Castilla y León tendrá dos unidades de trasplante cardiaco. Esta segunda, en el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, se sumaría a la ya existente en el Hospital Clínico de Valladolid. Lo que podría parecer un hecho positivo “podría repercutir negativamente en los resultados post trasplante de los pacientes en lista”, como recoge el informe de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) encargado por la Consejería de Sanidad de la Junta aunque no vinculante para tomar la decisión, como adelantó El Norte de Castilla. Este martes, en las Cortes autonómicas se debate esta cuestión en una moción presentada por el procurador del Grupo Mixto, Francisco Igea.
“Atomizar esta actividad” se hace en contra de los criterios de ONT que también cita datos del registro International Society for Heart and Lung Transplantation. Según estas cifras “para garantizar unos resultados adecuados, un programa de trasplante cardíaco debe realizar una actividad mínima de 20 trasplantes anuales en el caso de los adultos” aunque “según los criterios de planificación de trasplante cardíaco emitidos por la ONT, la actividad tolerable mínima es de 15 trasplantes anuales en los programas de adultos”.
En el caso de Castilla y León, se realizan menos de 15 procedimientos en el centro de referencia para este trasplante, el Clínico de Valladolid, alcanzando solo en 2023 esa cifra. Las fechas que baraja la Junta para comenzar la unidad sería antes de verano.
La Junta asegura que pretenden “fortalecer” el programa de trasplantes
La defensa de la Junta de Castilla y León para la decisión es que pretenden “fortalecer”, y no “dividir”, el programa de trasplantes, como aseguró el día 14 de marzo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno el portavoz, Carlos Fernández Carriedo, que está supliendo la baja del consejero de Sanidad. “Los expertos lo que siempre nos dicen es que fortalezcamos los programas de trasplantes y eso es lo que estamos haciendo”, explicó en referencia al informe de la ONT.
El consejero afirmó que “todo lo que suponga coordinar este trabajo y fortalecer estos recursos, además de ponerlos a disposición de ese programa de trasplantes, es positivo”. Según lo que explicó Carriedo, lo que buscan es compartir entre ambos hospitales el programa de trasplantes. Asimismo, también aseguró que la Consejería de Sanidad lleva desde 2021 trabajando en un proyecto que ha contado con el contacto “continuo” como los profesionales.
Carriedo también justificó que cuando se puso en marcha hace más de 20 años el programa de trasplantes de corazón tuvo críticas. “El tiempo nos ha dado la razón y, además, ha coincidido con la transferencia de las competencias en materia sanitaria. Por lo tanto, este programa es uno de los elementos que certifican la calidad de la sanidad en Castilla y León”, agregó.
Los cardiólogos, en contra
Tras conocerse la noticia, se desató la polémica desde el ámbito médico y también el político. En el servicio de cardiología del Clínico de Valladolid, el jefe, el Dr. Alberto San Román critica la postura de la Junta, aunque dice que la acatarán, y argumenta que dividir el número de pacientes afectará negativamente la calidad y la coordinación del servicio. Según informaciones de El Norte de Castilla, la decisión está lejos de ser firme y se encuentra en una fase estudio de preliminar que, por ejemplo, no ha resuelto quién realizará las intervenciones o cómo se va proceder, si llegase el caso, a formar al facultativos salmantinos.
Para el doctor Luis de la Fuente, coordinador de la Unidad de Trasplante Cardiaco e Insuficiencia Avanzada del Clínico, que desarrolló el programa en el Clínico de Valladolid en el año 2000 la decisión es política. En declaraciones en el citado medio, el médico mostraba su “absoluto desacuerdo” y apuntaba a que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, en vez de decidir para “toda una comunidad” se comporta “como un alcalde de su ciudad” -Mañueco fue regidor entre 2011 y 2018- a pesar de que los datos dicen que podría “perjudicar a los pacientes”.
Desde León, el jefe del servicio de Cardiología del Complejo Asistencial de León, el doctor Felipe Fernández-Vázquez, se posicionaba del lado del Clínico de Valladolid. El médico aseguraba estar “al cien por cien con el equipo de Valladolid y absolutamente en contra de crear una segunda unidad. Ni hay actividad suficiente para ello ni justificación alguna”.
