda el problema?

Castilla y León es dónde el problema es mayor y es lo que tratamos de decir desde hace mucho tiempo. Primero, hay que acertar en el diagnóstico. Segundo, no se puede negar el problema. Es que la última agenda de la población hace 10 años que aprobó el Partido Popular dedicaba la mitad a desmentir lo que llamaban 'el tópico ,de la despoblación en Castilla y León', ¡el tópico!. Es verdad que no es un problema que tengamos sólo nosotros pero nosotros tenemos la tormenta perfecta. Somos los que llevamos varios años siendo la comunidad que más población, se nos mueren el doble de los que nacen.

Con una población envejecida y en núcleos dispersos todo es más caro...

Es una cuestión de modelo, hay desequilibrios y nosotros tenemos por convicción la equidad, la igualdad. Tiene que haber garantías de que todos, vivan donde vivan, tengan el acceso a los mismos derechos. Me parece que hay que darle la vuelta y hay que empezar a hablar en positivo de repoblación, porque ya no vale sólo con que no se nos vayan más, es que logremos que empiecen a venir algunos. Lo digo siempre: no es un problema de que haya más o menos pueblos, es que haya gente en esos pueblos, a la gente no la puedes obligar a irse o a quedarse. Hay que darle oportunidades y luego es que la despoblación no es un problema sólo para el medio rural, es que es un riesgo enorme para las ciudades, que no son sostenibles.

¿Y cuál es el plan? 

No es cómo tenemos que verlo, es cómo tiene que dejar de verse. “Vamos a hacerles un favor a estos que viven en los pueblos”. No, no, no. Es que es tiene que ver con la pervivencia también del país en términos de sostenibilidad. Hay oportunidades en materia forestal, en materia medioambiental, energética, de la cultura y de un nuevo modelo tecnológico de desarrollo, de innovación de ciencia. Es que el modelo del futuro va a permitir, si somos capaces y volvemos a que Castilla y León esté a la vanguardia y no esperando a ver qué pasa. Para empezar si lográramos tener internet en todos los sitios,  que el PP lleva 32 años prometiéndolo, todo lo que tiene que ver con la robótica, con el teletrabajo, será una oportunidad. Va a haber muchos sectores en los que ya no va a hacer falta tener infraestructuras físicas enormes o estar presencialmente. También tenemos una propuesta para hacer una ley de la creación y de las industrias culturales porque es un sector que puede crear muchísimo empleo. Aquí hay talento de sobra y recursos de sobra. Es que parece que todo lo que sucede aquí y sobre todo en términos de despoblación, es inevitable, es una plaga bíblica eso, nos ha caído un rayo y nos tenemos que conformar. Pues no.

Después de 32 años de gobierno de PP parece que llega un 'ERE' ¿Tienen un cálculo de instituciones sobredimensionadas, de administraciones b?

Se han utilizado las instituciones de forma clientelar  y nosotros nos hemos esforzado por luchar contra esa administración paralela. En la Administración sin control ha estado gran parte del despilfarro porque no sólo se trata de corrupción o de una batalla ideológica, es una batalla también por la eficacia en la gestión del dinero de todos. 

Tenemos un Itacyl en la Consejería de Agricultura, varias ADES (Agencia de Desarrollo Económico) en Economía, varias fundaciones...¿Todo eso seguirá ahí?

La administración paralela tiene que desaparecer. No se trata de que sólo haya consejerías pero tiene que reducirse mucho y sobre todo lo que haya tiene que ser porque es imprescindible y tiene que estar siempre dentro de los mecanismos de control. Tienen que ser transparentes y tienen que tener los mismos baremos de transparencia en la gestión pública. Lo que no puede ser es que creemos organismos para que encima para que nadie nos controle, para que se adjudique a dedo. Nosotros queremos sustituir todas las ADES por un Instituto Financiero Público que concentre todo lo que tiene que ver con potenciar inversiones, nuevos sectores, desarrollo e innovación la pública y la privada, pero con un organismo público y con controles, no con ocho agencias que nadie sabe qué hacen, ni lo que presupuestan ni dónde va lo que ejecutan.

¿Están preparados para levantar alfombras? Por que hay muchos asuntos sobre los que no han tenido la información a la que tienen derecho como parlamentarios...

Esta legislatura ha costado. Es que a estos, que tanto se les  mucho ha costado mucho esta legislatura es que estos que tanto se les llena la boca con la Constitución, han sido condenados por vulnerar dos preceptos constitucionales por el Tribunal Constitucional,  por vulnerar nada más y nada menos que los derechos de participación de los parlamentarios y de los ciudadanos por bloquear la  comisión de investigación de la Trama Eólica. Hemos hecho todo lo posible con las herramientas que dispone la oposición. Cuando hablamos de decencia hablamos de abrir las puertas y las ventanas de los cajones y ver qué nos encontramos. No quiero parecer ingenuo pero ojalá no nos encontremos muchas cosas porque eso será bueno para Castilla y León. 

Eldiario.es ha publicado que la Junta de Castilla y León ha concedido dos subvenciones directas a RTVCyL, más de 46 millones de euros para una empresa cuyo 50% pertenece a José Luis Ulibarri, acusado en Gürtel y e imputado en la Operación Enredadera ¿Seguirá el PSOE esa estela?

Me quedé sorprendido con la noticia. No apostamos por lo mismo. Hemos defendido una televisión pública para Castilla y León y hemos sido los únicos que hemos llevado una iniciativa al Parlamento para que la televisión no pueda estar en manos de alguien implicado en casos de corrupción. Y hemos ido a la Comisión de Seguimiento de la televisión y lo hemos dicho, está en las actas, solo nosotros, solo el Partido Socialista ¿eh? Me parece que necesitamos una televisión autonómica, que el dinero que se da tiene que ser absolutamente transparente. Hemos exigido también que en todo caso lo que se daba tenía que ir a garantizar unas condiciones dignas a los cientos de trabajadores de la tele, porque además eso le da al sector audiovisual de Castilla y León posibilidades y me parece que lo que no podemos consentir es que si pedimos unos estándares éticos a quien representa a los ciudadanos no exijamos los mismos estándares al menos, esos, a quien gestiona tantísimo dinero de los ciudadanos. No puede ser. No puede estar gestionando, dirigiendo y financiando su empresa con dinero publico quién se ha visto implicado en dos tramas de corrupción, una de ellas además, que tiene que ver con la financiación ilegal del Partido Popular.