Opinión La Trastienda

Ruptura sin precedentes

Pedro Vicente

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Atrás ha quedado la fiesta oficial de Castilla y León, que este año ha servido para visualizar la ruptura política entre el primer partido de la oposición -no se olvide que también el más votado en las elecciones autonómicas y el que cuenta con mayor número de procuradores en las Cortes- y el bloque PP-Ciudadanos que detenta el poder en la Junta y ostenta la mayoría en la Mesa de la Cámara (que no en el pleno de la Cámara, donde ha quedado en minoría).

Por primera vez, los socialistas han pasado de la entrega de los Premios Castilla y León, el principal acto institucional que celebra la Junta en el marco de la fiesta del 23 de abril. Y tampoco asistían a la inauguración oficial de la exposición “Comuneros. 500 años”, organizada por las Cortes dentro de los actos conmemorativos del V Centenario de la Batalla de Villalar. En el álbum fotográfico de esos eventos, así como en el de los celebrados el mismo 23 de abril en la villa comunera, no existe imagen en la que aparezca el líder autonómico del PSOE, Luis Tudanca, junto al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el de las Cortes, Luis Fuentes. (Este último, tras borrar el nombre de Villalar de la Fundación patrocinada por las Cortes y cuestionar la fecha del 23 de abril como fiesta oficial de Castilla y León, se ha caído del caballo y con motivo del V Centenario antes aludido ha devenido en entusiasta defensor del símbolo y seña de identidad que el mismo denostó nada más llegar al cargo. Vivir para ver).

La pérdida de la mayoría absoluta que sumaban PP y Cs ha espoleado a los socialistas, que tratan de aprovechar la coyuntura antes de que el bloque de gobierno consiga restablecer su hegemonía parlamentaria. Tras anotarse en su casillero la apresurada derogación del “decretazo sanitario”, el PSOE se apresta a solicitar de nuevo la comisión de investigación sobre la Covid y las residencias de ancianos, vetada el pasado diciembre por los partidos que sustentan el gobierno Mañueco.

Dicha comisión va a salir ahora adelante, ya que ningún procurador del grupo mixto está dispuesto a secundar el veto de PP y C-s, y tampoco la procuradora no adscrita, María Montero, que está siendo vilipendiada por sus antiguos compañeros de grupo.

Cuestión distinta es que, una vez creada la comisión, los dos partidos de gobierno se dediquen a torpedearla y, si pueden, a bloquearla, como hizo el PP en la pasada legislatura con la constituida en torno a la “Perla Negra” y demás turbiedades localizadas en la antigua consejería de Economía.

Esto ocurre mientras el acuerdo entre la Junta y el partido “Por Ávila”, por el que el procurador Pedro Pascual aportaría el voto necesario para restablecer la mayoría absoluta, se está demorando más de lo previsto a causa de dos escollos. El primero es que la formación abulense exige que se expliciten públicamente las contrapartidas obtenidas para la provincia de Ávila a cambio de su apoyo, aspecto problemático para el PP, temeroso de que ello sea visto como un agravio en las demás provincias. El otro escollo es que la presencia del líder de “Por Ávila” y alcalde de la capital abulense, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, en la foto de la firma de ese acuerdo levanta ronchas en Génova, donde consideran que ello constituiría una claudicación ante quien desafió, y con evidente éxito, la suprema autoridad de Pablo Casado.

Entretanto, el vicepresidente Igea sigue haciendo de las suyas, poniendo palos en las ruedas en la negociación de los acuerdos del Diálogo Social, donde está bloqueado el nuevo Plan de Empleo ante la negativa de la Junta a implementar nuevas ayudas complementarias a los trabajadores en ERTE. Paralelamente, el acuerdo unilateral firmado con el sindicato de Enfermería SATSE se está volviendo como un bumerán contra el gobierno Mañueco. Con él consiguió quebrar la unidad del frente sindical de los sanitarios, pero ha sido a costa de indignar no solo al resto de los sindicatos de la Sanidad, sino también a los del sector educativo y a otros colectivos de la Función Pública, todos los cuales se consideran discriminados en relación con los profesionales de Enfermería.