Una posición que también comparte el presidente de la Federación Española de Trasplantados de Corazón y presidente de la Asociación de Trasplantados de Corazón de Castilla y León, Emilio Bautista, que calificado la propuesta de la Junta como una “barbaridad”, ya que “va en detrimento de la supervivencia de los pacientes y, además, va a generar más efectos adversos que negativos”.
La oposición atribuye la decisión al presidente Mañueco, exalcalde de Salamanca
El procurador y también médico del Grupo Mixto en las Cortes de Castilla y León, Francisco Igea, aseguraba, en declaraciones recogidas por Europa Press, que la decisión “provocará más muertos que caerán sobre la cabeza del presidente de la Junta”. “Lo que va a ocurrir con esto es que va a haber muertos. Que el caciquismo, el clientelismo la indigencia mental del señor Mañueco va a provocar que se lleven a trasplantar a enfermos a una unidad de reciente creación sin experiencia contra el informe de la Organización Nacional de Trasplantes y eso va a generar muertos que caerán sobre la cabeza del presidente”, ha explicado.
Igea recordaba que se va tomar esta decisión en contra del informe de la ONT, que como recordaba, los programas de trasplante necesitan “un mínimo de actividad”. “La mortalidad, cuando usted lo dice así, suena bastante neutral, pero cuando es Pedro Fernández, o cuando es tu padre, o cuando es tu madre, que eso se ponga en riesgo para darle una alegría al presidente, que es de Salamanca, y tiene sus amigos en Salamanca, y quiere presumir, la cosa ya es distinta. Detrás de esto hay seres humanos, personas, con nombre y apellido, con familia, con hijos, que se van a poner en riesgo, que se van a poner en riesgo por un puro capricho clientelar”, ha afeado al presidente de la Junta.
El representante del Grupo Mixto matizaba que, a pesar del anuncio de la Junta, será la ONT la que tenga que “autorizar o no” el programa, para, a continuación avanzar que se dirigirán al Ministerio de Sanidad para “evitar que se tome esta decisión”. El procurador avisaba de que recurrirá a “a la ONT, al Ministerio y a quien haga falta, para evitar que una vez más se ponga en riesgo la vida de los ciudadanos de esta comunidad por el capricho, el puro y mero capricho de un señor que lo que no ha dejado de ser nunca es el alcalde de su pueblo”.
A las críticas también se sumaba el PSOE de Castilla y León, el secretario general de los socialistas, Luis Tudanca, tildó la medida de “capricho político” y exigió a a Fernández Mañueco rectificar teniendo en cuenta los informes y opiniones de expertos. “Pone en riesgo vidas y tienen que explicar por qué, no se puede tomar por capricho”, señaló para pedir la comparecencia del consejero de Sanidad, algo a que también ha reclamado Igea.
Tudanca se preguntaba que “sí todos los criterios científicos y médicos están en contra, ¿cuál es la razón de Mañueco y Vázquez para que tomen esa decisión?, se basa en criterios políticos y eso no puede ser, cuando se habla de salvar vidas”.
El alcalde de Valladolid, del PP, declina posicionarse en favor de “los criterios técnicos”
En Valladolid la decisión tampoco se ha entendido. El PSOE en el Ayuntamiento de Valladolid planteaba al alcalde, Jesús Julio Carnero, del PP, un ruego en el último pleno, el pasado 25 de marzo. En la petición, el concejal y también médico, José Antonio Otero, planteaba al regidor que, dada “su proximidad con el presidente de la Junta”, le de cuenta del error y “que tenga en cuenta la inevitable disminución de los buenos resultados alcanzados a lo largo de los años con el programa, y que recuerde que son las vidas de los pacientes las que están en juego”.
“La medida no va a favor de Salamanca, sino va en contra de Salamanca y en contra de Valladolid”, apuntaba Otero. Carnero prefería señalar que la Junta decidirá en base al “criterio técnico” por encima de “cualquier criterio ideológico”, por lo que no atendió al ruego de la oposición. Dentro del PP, el anterior alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, en una columna de opinión en El Español-Noticias de Castilla y León, sí que se ha significado y ha tildado la decisión de “grave error”.