El consejero de Empleo de Castilla y León, Mariano Veganzones, ha vuelto a insultar a los sindicatos, a los que se ha referido como “parásitos y sanguijuelas”, cuando la socialista Alicia Palomo ha preguntado en el Pleno de este miércoles sobre lo que está ocurriendo en el Ecyl, el servicio autonómico de empleo. “El Ecyl está sin rumbo, dirección ni actividad, hay equipos enteros desmontados y nadie controla los cursos subvencionados”, ha precisado Palomo. Desde la llegada de Vox, su consejero “ha liquidado a 16 directivos, se ha cargado el Diálogo Social y tiene diez procesos judiciales abiertos, uno de ellos con vista fijada para el día 20”, ha resumido.
Veganzones se ha limitado a defender una “reestructuración” que se planteó con la dimisión del gerente del Ecyl poco después de haber asumido el cargo, y tras conocerse que antes había impartido cursos de igualdad en varios ayuntamientos, y con el goteo de ceses y dimisiones que se produjeron desde entonces. Según el consejero, y a pesar de que el servicio está ya diezmado, va a afrontar esa reestructuración antes de que acabe el año. Hasta ahora, se ha dedicado a “extirpar las sanguijuelas como los sindicatos que llevan parasitando los recursos del Ecyl desde hace años y dejando las políticas de empleo en la UVI”. Para el consejero había “lacras” que estaban “minando la salud” del organismo y ha habido que realizar “una cirugía de precisión”. Así, se contará con 170 trabajadores, lo que supone un coste diez veces menor. La contrapartida, según la socialista, es que se ha dejado “en la calle” a 500 técnicos y personal administrativo del área de orientación de empleo y que con 170 no se cumplen las ratios que recomienda la Unión Europea, “un orientador por cada 150 usuarios”, por lo que Castilla y León necesitaría más de 700 orientadores.