Para compensar tanta adversidad, PP y Ciudadanos se van a dar el gustazo de aprobar esta semana en las Cortes la bonificación al 99% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, medida para la que sí cuentan con el apoyo de “Por Ávila” y Vox. Una victoria pírrica que les reconcilia con los grandes patrimonios familiares, los verdaderos beneficiados de un “regalo fiscal” que diezma aún más las exhaustas arcas de la comunidad.

Concepción deshoja la margarita

El todavía presidente del Tribunal Superior de Justicia, José Luis Concepción, que por lo visto tiene bula para arremeter contra el gobierno Sánchez y asociados, tiene baraja su aterrizaje en la política activa, y ello inquieta seriamente en el seno del PP burgalés, por otra parte un tanto revuelto a la espera de que se decante el sucesor de su actual presidente, César Rico, cuyo ciclo político ha periclitado.

A los populares burgaleses les preocupa que Concepción, de indisimulado credo ultraconservador, recale en las futuras listas de Vox, lo que le convertiría en un importante competidor político. Pero más les preocupa aún que aterrice en las del propio PP, ocupando un puesto de relevancia en detrimento de los aspirantes a repetir en las listas. Hace al caso recordar la fluida relación de Concepción con el actual presidente de la Junta y del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien en su etapa al frente de la Consejería de Justicia e Interior asignó coche oficial por cuenta de la Administración Autonómica al presidente del TSJ, ello sin estar transferidas las competencias en materia de Justicia, que ni estaban entonces ni están ahora.

Asesora en Bruselas

De los cuatro ex senadores del PP repescados como asesores del presidente de la Junta en calidad de personal eventual de libre contratación, uno de ellos ha puesto tierra por medio. Y no es el polémico Ignacio Cosidó, quien sigue disfrutando la sinecura aunque no se le vea el pelo por el colegio de la Asunción.

Se trata de la ex senadora por León Ester Muñoz de la Iglesia, que se ha incorporado a la Oficina de la Junta en Bruselas manteniendo su condición de asesora del presidente, puesto remunerado en su caso con 43.712 euros anuales (se desconoce si la residencia en la capital belga comporta algún estipendio añadido).

Muñoz, estrecha colaboradora en Génova del ex coordinador general del PP, Fernando Martínez Maíllo, fue senadora durante una sola legislatura, tras la que no consiguió renovar el escaño. A su paso por la Cámara Alta protagonizó intervenciones tan estridentes como aquella en la que, a propósito de la exhumación de los fusilados del franquismo, criticó el empleo de dinero público “para que se desentierren unos huesos”. En su cuenta de Twitter proclama que no es “de izquierdas” y que desde el 7 de enero de 2020 está “en la resistencia”. Donde está desde el 25 de septiembre de 2019 es en la nómina de asesores del Gabinete del presidente de la Junta.

Premios “teledirigidos”

El vicepresidente Francisco Igea ha salido al paso de las críticas sobre la ausencia de mujeres en los Premios Castilla y León de este año, asegurando que la Junta no “teledirige” a los jurados que los conceden. Y puede ser que este año el gobierno de la comunidad no haya interferido en la labor de los jurados, pero la historia de estos premios está plagada de fallos absolutamente inducidos, sobre todo por el presidente Juan Vicente Herrera, “inspirador” de no menos de una docena de ellos, así como por diversos consejeros de sus gobiernos.

Sin ir más lejos, el actual presidente, Alfonso Fernández Mañueco, “apadrinó” en el año 2010 el premio de las Artes otorgado al torero salmantino Santiago Martín “El Viti” y el de Valores Humanos recaído en el Grupo de Rescate que intervino en el terremoto de Haití, galardón esté último concedido vulnerando la bases del certamen. Por si fuera poco, ese mismo año el premio del Deporte fue para otro ilustre salmantino, Vicente del Bosque, sucediendo que los tres diarios existentes entonces en Salamanca dieron la noticia de su concesión antes de que se hubiera reunido el jurado, prueba inequívoca del papel de comparsa desempeñado por sus miembros, que asumieron como un solo hombre la consigna recibida.